Todas las alabanzas pertenecen a Al-lah. ¡Que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con nuestro profeta Muhammad, con sus familiares, con sus compañeros y con todos aquellos que le siguen con benevolencia!
El Islam siempre ha procurado proteger el alma humana, y, para ello, ha recomendado e incluso obligado a los musulmanes tomar todas las medidas necesarias para preservar la salud. A este respecto el Mensajero dice: «cada enfermedad tiene su terapia, y si el medicamento está disponible para una en particular, el paciente se curará con el permiso de Al-lah ». Y en este mismo sentido dice: “¡Cúrense siervos de Al-lah! (de todas las enfermedades), pues Al-lah no ha enviado ningún padecimiento sin enviar también una cura para él”.
No obstante, la ley islámica prohíbe la medicación con sustancias perjudiciales o contrarias a las establecidas por el Islam. El Profeta dice: “Ni perjuicios, ni represalias”, y en otra ocasión subraya que: “Al-lah no ha enviado a la humanidad ninguna enfermedad sin una cura para ella. Para cada dolencia hay un remedio. Por lo tanto, búsquenlo, pero no pretendan hacerlo con lo prohibido”. Es sabido que el Islam prohíbe tajantemente el consumo de la carne de cerdo. Refiriéndose a esto, Al-lah dice: “Les es prohibido la carne del animal hallado muerto, la sangre, la carne de cerdo” (Corán 05:03); “Di: "No encuentro en lo que me ha sido revelado otra cosa que se prohíba comer excepto la carne del animal muerto por causa natural, la sangre derramada, la carne de cerdo porque es una inmundicia, y lo que haya sido ofrendado invocando otro nombre que no sea el de Dios” (Corán 06:145). Asimismo, el Profeta dice: “Al-lah y su Mensajero han prohibido la venta de alcohol, carne muerta, cerdos e ídolos”.
En este contexto, los eruditos musulmanes prohíben por unanimidad el uso de cualquier parte del cerdo por ser impuro, (Véase Ibn Al-Qattan, Al-iqna´). A pesar de que la norma general es la prohibición del consumo de todo o parte del cerdo, se puede utilizarlo en casos de extrema necesidad, siempre y cuando no haya alternativas lícitas, basándonos en lo que dice Al-lah en el Corán, “Mas quien se vea obligado a ingerirlos por necesidad extrema, sin la intención de desobedecer ni de traspasar los límites, no comete ningún pecado.” (02:173).
Por tanto, con respecto a esta cuestión hay dos reglas jurisprudenciales de la sharía: “el daño debe eliminarse” y “si hay contradicción entre dos cosas dañinas, habrá que elegir la menos perjudicial manteniéndose alejados de la otra”.
Esta opinión está avalada por más de un ulema, tal y como lo confirma el Imam An Nawawi: “si al ser humano se le rompe un hueso, y necesita ponerse una férula o escayola, deberá hacerlo con huesos puros para reparar la fractura, y le será prohibido utilizar un material impuro. Asimismo, conforme An-nawawi, no está permitido usar huesos impuros cuando pueden encontrarse otros puros para reparar la rotura.
Sin embargo, el Imán Al-Ruyani dijo: "Si se le rompe el hueso de una persona y necesita trasplantarlo con otro hueso habrá que hacerlo con huesos puros de un animal cuya carne es halal. Pero señaló también que si se le saca a una persona un diente y quiere reemplazarlo por otro diente de un animal impuro: perro, cerdo o animal muerto; deberá mirar cada caso por separado: si se encuentra en extrema necesidad estará permitido; si no, no se le permitirá el trasplante”. "véase Bahr al-madhab, v. I, p. 94".
Por su parte el imán Shihabuddien Annafraui opina que: “no se permite usar ninguna parte del cerdo, sea carne, cuero, o hueso, en el caso de que no esté obligado a hacerlo; excepto los pelos del animal aunque fuera de cerdo, pues se puede utilizar después de ser cortado, porque de ese modo se considerará puro”. (Al-fauakih Addauani, v. II, p. 287)
Por todo lo anterior, se concluye que la medicación con cualquier parte del cerdo, así como es el caso de trasplantar su riñón al ser humano, está prohibido, excepto si se encuentra el paciente en extrema necesidad, pues se le permite hacerlo con dos condiciones: la inexistencia de una alternativa pura; y que el daño causado de hacer el trasplante sea menos que el no hacerlo, tomando en consideración la opinión de médicos de confianza, evitando al mismo tiempo las graves consecuencias en la salud del paciente .
Además, hay que señalar que el proceso del trasplante de riñón de cerdo al humano sigue siendo en su fase experimental.
¡Al-lah sabe mejor!
¡Que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con nuestro profeta Muhammad, con sus familiares, con sus compañeros y con todos aquellos que le siguen con benevolencia!