Es indudable que a lo largo de las diferentes épocas de la historia humana surgieron innumerables civilizaciones, entre las cuales algunas prosperaron por un tiempo como la china, la india, la persa, la faraónica, la griega, la romana y otras más. En la actualidad, la civilización occidental ha invadido tanto Oriente como Occidente con sus mortales misiles, sus fuerzas navales destructivas, sus bombas nucleares, e incluso con descubrimientos científicos y avances informáticos en el mundo de las comunicaciones y en la tecnología con el fin de llevar a cabo los intereses de los grandes poderes mundiales sin contar con principios morales fijos para el bien del ser humano.

     La civilización del Islam que dirigió la humanidad a lo largo de sucesivos siglos tiene sus propias características que sirve, sin lugar a dudas, para su permanencia y propagación a lo largo de estos años, alcanzando la prosperidad en todos los sectores de la vida cotidiana.

     Sin embargo, los motivos de la prosperidad de la civilización del Islam en todas las partes del mundo se deben a los principios y enseñanzas mencionados en el sagrado Corán y en la sunna profética, que concuerdan con el instinto natural del ser humano e incluso con la lógica. Dichas enseñanzas se representan en la misericordia, la bondad, la lealtad, la tolerancia, la cooperación , el intercambio cultural, los valores humanos, la ética, el buen comportamiento, las buenas acciones, etc. Dichas características hicieron de la civilización islámica el punto de mirada y aceptación de muchos de los pueblos en todas partes del  mundo hasta hoy en día.

     Así que, ninguna civilización pudo establecerse para dirigir la humanidad al bien y a la prosperidad sin contar con dichos principios que representan los motivos de la felicidad para los seres humanos tanto en la vida mundana como en la del más allá.

     Por otra parte, la grandeza de la civilización del Islam se muestra en garantizar la libertad de culto para todos los miembros de la sociedad sin obligar a nadie a abrazar el Islam. Al respecto, Allah dice: “No hay coacción en la práctica de adoración, pues ha quedado claro cuál es la buena dirección y cual el extravío.} (Corán: de la vaca: 256). Además, Allah lo manifiesta claramente en otra aleya {Y di: La verdad procede de mi Señor; así pues el que quiera creer, que crea; y el que quiera negarse a creer, que no crea” (Corán, sura de la Cueva: 29).

     Asimismo, el Islam desde los primeros días de su surgimiento llamó a la convivencia, el conocimiento al otro, la tolerancia, la misericordia, la compasión entre todos los pueblos y razas, y ordenó a los musulmanes convivir en paz y seguridad entre ellos mismos, dentro de sus sociedades y sus patrias.

     Además, el Islam afirmó que la relación entre los musulmanes es una relación de amor y respeto, y así también con los no musulmanes, dentro de la misma patria, una relación buena vecindad, cooperación, ciudadanía; y a nivel internación una relación de cooperación mutua e intercambio cultural y económico. Es una civilización totalmente abierta y no cerrada como piensan los que ignoran la esencia de esta noble religión celestial.

     Cabe mencionar que la relación de los musulmanes con los no musulmanes, dentro del marco de la civilización islámica, se basa, por una parte, en la paz,  la cooperación y el diálogo mutuo y; por otra, en el rechazo de la guerra, la lucha, la opresión, la injusticia, el fanatismo nacional e intelectual, etc.

     A pesar de todo aquello, se puede notas que muchos en Occidente acusan siempre  al Islam y a los musulmanes con el retraso y con que el Islam es el obstáculo para el desarrollo de las civilizaciones. Pues, resulta indudable que Occidente se equivoca por haber ignorado, intencionalmente, la grandeza y las enseñanzas, mencionadas pocas líneas más arriba, la de la civilización del Islam.

     Por su parte, el Observatorio de al-Azhar contra el Extremismo llama a la comunidad internacional a luchar contra todos los llamamientos que afectan negativamente el bienestar, la estabilidad, la paz y la seguridad de  los pueblos. Asimismo, el Observatorio afirma que la civilización del Islam ha sido y sigue siendo abierta a todas las sociedades. Está disponible para convivir pacíficamente con las demás civilizaciones que se proponen realizar el bien para el ser humano. Podemos pensar en que se le ha prescrito la eternidad a la civilización del Islam debido a las enseñanzas sublimes que llevan las generaciones una tras otra.