Daesh y los programas de educación de al-Azhar

  • | Wednesday, 30 January, 2019
Daesh y los programas de educación de al-Azhar

     Como una evolución de la situación de confusión intelectual que algunos sufren actualmente, y como una parte de una campaña de acecho contra al-Azhar, aparecen algunas voces que enlacen las acciones cometidas por Daesh con la tradición islámica; y otras veces con los programas educativos de al-Azhar. Parece que hay alguna confusión entre la tradición islámica y el programa de educación de al-Azhar, considerados por algunos como sinónimos.
     El patrimonio islámico se refiere a los libros antiguos que dejaron nuestros antepasados en las ciencias del Hadiz (dichos y hechos del Profeta), la exégesis del Corán, la biografía profética, la creencia y las escuelas de jurisprudencia islámica, entre otras ciencias utilizadas para servir al islam, y derivadas del Corán y de la Sunna del Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones de Allah sean con él. Este patrimonio no es propio de al-Azhar ni de Egipto, sino es una propiedad común a toda la Umma (Comunidad Musulmana). Nadie tiene el derecho de cambiarlo, si es necesario, sin la existencia de algún tipo de acuerdo sobre un trabajo colectivo entre las instituciones pertinentes de la comunidad musulmana. Creemos que este trabajo no es necesario porque nuestra tradición islámica es inocente de todas las acusaciones que se dirigen, injustamente, contra ella. Muestra tradición es la que formó a los sabios musulmanes más famosos, tanto en Oriente como en Occidente, quienes iluminaron el mundo con su conocimiento y su moderación. Ninguno de ellos ha dirigido ningún movimiento terrorista a lo largo de muchos siglos, ni siquiera nos enteramos de esto sino en nuestra era, cuando ya se ha mezclado todo sin distinción.
     Es indudable que en tradición islámica han entrado algunos textos poco fiables y que no son aptos para sacar sentencias religiosas, y más aún, existen otros inventados. Sin embargo, los antecesores lo han tenido en cuenta, estableciendo las normas que lo regulan. Existen también en la tradición algunos textos que se corresponden sólo con su tiempo o que se relacionan con determinados acontecimientos específicos que tienen sentencias específicas; que no tienen nada que ver con lo que vivimos hoy en día. Los ulemas lo habían mencionado detalladamente. Los especialistas en las ciencias del islam leen estos textos en la interpretación del Corán, Hadiz o las biografías sin encontrar ningún problema ni extraer ningún juicio legislativo negativo como aquello que pretenden los demás. Esto porque hay que leer tales textos con la debida contextualización y saber las reglas de la argumentación distinguiendo lo general de lo específico, lo resumido de lo detallado, lo absoluto de lo limitado, lo abrogatorio de lo abrogado. Es indudable que los miembros de los grupos del extremismo y las voces que llevan a cabo campañas contra al-Azhar  no están al corriente del significado de estos términos, ni siquiera su contenido.
     En resumen, al-Azhar no es responsable de toda la tradición islámica que no es una propiedad suya, ni de los problemas que existen en el hecho de leer y entender mal los textos. Hay que dejar a los sabios musulmanes competentes de la tarea de sacar las sentencias a partir de la tradición.
     Asimismo, hay quienes leen la tradición con mala intención, cortando y eliminando determinados textos para que las frases parezcan muy duras y contradictorias, basándose en que mucha gente no posee el mínimo nivel de conocimiento.
    Los programas de educación de al-Azhar representan el conjunto de planes de estudio que se enseña a los estudiantes de dicha universidad en sus colegios y facultades. En buena parte son textos extraídos de la tradición islámica, sobre todo los que se enseñan en las facultades de legislación. El hecho de acusar estos programas por ser la base con la cual cuentan los movimientos terroristas es absurdo.
Cabe indicar que nadie de los miembros de los grupos extremistas pertenece a la institución de al-Azhar. Esto significa que los programas de educación que se enseña dentro de esta universidad son programas moderados y no tienen nada que ver con ningún tipo de radicalismo ni extremismo.
     Al respecto, nos preguntamos ¿Son los programas de educación de al-Azhar los que han podido atraer a los mercenarios que algunos de ellos, quizá la mayoría, no saben hablar en árabe no les convirtió en miembros de Daesh? Y si los programas de educación de al-Azhar son así, ¿por qué todos saben desde hace mucho tiempo que al-Azhar es el protector de la mediación y la moderación, o acaso que hubiera podido engañar el mundo a lo largo de todos estos siglos? Y ¿por qué se tardó la aparición de Daesh hasta la actualidad a pesar de que los programas de la educación de al-Azhar son más antiguos que el conjunto de edad de veinte generaciones?
     Todas estas preguntas y otras más muestran que al-Azhar y sus programas de educación son tan lejos de cualquier tipo de contener ideas irregulares ni contenidos de extremismo. Los que pretenden infamar las instituciones moderadas son los que siembran las semillas de extremismo reflejando imágenes negativas sobre el islam en todo el mundo. A pesar de ello, al-Azhar seguirá con sus programas y planes de educación, con sus campañas de sensibilización para aclarar la verdadera imagen del islam en todo el mundo.
     Ahora bien, tengo una pregunta que no es inocente del conjunto de las preguntas que se me ocurren: ¿Por qué insisten en presentar Isis como si fuera un movimiento egipcio graduado de al-Azhar? ¿No os habéis enterado de lo que dijo el Presidente francés sobre el gran imán de al-Azhar en Arabia Saudita y por qué no habéis hablado sobre la situación occidental con al-Azhar y su gran Imán? Y  ¿Por qué dejáis de oír y ver el trabajo de la comisión de reforma de la enseñanza que había terminado el desarrollo de los programas de al-Azhar completamente y que ahora están a punto de imprimirse para que estén al alcance de los estudiantes al comienzo del próximo año y también están a punto de terminar la revisión de los programas de Educación y Enseñanza?

 

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