Discurso del Gran Imán en Francia

  • | Thursday, 26 May, 2016
Discurso del Gran Imán en Francia

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En el nombre de Alá, el Compasivo, el Misericordioso

 

Alabado sea Allah, y la paz sea con su Mensajero- la paz y las bendiciones de Allah sean con él- con su familia y compañeros.

 

Señoras y señores diputados, científicos venerables, pensadores, políticos y religiosos:

 

La paz sean con todos ustedes,

 

En mi nombre, y en nombre del Consejo de los Sabios Musulmanes, me complace darles la bienvenida aquí en Francia, en su majestuosa capital de la literatura universal y la libertad de pensamiento, sede de la gran revolución iniciada en su rebelde territorio contra la injusticia y la opresión durante más de dos siglos. Eso gracias a la voluntad de su pueblo que liberó a Europa que ha sido restringida por cadenas y grilletes durante largos siglos.  

Estas cadenas y grilletes esclavizaron a Francia, a veces en nombre del poder, y otras veces en nombre de la religión o en nombre del feudalismo hasta que la Revolución Francesa se convirtió en una de las características más destacadas de la historia. 

Asimismo, la Revolución Francesa refleja la filosofía de la libertad y la civilización, iluminada por la mentalidad europea y la ayudó a salir del período de estancamiento y rigidez al horizonte de la creatividad en áreas relacionadas con la ciencia, la cultura, las artes, la democracia y los derechos humanos, etc. 

De este modo, la Europa contemporánea -caracterizada por los desarrollos sorprendentes en la ciencia el conocimiento, y sobre todo en la nobleza humana, debe mucho a la Revolución Francesa, y mucho mayor a Francia; es por eso saludamos cordialmente a este país y a todos los amantes del establecimiento de paz y justicia para toda la humanidad.

 

Estimados señores:

Este segundo encuentro entre los sabios de Oriente y de Occidente se produce después de la primera reunión, que tuvo lugar el 8 de junio de 2015, en Florencia, la ciudad del diálogo, del arte y de la cultura en Italia.

Durante dicha reunión, los Sabios de Oriente y de Occidente buscaron seriamente una solución a la crisis mundial. Personalmente, yo había señalado esta crisis en mi discurso en Florencia: "Continuar con el descuido de esta crisis sin buscar soluciones, así toda la humanidad va a pagar el precio de: estrago, destrucción, regresión y asesinato. El precio

pagado sería, quizá, más caro que lo sufrido en la Primera y Segunda Guerra Mundial durante la primera mitad del siglo pasado"1.

Seis meses después de mi preocupación- que ha sido un poco pesimista- París, la ciudad brillante y hermosa, experimentó una noche trágica cuando 140 víctimas de sus habitantes murieron en un santiamén, y otras 368 resultaron heridas tras un ataque terrorista, rechazado por el Este y el Oeste.

De hecho, este tipo de acciones se opone a la naturaleza humana, a las enseñanzas de religiones, a las costumbres y a las leyes.

Es posible que estén de acuerdo conmigo en que este trágico atentado en París, lo sucedido en Bélgica y los ataques más brutales y sangrientas que se llevan a cabo diariamente en el Este, cuyos habitantes sufren la masacre, el orfanato, el desplazamiento a ningún destino específico sin casa, sin comida, sin tapa, requerirá que los líderes y tomadores de decisiones del Este y del Oeste de asumir- ante la Historia y también ante Allah- todas sus responsabilidades de conciencia humana. 

Todos deben intervenir para hacer frente al terrorismo global y para poner fin al derramamiento de sangre, y la trituración de los cuerpos de los pobres, de sus hijos y de sus esposas, ofrecidos a los que juegan con el destino de los pueblos como sacrificios en los altares de estos corruptos que hacen caso omiso a la justicia celeste; esta justicia que les deja para un tiempo pero ciertamente nunca olvida.

En este contexto, exigimos al mundo para hacer frente a los intentos de judaizar la primera Qiblah, el tercer lugar más sagrado para los musulmanes- la Mezquita de al-Aqsa- y poner una resolución justa e integral para la cuestión palestina; debido a que la resolución de esta cuestión representa- desde nuestra perspectiva- la clave de los principales problemas que dificultan la confluencia de Oriente y Occidente; y aumentan la separación entre los pueblos, y que  alimentan choque de civilizaciones.

