Los lugares de culto ocupan una posición muy estimada y tienen una santidad en todas las religiones. Asimismo, tienen una sublime valoración y respeto en los corazones de los adeptos ‎de dichas religiones.

Por su parte, el Islam afirma la santidad de los lugares de culto, sean islámicos, cristianos, judíos o de cualquier creencia. Hay muchas aleyas coránicas que afirman esta santidad.  Dijo Al-lah, Alabado sea: "Si Al-lah no se hubiera servido de algunas personas [creyentes] para combatir a otros [incrédulos], se habrían destruido monasterios, iglesias, sinagogas y mezquitas, en donde se recuerda frecuentemente el nombre de Al-lah, Al-lah socorre a quien se esfuerza denodadamente por Su religión. Al-lah es Fuerte, Poderoso" (Corán, 22: 40).

Además, Al-lah prometió a quien  ataca los lugares de culto por un castigo muy severo, en este sentido dijo Al-lah, Alabado sea: "¿Acaso existe alguien más injusto que quien prohíbe que en las casas de Al-lah se alabe Su nombre, e intentan destruirlas? Ellos deberían entrar en ellas con temor. [Porque finalmente] serán humillados en este mundo y en la otra vida recibirán un castigo terrible" (Corán, 2: 114).  

En el mismo contexto, La historia del Islam es testigo de la existencia de muchos lugares de culto en los países y regiones que han estado en las tierras islámicas, sin que sean atacados o violados. En  la era del Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, y luego en la de los califas ortodoxos, no pasó ningún atentado o agresión contra  los lugares de culto, tanto en los tiempos de guerra como en los de paz o tregua. En general, el Islam garantiza la libertad de culto, por eso, afirma la libertad de asistir a los lugares de culto, donde se practican los rituales e insta a protegerlos y defenderlos.

A pesar de todo esto, algunos grupos extremistas empezaron, en los últimos años, a agredir contra los lugares de culto, concretamente desde 2014, con el aumento de los atentados del grupo terrorista DAESH en el Medio Oriente y de las agresiones de los grupos de extrema derecha, sobre todo en Europa. En este periodo, los lugares de culto en todo el mundo han sido objeto de ataques que dejaron detrás sí muchas víctimas y miles de heridos.     

El Secretario General de las Naciones Unidas, António Gutiérrez, lanzó el pasado 12 de septiembre de 2019 un Plan de Acción para la Protección de los sitios religiosos, y aclaró que el objetivo de este plan es concientizar en el mayor modo posible a la comunidad y a la opinión pública internacional sobre el grave problema que representa el incremento de los ataques contra los lugares de culto.

La institución de al-Azhar no escatima ningún esfuerzo para promover la paz y difundir las enseñanzas tolerantes del Islam que insta a proteger los lugares de culto. Entre estos esfuerzos se cita su iniciativa  a  participar en la preparación y declaración del Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Común -que fue firmado el pasado 4 de febrero de 2019 en los Emiratos Árabes Unidos, por el Gran Imán de al-Azhar y el Papa Francisco.

Entre los artículos principales de este Documento está: "- La protección de lugares de culto —templos, iglesias y mezquitas— es un deber garantizado por las religiones, los valores humanos, las leyes y las convenciones internacionales. Cualquier intento de atacar los lugares de culto o amenazarlos con atentados, explosiones o demoliciones es una desviación de las enseñanzas de las religiones, como también una clara violación del derecho internacional".

Por su parte, Miguel Ángel Moratinos, alto representante de la Alianza de Civilizaciones de la UE, aseguró que este plan da una serie de recomendaciones a los Estados miembros, a los líderes religiosos, a los medios de comunicación, al sector privado y a la sociedad civil. Entre los líderes religiosos más destacados que han participado en este proyecto, es El Gran Imán de al-Azhar Prof. Dr. Ahmed al-Tayyeb. En este sentido, Moratinos, Después su reunión con El Gran Imán, indicó que las propuestas y las recomendaciones de Su Eminencia el Gran Imán de al-Azhar, tuvieron un papel prominente y fundamental en la preparación y redacción del Plan de las Naciones Unidas para la Protección de los Sitios Religiosos.

Finalmente, el Observatorio de al-Azhar contra el Extremismo desempaña un papel importante en la lucha contra las ideas desviadas, que permiten atacar los lugares de culto. Además, el Observatorio afirma en varias ocasiones la necesidad de la colaboración con las entidades gubernamentales  y civiles, debido a la significación de la labor que éste desempeña en combatir el extremismo y el terrorismo.

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