ISIS emitió una fetua para prohibir que la mujer salga absolutamente de su casa al campo laboral, basándose en la aleya siguiente: "Y permaneced en vuestras casas, no os adornéis con los adornos del tiempo de la ignorancia, estableced el salat y entregad el zakat y obedeced a Allah y a Su mensajero" (Corán, Sura de los Coligados: 33).
Además, se basan en lo que dijo Abdullah Bin Masud, que Allah esté complacido de él, "escuché al profeta diciendo: "La mujer está desprotegida y cuando sale le acompaña el Satanás, cuando esté en su casa se encuentra más cerca de Allah"…
El Observatorio de al-Azhar pone claro que la legislación islámica permite que la mujer salga a trabajar en lugares que le convienen siempre y cuando cumplen los requisitos de la legislación islámica en cuanto a las reglas relacionadas con la mujer en respecto a su vestimenta y su forma de hablar con los demás.
Las mujeres, durante la primera época del islam solían salir con los hombres durante las guerras con el fin de darles de beber, preparar la comida, curar a los heridos, apoyarles en su lucha contra los enemigos, teniendo en consideración la castidad y la decencia.
Además, el Profeta eligió a Rufaida Bint Saad Al Aslamillah para atender a los heridos durante las guerras. Así que, salió para trabajar fuera de su casa y lo compartió con los hombres a través de curarles sus heridas; y otras más como Umaya Bint Kais Al Ghefariya y Umm Ateya Al Ansariya que tenía fama de cirujana, quien salió en varias batallas con el profeta para atender a los heridos. Además, Umm Sulaim participó en varias batallas con el Profeta en compañía de un grupo de mujeres de al Ansar para dar de beber y atender a los heridos.
En cuanto a la aleya que citan en su fetua, pues la orden no consiste en obligarlas a permanecer en casa para siempre, sino quiere decir que la permanencia en casa para las mujeres es lo esencial, pero si ella necesita salir por cualquier urgencia o diligencia suya del hogar lo puede hacer, y regresar a su hogar una vez finalizadas sus actividades.