 

Estimados sabios venerables:   

Hoy, Oriente y Occidente no están en forma aislada uno al otro, como lo estaba en el siglo pasado. El Este ya no es este desconocido aterrador, que se extienden sus extremidades en el ultramar, como fue imaginado por los occidentales. Tampoco, el Occidente ya no es el modelo extraño que pueden evitarlo los orientales tanto musulmanes como cristianos. Ambos se acercaron, y se han involucrados la dimensión y la distancia, y han desaparecido las barreras. Los musulmanes emigraron y se establecieron en el Oeste, que se convirtió en su única patria. Las filosofías de los patrones políticos y sociales de Occidente y su vida cotidiana se instalaron en la mente de los musulmanes; por lo que han sido influenciados sus visiones, perspectivas y una fracción considerable en sus métodos de su comportamiento y sus acciones.  

Las doctrinas sociales como el liberalismo, el nacionalismo y las corrientes de izquierda siguen formando en la mente de muchos

intelectuales y políticos orientales; tal vez más fuerte que en la mente de occidentales después de que estas doctrinas comenzaron a retroceder en la mente de los árabes el impacto de la globalización que conduce al mundo con una filosofía que permite su división en Este y Oeste, diferenciando así entre ellos en lo referente a su cultura, civilización, religión e idioma. 

Creo que esta globalización no puede ser una solución a la tensión y el acecho mutuo entre las relaciones de Este y Oeste; tampoco será paso más en el camino del encuentro y la cooperación para conseguir la paz mundial y facilitar la felicidad para toda la humanidad, sino constituye una nueva etapa en el camino de conflictos cuyo resultado será la destrucción de la identidad de las peculiaridades naturales de los pueblos que Allah creó, y que cualquier pueblo no puede prescindir. 

Hay que pensar, estimados sabios, en la universalidad en vez de la globalización, dicha universalidad que expresaron anteriormente los jeques de al-Azhar en el pasado siglo después de las dos guerras mundiales; como una solución para hacer frente contra la división del mundo por conflictos y guerras. 

Será exhaustivo hablar sobre la Universalidad del Islam y su visión que considera al mundo como una sola sociedad, en la que la seguridad y la paz es una responsabilidad común de sus miembros. Se me ocurre ahora un hadiz del Profeta- la paz y las bendiciones de Allah sean con él- que conseguiría abreviar todo lo dicho: «Un ejemplo de quien respeta los cánones y prohibiciones de Dios y el quien los viola, es como una gente que se sortearon quedarse en una parte de un barco. A unos les tocó la

parte de arriba y los demás la otra de abajo. Como los de la parte baja debían subir- y por lo tanto hacer incomodar a los de la parte alta- para traer agua-, y pensaron así: Si hacemos un orificio aquí abajo pues no haríamos molestias a la gente de arriba. Si la gente de arriba los dejan hacerlo, todos perecerían pero si los detienen todos se salvarían». 

En esta tradición del profeta, no debemos limitar solamente nuestra interpretación del término de "los preceptos y prohibiciones de Allah" a las sentencias religiosas de las sociedades islámicas, sino que debemos entenderla dentro del marco abundante que acentúa el concepto de la Universalidad del Islam. Allah ha trazado preceptos tanto especiales como globales para todo el universo, como por ejemplo la justicia, la igualdad y la fraternidad entre todos los humanos; ya que todos pertenecemos a un solo padre y a una sola madre. Así que las diferencias existentes entre nosotros son de variedad, reconocimiento mutuo y fraternidad. Si alguien desobedece a los órdenes trazados por Allah, todos debemos aconsejarle porque si no, la humanidad se perecería, y esto es lo que actualmente advierten los sabios en Oriente y en Occidente.     

Ahora bien, la Universalidad que anhelamos como alternativa de la globalización para salvar los dos extremos del mundo de las tragedias actuales que sufren el Oriente Medio y Próximo, nos impone a los orientales repasar nuestra comprensión de Occidente y la evaluación de su cultura, asimismo explorar los valores que tenemos en común, aprovechar la humanidad para establecer relaciones basadas en cooperación; y que nuestra visión a Occidente debe ser objetiva y fundada en el principio de influencia y efecto; y la filosofía de reconocerse e integración. Debemos aplicar la norma sustancial en la relación entre los musulmanes y los no

musulmanes en una misma patria, la que los niños de escuela deben concebir: "Tanto musulmanes y no musulmanes tenemos los mismos deberes y derechos". 

