Los delitos de odio en España y las estrategias de afrontamiento

  • | Tuesday, 15 March, 2022
Los delitos de odio en España y las estrategias de afrontamiento

     El discurso de odio y el racismo se están extendiendo por todas partes del mundo, esto condujo a que muchas sociedades se enfrentaran a niveles complejos de odio e intolerancia, en particular el aumento del odio contra el Islam y los musulmanes. Sin duda, la difusión del discurso de odio, especialmente con el uso frecuente de las redes sociales que facilitan la comunicación global de manera inmediata y sin censura alguna, es el factor principal que provoca el aumento de delitos de odio y agresión contra ciertos grupos de la sociedad. Asimismo, los medios de comunicación occidentales contribuyen a la difamación del Islam y los musulmanes, especialmente tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, vinculando el Islam con el terrorismo, lo que ha causado muchos actos de violencia contra ellos. 
Por otra parte, la ideología de extrema derecha representa una verdadera amenaza para la seguridad y la estabilidad de las sociedades: es uno de los mayores retos a los que se enfrenta el mundo actual, y además, es un fenómeno aplicado por varios partidos políticos, "Vox" quizá el partido político más destacado en España que adopta una estrategia racista. Pues no oculta en ninguna ocasión su fuerte hostilidad hacia los musulmanes e inmigrantes, lo que confirma su afán por fomentar el odio y la hostilidad contra ellos. A partir de esta situación, hay que enfrentarse a la creciente amenaza de la extrema derecha para proteger la cohesión de las sociedades, ya que el discurso del odio causa el miedo, el odio y la desconfianza entre los miembros de dichas sociedades, y por lo tanto, motiva la agresión contra los musulmanes.
Existen algunos factores que contribuyen a que las minorías sean objetivo del discurso de odio en las redes sociales, por ejemplo. Dicho discurso podría ser realizado y alimentado por ciertos individuos o grupos contra otros individuos o grupos que difieren de la mayoría en género, idioma o religión, y las causas profundas del odio a menudo se encuentran en diferencias puramente étnicas o religiosas. 
Los factores que contribuyen a la difusión del odio es que los sistemas jurídicos no incluyen descripciones claras sobre el contenido de la antipatía o la práctica del racismo, lo que indudablemente constituye una incitación a la hostilidad que podría conducir a los ataques violentos contra las minorías, algo que da luz verde a los partidos políticos de extrema derecha para que divulguen el odio y practiquen el racismo. Es necesario que los gobiernos busquen medios eficaces para proteger los derechos de los grupos minoritarios, garantizar su integración en las sociedades, y crear la atención institucional necesaria para sus problemas.
Aunque las autoridades gubernamentales tienen la responsabilidad primordial de combatir la incitación al odio racial y proteger a los miembros de la sociedad de los crímenes brutales, los ciudadanos a su vez tienen que cooperar con los gobiernos para frenar la propagación de este discurso, ya que es necesario redoblar los esfuerzos para a fin de prevenir las tensiones y los actos de violencia que dañan el tejido social. Las organizaciones gubernamentales y las no gubernamentales tienen que presentar un discurso de concienciación al público y educarle acerca del peligro del racismo y la intolerancia, publicar los mensajes positivos que llamen a la paz y la tolerancia a través de plataformas electrónicas, y reportar cualquier publicación que difunda rumores o falsas informaciones en las redes sociales.
Asimismo, los gobiernos deben apoyar a las personas o grupos minoritarios, resolver sus problemas y asegurar su integración en la sociedad. En definitiva, los gobiernos, la sociedad civil y la comunidad internacional también deben tomar todas las precauciones y estar en constante vigilancia para recibir las primeras señales relacionadas con el odio y la violencia: cuando se pronuncian las primeras palabras de incitación a la aversión; o cuando los medios de comunicación empiezan a promover estereotipos negativos. Asimismo, los gobiernos deben formar equipos especializados para combatir el discurso de odio a través de las redes sociales, intentando crear conciencia sobre el racismo y la discriminación por las plataformas en apoyo de las actividades nacionales y regionales encaminadas a promover y proteger los derechos de las minorías.
En cuanto a la situación en España, y como resultado de un amplio estudio elaborado por la Universidad de Salamanca para analizar el fenómeno de la xenofobia en Europa analizando los tuits de los europeos en Twitter, el discurso de odio en España es menos grave en comparación con otros países europeos. Cabe señalar que las actitudes en España hacia los inmigrantes son mucho mejor que en muchos otros países y que, en general, España puede considerarse uno de los países tolerantes y solidarios con los refugiados e inmigrantes, según el diario español "La Vanguardia". El estudio indica que España tiene menos mensajes de este tipo, ya que el número de estos mensajes se disminuyó entre 2015 y 2020, con un ligero incremento durante 2019, y luego volvió a disminuirse en 2020.
Por su parte, el Observatorio de Al-Azhar contra el Extremismo afirma que la difusión del discurso de odio y la incitación a la violencia contra determinados grupos de la sociedad es totalmente rechazada desde una perspectiva religiosa y social, ya que contradice las enseñanzas de todas las religiones que fomentan la tolerancia y la paz. Por lo tanto, el Observatorio intensifica la necesidad de endurecer los procedimientos y desarrollar políticas a través de las redes sociales para afrontar la difusión de ideas y mensajes extremistas que incitan a la violencia y hostilidad, y amenazan la paz y la estabilidad de las sociedades.
 

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