Los propósitos de la legislación de la yihad en el Islam deben ser entendidos dentro del marco de la naturaleza propia y el papel del Islam en la tierra y sus supremos objetivos aprobados por Allah, quien envió a su mensajero con este mensaje y lo ha convertido en el último de todos para llevar a cabo estos objetivos.
La yihad tiene objetivos elevados por haber sido legislada por el Conocedor y el Sabio, Allah Altísimo. Pues, el objetivo principal de la yihad es liberar a la gente de la humillación de la esclavitud y guiarla a la sumisión hacia Allah. La guerra desde la perspectiva islámica no es una venganza ni motivo de orgullo ni un deseo de ganancia. Así que, está prohibido mutilar a los cuerpos, traicionar, matar a niños o mujeres no combatientes, hacer pasar hambre a los enemigos, destruir o corromper. Al respecto, se ha informado que cuando el Mensajero de Allah nombraba a alguien como líder de un ejército, siempre le aconsejaba temer a Allah y ser bueno con los musulmanes que estén con él. Luego, le decía: (Lucha en nombre de Allah y en el camino de Allah, no rompas tu promesa, no mutiles a los cuerpos ni mates a los niños).
Podemos deducir de lo mencionado que el líder musulmán, quien se marcha hacia la batalla, debe ser preparado con una psicología tan elevada que respeta el valor la humanidad. Pues, no debe agredir a una fábrica, ni a un civil, ni matar a un niño ni a una mujer, ni a un anciano decrépito.
Los califas ortodoxos siguieron el método profético. En el libro titulado Al Muwattaa relató Yahia Ibn Said que Abu Bakr Assidiq salió caminando con uno de los líderes del ejército y le dijo: "te aconsejo con diez cosas: No mates a mujeres ni a niños ni a ancianos. No cortes los árboles frutales. No destruyas un lugar habitado. No degüelles a ovejas ni a camellos. No quemes a las palmeras. No seas cobarde…".
En este sentido, Omar Ibn Al Jattab dijo: (Tened piedad de los descendientes y compasiones que no combaten). En este respecto, cabe aludir a que Omar Ibn Abdul Aziz nunca mataba a un campesino.
Entre las normas educativas y morales establecidas en la jurisprudencia de la yihad se encuentra la prohibición de matar a los niños y débiles, quemar, mutilar los cuerpos, traicionar. Al fin y al cabo, la yihad se trata de un acto con normas educativas y morales. Así se sabe que la yihad, en realidad, es establecida para defender a los oprimidos, acabar con la agresión y proteger la igualdad de los derechos humanos en el Islam.