Hermanos míos, 

El tiempo dedicado a mis discurso no cabe alargarme para tratar la cuestión que creo que es el inicio apropiado para el encuentro entre Oriente y Occidente; es decir la integración de los musulmanes en sus naciones europeas, donde  nacieron y formaron parte inseparable de su sociedad, cultura y política, la cual se convirtió en un obstáculo en el camino de la ciudadanía total que es el elemento principal de la fuerza de la sociedad europea. 

Se elaboraron muchos estudios y se celebraron más de una conferencia sobre el  fenómeno de integración positiva, y todos registran la vacilación de muchos musulmanes a integrarse en sus nuevas sociedades por temor de perder su identidad religiosa y también por la premonición de las sociedades europeas de arriesgar su civilización si abrieran la puerta a unas personas de religión y cultura diferentes. Los analistas han observado algunos obstáculos en ambos lados, el islámico y el europeo, que siguen aumentando las barreras y la marginación que fue una razón principal que alivió la integración de muchos jóvenes musulmanes europeos en los corrientes terroristas.   

Una de estas barreras tan graves en el proceso de integración de los musulmanes es la pertenencia regional, racial y sectaria que les sigue en Europa y hace que sea difícil integrarse en sus sociedades, incluso, con

los otros musulmanes que viven en la misma sociedad y creen en la misma fe. También otro obstáculo sustancial son las llamadas- en nombre de la religión- para aislarse de la sociedad europea y limitarse a integrarse solamente en el caso urgente. 

En cuanto a la parte europea, pues uno de sus obstáculos son los materiales de información negativos que son ofensivos para los musulmanes y la percepción errónea de la comunidad europea, como lo hicieron los autores de los dibujos abusivas del Profeta ignorando totalmente el rango de la religión y el prestigio que tiene el estatus de los profetas en los corazones de los musulmanes- y la confusión entre la verdadera imagen de las sociedades islámicas orientales y las escenas de sangre y cadáveres en las zonas de conflicto. Otro obstáculo, examinado por los investigadores, es la politización de la existencia islámica en Europa y utilizarla en el campo de elecciones para ganar más votos, lo que se refleja negativamente en las relaciones entre los europeos y sus compatriotas.   

Por eso sugiero que la "integración positiva" sea el tema de nuestro encuentro siguiente, que será el tercero de los sabios de Oriente y Occidente, y eso en el espacio y el tiempo, que se anunciará más adelante, si Dios quiere.  

Hasta que nos encontremos para debatir este concepto, llamo a los musulmanes en Europa a darse cuenta de que son ciudadanos de su sociedades, y que la ciudadanía completa no contradice con la integración que garantiza la identidad religiosa. Tomad como modelo al Profeta que bajo su liderazgo se fundamentó el Documento de Medina, primera

constitución de la historia humana que ha consolidado el principio de ciudadanía e igualdad en los derechos y los deberes entre ciudadanos de diferentes religiones y razas. 

Cabe decir que algunas de las leyes europeas que contradicen con la legislación islámica no deben constituir una barrera que lleva al aislamiento negativo  ni a retirarse de la sociedad social. Y si algunas de estas leyes obligan a los musulmanes a realizar conductas contrarias de la religión, entonces deben cumplir plenamente recurriendo a leyes que les garanticen el derecho de vulnerabilidad de estas leyes y pedir modificarlas.      

Quiero dirigir un anunciado final a los imanes y a todos los que participen en dirigir discursos a los musulmanes aquí en Europa: "Ya es el momento para sustituir la jurisprudencia de las minorías por la de integración y convivencia. Hay que recordar – e incluso difundir- las bases de jurisprudencia que constatan que la fetua se cambia según el cambio del tiempo, de las condiciones y de las personas. Hay que tener en la mente que los mandatos dependen de la capacidad de la gente; que el Islam es una religión fácil; que el musulmán es ordenado a cumplir sus promesas y contratos; y que no le vale la religión a quien no tenga honestidad... Me dirijo a cada musulmán en cualquier lugar del mundo: Ten en cuenta que la gente es como tu hermano, sea en la religión o en la humanidad.

 

¡Gracias por su atención! y ¡Que la paz de Allah sean con todos ustedes!

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