Jerusalén ha sido y sigue siendo un signo histórico de la identidad árabe-islámica, en el tiempo en que se habla de una identidad judía, algo incompatible con la realidad y la historia.

Tanto la historia como la civilización humana son testigos de dicha realidad que la campaña de judaización de Jerusalén, respaldada por los poderes mundiales, intenta falsificarla en vista de todo el mundo sin tener en cuenta el temor de Dios ni de la consciencia humana que condena las agresiones continuas de los sionistas contra la tierra palestina  y contra sus habitantes desde décadas.

     Debido a dichas agresiones, miles de inocentes fueron víctimas, entre muertos y heridos, jóvenes y mayores, hombres y mujeres e incluso niños y bebes recién nacidos. Las imágenes sangrientas se quedarán grabadas en la memoria de sucesivas generaciones desde la declaración del proclamado Estado israelí en 1948 y hasta hoy en día. Nadie tomó iniciativas eficaces de prevención y reducción de la violencia armada ejercida contra los palestinos. La opresión y las injusticias de los sionistas siguen violando el derecho de los palestinos. Las leyes mundiales y las legislaciones celestiales se reflejan, lamentablemente, solamente en los discursos políticos, pero ninguna se pone en marcha frente a las agresiones el estado sionista apoyado y solidarizado por las economías mundiales lideradas por los mismos sionistas.

     A la vista de dicha difícil situación, la institución de al-Azhar, la entidad religiosa sunita más grande y prestigiosa de todo el mundo, asume la responsabilidad, desde los tiempos más remotos, de defender los derechos de las naciones a nivel nacional, regional e internacional. Al-Azhar, seguirá siendo el primer defensor del legado religioso de todas las religiones mediante  tomar  iniciativas y realizar trámites, cuyas repercusiones son amplias a nivel internacional, para que los pueblos consigan lo que anhelan de paz y convivencia mutua.

     Al-Azhar no tiene ejército ni armas capaces de enfrentarse con las fuerzas de ocupación en los territorios palestinos, porque, simplemente, no es su misión ni forma parte de su responsabilidad ni de su especialización religiosa y académica. Pero, Al-Azhar, tiene algo más eficaz: es la palabra que puede desempeñar el papel crucial que los misiles de largo alcance que poseen los israelitas. A partir de esta idea, al-Azhar desde su fundación está en continua lucha contra los poderes ocupantes y se está enfrentando todos los intentos que pretenden apoderarse con los derechos de los demás.

     En este sentido, y a partir de 1948 hasta el momento, la institución de al- Azhar organizó alrededor de once conferencias sobre Jerusalén y los lugares sagrados cristianos en Jerusalén, a las cuales asistieron grandes ulemas, pensadores e intelectuales musulmanes y cristianos de África, Asia y Europa. Se presentaron ponencias muy profundas, cuyo principal objetivo fue el de encontrar una solución para la cuestión palestina y enviar un mensaje a la comunidad internacional que dice es imprescindible encontrar una solución justa y completa al problema. En todas aquellas conferencias se condenó las agresiones sionistas contra los lugares sagrados que llegaron a quemar la mezquita y violar su santidad con construcción de túneles, matanzas, destrucción de iglesias y conventos en varias ciudades palestinas.

     Al-Azhar ha sido presente desde el comienzo de las ambiciones políticas de los líderes sionistas que mostraban desde muy antiguo para apoderarse con este territorio e incluso antes de 1948. Pues, en 1929 al-Azhar advirtió a Gran Bretaña que ocupaba Palestina en aquel momento, del peligro de los sionistas que se agrupaban alrededor del muro de los lamentos. En 1935 al Azhar emitió una fatwa en el cual prohibió rotundamente vender los territorios a los judíos. Con el crecimiento del peligro del sionismo en 1938 el Organismo de los Grandes Eruditos pidió a todos los líderes de los países islámicos a tomar los medios necesarios para proteger a la identidad árabe de Palestina y la de sus monumentos sagrados.  

     A pesar de todas las desgracias y derrotas que sufrieron los países árabes, al-Azhar siguió con el papel que desempeñaba defendiendo los derechos de Jerusalén. Con el estallido de los disturbios que aparecieron en varios países árabes, las fuerzas sionistas intentaron apoderarse con más territorio. En dicho momento, el Gran Imán de al-Azhar, Prof. Dr. Ahmed al-Tayyeb pronunció un discurso en 2012 afirmando que nuestros problemas nunca nos harían olvidar de la cuestión palestina, en referencia a las agresiones sionistas en aquel tiempo. Además, envió un mensaje a la comunidad internacional de la barbaridad de aquellas agresiones.

     La institución de al-Azhar no se limita solamente a emitir fatwas ni pronunciar discursos u organizar foros, ya que además, organizó caravanas de ayuda al pueblo palestino en Gaza en 2014 tras haber sido bombardeado por las fuerzas sionistas. Además, el Gran Imán se empeñaba en encontrarse con los líderes palestinos para abordar las cuestiones y darles el apoyo necesario en su lucha contra la ocupación israelita. En este sentido, el Gran Imán y el Organismo de los Grandes Eruditos condenaron los trámites tomados por Israel al colocar puertas de seguridad enfrente a las entradas de la mezquita de Jerusalén considerándolas como una inviolabilidad de la santidad de los lugares sagrados, declarando la invalidez de dichos trámites, moviendo con esta ‎manera la opinión pública hasta que el estado sionista se vio obligado a ‎retirar dichos trámites‏.‏

     En paralelo con las últimas declaraciones del presidente estadounidense que consideran Jerusalén como capital de Israel, el Gran Imán se puso a animar al pueblo palestino contra aquellas declaraciones y lideró una campaña internacional para invalidar dichas trámites. Además, rechazó reunirse con el vicepresidente de los Estados Unidos diciendo: "Cómo voy a reunir con quienes  otorgan lo que no es una propiedad suya a quienes no lo merecen".

     JERUSALÉN ha sido y seguirá siendo la capital de Palestina; y la cuestión palestina, principalmente es una cuestión de consciencia e identidad. El Gran Imán dio sus órdenes al Organismo de los Grandes Eruditos para preparar un plan de estudio sobre Jerusalén con el fin de sensibilizar a las nuevas generaciones sobre la cuestión palestina a partir del próximo año académico. Es un plan que incluye la historia de Jerusalén y será dirigido a todas las etapas disciplinarias en los diferentes sectores de enseñanza de al-Azhar.

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