La primera realidad humana afirmada en el Noble Corán es la conservación y la protección de la dignidad del ser humano. Al mismo tiempo, Allah dio preferencia al hombre sobre todas las otras creaturas, distinguiéndolo con la razón y la ciencia, y le encargó de desarrollar la tierra. Allah, enaltecido sea, dice: “Es cierto que hemos honrado a los hijos de Adam. Los llevamos por la tierra y por el mar, les damos cosas buenas como provisión y les hemos favorecido con gran preferencia por encima de muchas de las criaturas” )Corán, sura del Viaje Nocturno: 70).
Partiendo de esta realidad coránica, el Islam garantiza al ser humano muchos derechos que afirman su dignidad, su libertad y su alta posición entre las otras criaturas.
Los aspectos de dignidad del ser humano son diversos. El primero es la afirmación de que el ser humano es el  representante de Allah en la tierra. Allah dice: “Y cuando tu Señor dijo a los ángeles: Voy a poner en la tierra a un representante Mío. Dijeron: ¿Vas a poner en ella a quien extienda la corrupción y derrame sangre mientras que nosotros Te glorificamos con la alabanza que Te es debida y declaramos Tu absoluta pureza? Dijo: Yo sé lo que vosotros no sabéis” (Corán, sura de la Vaca: 30). No cabe la menor duda es que es un aspecto que expresa la dignidad del hombre y del propósito de su existencia que algunos intentan poner en tela de juicio, pretendiendo demostrar que es insignificante.
El segundo aspecto de esta dignidad es la libertad que Allah, enaltecido sea, que les otorgó a todos los seres humanos. Esta libertad le permite al hombre elegir su religión según sus convenciones sin ninguna obligación. En este respecto Allah, enaltecido sea, dice: “Y di: La verdad procede de mi Señor; así pues el que quiera creer, que crea; y el que quiera negarse a creer, que no crea”  (sura de la Caverna – 29).
El tercer aspecto de esta dignidad y preferencia con el que Allah distinguió al ser humano es que Él le ha ofrecido todo lo que hay en el universo. Al respecto,  Allah ha creado los ríos, los mares, las montañas, los animales, las plantas, la lluvia y todas las riquezas de la tierra para que sirvan al ser humano. Allah dice: “Y os ha subordinado lo que hay en los cielos y en la tierra, todo gracias a Él. Realmente en eso hay signos para la gente que reflexiona” (sura de la Arrodillada- 13).   
Otro aspecto de preferencia es la igualdad entre el hombre y la mujer, y entre todos los seres humanos independientemente de su raza, lengua o color. Allah confirma esta realidad en el Corán cuando dice: “¡Hombres! Os hemos creado a partir de un varón y de una hembra y os hemos hecho pueblos y tribus distintos para que os reconocierais unos a otros. Y en verdad que el más noble de vosotros ante Al-lah es el que más Le teme. Al-lah es Conocedor y está perfectamente informado” (sura de las Habitaciones – 13).
Por estos motivos de preferencia, Allah prohibió derramar la sangre del ser humano, apoderarse de sus propiedades o causarle daño por cualquier motivo. Queda claro que el Islam es la religión de misericordia y dignidad, es una religión que respeta los derechos humanos y prohíbe despreciar al hombre o negarle su dignidad.