En Occidente, aparecieron muchos artículos e informes más sobre la mujer y su situación en el Islam, e incluso centenares de debates sobre la naturaleza de la mujer en el Islam, así como el papel que desempeña dentro de la sociedad con población de mayoría islámica. Lamentablemente, la mayoría inmensa de dichos informes y debates no muestra sino una imagen contradictoria debido a la ignorancia de las enseñanzas relacionadas y mencionadas sobre la mujer en el Nobel Corán y en la Sunna profética; y en muchos manuales que tratan dicha cuestión.
Después del desarrollo tecnológico e informativo pensábamos que los occidentales se habían dado cuenta de la falsedad de aquellas injurias y sospechas desarrolladas alrededor de la figura de la mujer en el Islam, pero aun la misma idea errónea sigue estando en la mente de muchos a nivel individual y colectivo. El Observatorio de al-Azhar contra el Extremismo al seguir los problemas y las dificultades de los musulmanes en España -entre las cuales se encontraba la problemática de la enseñanza de la religión islámica en las escuelas- descubrió que, por primera vez, la Conselleria de Educación de España decidió impartir clases de la religión islámica en las aulas el próximo año en cinco escuelas de la comunidad valenciana, que viene en el marco de las iniciativas gubernamentales que fomentan la integración, la buena ciudadanía y la libertad de culto.
Pero, el rechazo de los padres de los alumnos no musulmanes oscureció el horizonte de dichas iniciativas al indicar que «se sienten defraudados por la escuela pública y no entienden cómo una administración de signo progresista como es la Conselleria de Educación puede favorecer que se imparta la religión islámica en las aulas, una religión que denigra a la mujer y que la relega a segundo plano».
No se puede imaginar que la población musulmana superando a dos millones, y ha dado aportaciones claras en todos los sectores de la vida cotidiana, aún siguen pensando y creyendo en dichas sospechas que no tienen nada que ver con el Islam y siguen pensando que el Islam desprecia a la mujer y se la pone en un segundo plano.
Así que, resulta necesario responder a la pregunta siguiente ¿Acaso el Islam denigra a la mujer y la relega a segundo plano?
Pues, para dar una muestra y una clara explicación de la grandeza del papel que dio el Islam a la mujer debemos remontarnos a los tiempos que precedieron la era del surgimiento del Islam. Ya que, la mujer sufría desprecio y discriminación de modo que en algunas sociedades se recurrían a enterrarlas vivas a sus niñas recién nacidas por el miedo de la pobreza y la vergüenza que padecían al tenerlas.
El Islam acabó con dichas costumbres, afirmando que la mujer asume la responsabilidad de formar la sociedad y desarrollar la nación. La mujer en el Islam tiene el derecho de compartir con el hombre las operaciones creativas, productivas y educativas, y participar en escribir la historia de los estados, e incluso en conservar su identidad.
El Islam nunca se la puso a la mujer en segundo plano ni se encuentra en el legado islámico un solo ejemplo que muestra tal desprecio. Las mujeres en el Islam son iguales que los hombres. Es decir: que no se puede prescindir del papel de la mujer en el desarrollo, el progreso, y en la reforma de las sociedades; ya que, ambos son iguales y tienen un inicio común. Allah dijo: "¡Hombres! Temed a vuestro Señor que os creó a partir de un solo ser, creando de él a su pareja y generando a partir de ambos muchos hombres y mujeres", (Corán, Sura de las Mujeres: 01).
Dicho de otra forma, ambos comparten el mismo origen porque fueron creados a partir de un solo ser. Además, todos son iguales ante Allah y la piedad es la regla de distinción ante Él: " ¡Hombres! Os hemos creado a partir de un varón y de una hembra y os hemos hecho pueblos y tribus distintos para que os reconocierais unos a otros. Y en verdad que el más noble de vosotros ante Allah es el que más Le teme"(Corán, Sura de Al-Hoyorat: 13).
Anteriormente, la mujer no tenía el derecho de la herencia, pero el Islam dio el derecho de la herencia a la mujer y se ha convertido, de esta manera, en uno de los componentes activos de la sociedad que contribuye en el desarrollo de la misma.
Y para participar activamente en el mundo educativo, el Islam le permitió a la mujer emitir fetuas y asumir la responsabilidad de predicar a Allah igual que los hombres. Al respecto, Allah dice "Para que de vosotros surja una comunidad que llame al bien, ordene lo reconocido e impida lo reprobable. Esos son los que cosecharán el éxito", (Corán, Sura de la Familia de Imran: 114). Por consiguiente, el Islam permitió tanto al hombre como a la mujer y les dio el derecho para representarse en la educación de la sociedad y contribuir en la reforma espiritual de la misma.
Partiendo de estos datos, el Observatorio de al-Azhar contra el Extremismo pide a los padres de los alumnos no musulmanes que dejen de preocuparse por el destino de su hijos en el caso de impartir clases de la religión islámica en la escuelas y que tengan en consideración que esta iniciativa incita a enseñar los valores verdaderos del Islam que aún son desconocidos para muchos en la sociedad española.
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