El islam prohíbe el hecho de juzgar a alguien por culpa de los demás y establece la norma mencionada en la aleya: "Lo que cada alma adquiera sólo podrá perjudicarle a ella misma y nadie cargará con la carga de otro. Luego habréis de volver a vuestro Señor que os hará ver aquello en lo que teníais diferencias", (los Rebaños 06:164). En este sentido, el islam nos orienta salvar a los civiles y a todos los pacíficos de las consecuencias de la guerra siempre y cuando no nos combatan ni apoyen a los enemigos combatientes durante las guerras. Al respecto, Allah dice: "Y combatid en el camino de Allah a quienes os combatan a vosotros pero no os propaséis", (la Vaca 02:190).
Ibn Garir al-Tabary, esté en la misericordia de Allah, dice al interpretar esta aleya: La agresión prohibida incluye dejar de matar a las mujeres y a los niños. Igualmente, Ibn Omar, que Allah esté complacido con él, dice: Se encontró una mujer asesinada en una de las batallas que emprendió el Profete, la paz y las bendiciones de Allah sean con él; por lo cual el Profeta prohibió matar a las mujeres y a los muchachos. En el mismo sentido, Rabbah Ibn al-Rabiy narró que el Imam Ahmed relató que el Profeta cuando encontró a una mujer fallecida se disgustó y dijo: "Esta mujer no tiene nada que ver con combatir".
Ibn Abdul-Bar dijo: Todos los ulemas están de acuerdo en la prohibición de matar a las mujeres y los niños de los combatientes porque, en la mayoría de los casos, aquellos no combaten.
Al Nawawy dijo: todos los ulemas están de acuerdo en prohibir matar a las mujeres y a los niños que no combaten.
Así que, el islam considera que la agresión contra un solo inocente iguala la agresión contra toda la humanidad. En este sentido, Allah dice: "Por esto les decretamos a los hijos de Israel que quien matara a alguien, sin ser a cambio de otro o por haber corrompido en la tierra, sería como haber matado a la humanidad entera", (la Mesa 05:32). Además, el Profeta dijo: "Si los habitantes del cielo y los de la tierra participan en matar a un creyente, Allah les conducirá al Infierno". Tanto la aleya coránica como el dicho del Profeta representan una gran amenaza con la cual se desprenden los corazones y se genera un auto tendencia que prohíbe agredir contra los demás y acabar injustamente con la vidade los inocentes.
La mención de "creyente" en el dicho del Profeta no significa la posibilidad de matar a los civles no musulmanes, pero se entiende que el hecho de matar a un musulmán es más peor e indignante. Al respecto, hay muchos hadices que prohíben combatir contra los no musulmanes que no combaten, como el hadiz relatado por Abdullah Ibn Amr que el Profeta dijo: "Quien quiera que haya matado a una persona que tuviese un pacto con los musulmanes, no olerá la fragancia del Paraíso […]".