La misericordia, sin duda alguna, es una gran virtud a la que llaman todas las religiones celestiales. Además, las leyes, las constituciones y las organizaciones de los derechos humanos incitan a todo ser humano a cumplirla con el fin de promover la paz y la seguridad en todas las sociedades; alcanzando, de esta manera, la estabilidad deseada para la humanidad entera. La misericordia es la base sobre la que se sientan otras virtudes como el respeto, la convivencia, la tolerancia y la igualdad entre todos los seres humanos.
En este sentido, podemos decir que la misericordia representa la semilla indispensable para crear un mundo carente de luchas armadas y de llamamientos discriminatorios que invaden muchos lugares del universo.
Así que, la misericordia es imprescindible para las sociedades humanas; y a partir de este concepto, el Islam ـــal igual que todas las religiones divinasـــ ordena a sus creyentes que sean misericordiosos, compasivos y piadosos entre sí, e incluso con los individuos y las comunidades que pertenecen a otras creencia.
Con esta forma, se sobresale la grandeza de esta religión, cuyo profeta, Muhammad ـــla paz y las bendiciones de Allah sean con élـــ fue la persona más devota, más caritativa y más piadosa con sus actitudes y comportamientos que se convirtieron en un estilo de vida para la humanidad. Al respecto, Allah, Alabado sea, lo describe en el Noble Corán con esta virtud y otras más: “En verdad que os ha llegado un Mensajero salido de entre ustedes mismos que se apena por sus adversidades, se preocupa y desea que alcancen el bien; es compasivo y misericordioso con los creyentes”, (Sura el Arrepentimiento: 128).

Efectivamente, es compasivo, piadoso, sobre todo con los pobres y los débiles, misericordioso con sus familiares e incluso con sus enemigos que le traban las enemistades de día y de noche. Así pues, Allah dice: “Y no te hemos enviado sino como misericordia para todos los mundos”, (Sura Los profetas: 107).
Asimismo, la tradición profética está llena de lecciones de misericordia, de modo que se ha convertido en un ejemplo para el ser humano. Cabe citar lo que dijo Michael Hart en su libro Las cien personas más influentes de en la historia al elegir el profeta número uno. Dicho autor escribió:
la elección de Muhammad, la paz y las bendiciones de Allah sean con él, en la cabeza de este listado podría sorprender a muchas personas. No obstante, Muhammad es la única persona de la historia que consiguió triunfos extraordinarios tanto al nivel religioso como al nivela mundano (...) de modo que la tradición de este profeta sigue siendo fuerte y en continua renovación.
(Michael Hart, The 100 a Ranking of the most influential persons in history, Citadel; revised edition, New York 1978, p. 3).

Ciertamente, Allah, alabado sea, reveló el Noble Corán a su profeta para cumplir esta misión, la de difundir de estas virtudes entre los seres humanos. El profeta, dotado con estas virtudes, fue enviado para sacar la gente de las tinieblas, de la oscuridad, del odio, del rencor y de la envidia a las luces del amor y de la ética. Al respecto, Allah dice: “Alif. Lâm. Râ. Éste es el libro que te hemos revelado para que saques a los hombres de las tinieblas a la luz, por la voluntad de tu Señor, y les guie hacia el sendero de Allah, Poderoso, Loable”.(Sura Ibrahim: 1)
De ahí, viene la importancia de la misericordia que debe ser modo de vida para establecer la paz y la esperanza entre todas las criaturas. El que persigue la vida del profeta va a asegurarse de que está llena de ejemplos de la misericordia, no en su sensu stricto, que es un sentimiento de pena o compasión por los que sufren y que impulsa a ayudarles o aliviarles, sino en sensu lato que incluye a todo tipo de criaturas: seres humanos, animales, plantas e incluso objetos animados. En otro ensayo ofrecemos ejemplos de la misericordia del profeta Muhammad.
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