El observatorio de al-Azhar afirma que el doble rasero en el trato con los seguidores de las religiones representa un discurso de odio y extremismo horrible.
El Observatorio de al-Azhar expresa su fuerte desaprobación respecto al incidente de desgarrar y escupir sobre el Sagrado Corán por parte de una activista extremista en Noruega, que tuvo lugar, ante los propios ojos de la policía, dos días después de la quema del Sagrado Corán durante el transcurso de una manifestación de un grupo de extremistas en Suecia. El Observatorio afirma que dichos crímenes extremistas, a plena vista de la policía, es un claro indicio de su aprobación táctica de tales crímenes que se contradicen con todas las leyes y normas internacionales, y rechazadas por todas las religiones y las personas conscientes.
Asimismo, el Observatorio subraya que estos actos extremistas aumentan el odio y siembran el terror entre los miembros de la misma sociedad y podrían generar otros crímenes de odio más violentos. Pues, el atentado terrorista de Nueva Zelanda de 2019 fue un producto de tales delitos cometidos por los movimientos de extrema derecha que no son menos peligrosos que Daesh y las demás organizaciones terroristas. El Observatorio señala que ambos incidentes; la quema y el desgarro del Sagrado Corán es una provocación explicita de casi dos millones de musulmanes en todas las partes del mundo. Es una de las agresiones extremistas odiosas que se concuerda con los crímenes de Daesh y los grupos terroristas que no respetan la libertad de las religiones ni mucho menos las demás confecciones ni sus símbolos ni su legado sagrado.
Además, el Observatorio deplora las escenas abominables que se han emitido en muchos canales internacionales, sobre la reacción de la policía frente al incidente, ya que parecía como si fuera protector de dichas agresiones con el pretexto falso de garantizar la libertad de expresión de dichos extremistas. Este comportamiento se contradice con escenas posteriores que han mostrado un trato violento contra los opositores de dichos actos, llegando a detenerlos. Todo aquello demuestra el doble rasero de normas llevado a cabo por las autoridades en estos países, que podría representar una clara amenaza para el primer derecho del hombre que consiste en la igualdad y la justicia. De hecho, el observatorio subraya que este doble rasero en el trato con los seguidores de las religiones podría promover la incitación al odio y al extremismo. 
Por consiguiente, el Observatorio pide a las comunidades europeas que respeten todo lo sagrado de los musulmanes, acaben con los actos delictivos contra el Sagrado Corán, y dediquen máxima importancia para detener el ritmo creciente de tales actos extremistas que cometen los activistas de extrema derecha, que ofenden al Islam y a su patrimonio sagrado. Ya que, todo aquello genera un gran impacto negativo entre los musulmanes, no solamente en Europa sino en el mundo entero.
Asimismo, el Observatorio pide sanciones severas contra la posibilidad de ocurrir tales crímenes en el futuro, pidiendo que la comunidad occidental asuma sus responsabilidades frente a tales actos extremistas, que representan una grave amenaza para la paz de las sociedades, por lo que produce de odio, racismo, discriminación y terrorismo que Europa ha padecido durante la Edad Media y la ha convertido en un infierno.