La violencia es un fenómeno común que se practica en varias sociedades, un fenómeno que se ha convertido en un problema muy grave y preocupante para todos. ¡Nadie está a salvo! 
 La violencia se trata del uso de la fuerza o el abuso de poder para humillar a alguien o imponerle algo. Esto se refleja a través de la fuerza física, las acciones verbales y gestuales, la inacción o el silencio como gesto de desprecio. 
 En este sentido, el Islam prohíbe todo tipo de violencia, porque es una forma de agresión e injusticia. Y según nuestra sharía, el autor de la violencia es un pecador que será castigado por Al-lah y abandonado por la gente.
 Sin embargo, cuando la violencia se comete por motivos de autodefensa, será lícita, así como la defensa de la propiedad, del dinero, del honor y de la patria, y la lucha contra los invasores coloniales, los enemigos de la religión y de la patria. Es decir, autodefenderse se convierte en dichos casos en un deber religioso. Son varios los textos religiosos que subrayan esta cuestión. En este contexto Al-lah, Enaltecido sea, dice: “Pero no os excedáis, porque Al-lah no ama a los agresores” (Corán, 2:190). 
 La amabilidad es un gran valor que el Islam nos incita a mantener siempre en el corazón. El Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dice: “Al-lah es amable y ama la amabilidad, y da por la amabilidad lo que no da por la violencia” y dice también: “Cuando la amabilidad se coloca en una cosa la embellece, y cuando se quita de una cosa la deshonra”. 
 Es paradójico que los países que acusan al Islam de ser una religión violenta son los mismos verdaderos agresores que, durante muchos años, han estado agrediendo e invadiendo otros pueblos con fines de apropiación de sus bienes entre otras cosas. Pero, hoy día se han olvidado de todo, pues pretenden ser los jueces de este mundo, lo que nos hace plantear la siguiente pregunta: ¿Quiénes son los autores de las Cruzadas, las Guerras Mundiales y del imperialismo que humillaba la mayoría de los pueblos del planeta? ¿Quién mató a millones de inocentes y destruyó países enteros para hacer reales sus sueños de dominar el mundo? Son interrogaciones fáciles de responder, pero difíciles de olvidar. 
 El Islam nunca, en ningún momento llamó a la violencia, sino es, como se desprende de su significado árabe, es paz y compasión, rechaza todo tipo de violencia y agresión contra los individuos, las sociedades y los Estados.  
 Asimismo, el Islam nos ordena mantener la tolerancia y difundir el mensaje de amor, paz y respeto hacia los demás. Al-lah, Enaltecido sea, dice: “Al-lah no os prohíbe hacer el bien y tratar con justicia a quienes no os han combatido por causa de la religión ni os han expulsado de vuestros hogares, porque Al-lah ama a los que actúan con justicia” (Corán, 60:8).
 El Observatorio Al-Azhar Contra el Extremismo siempre busca corregir este concepto erróneo con el cual muchos desviados intentan acusar al Islam. En este contexto, el Observatorio subraya que la violencia es un comportamiento inaceptable y reprobable por el Islam y por todos los musulmanes, porque es corrupción e injusticia que el Islam no aprueba de ninguna forma. 
 Finalmente, el Observatorio afirma también que la base principal del llamamiento al Islam es la compasión, la indulgencia y la misericordia. Al-lah, Enaltecido sea, dice: “[Oh, Mohamed] Por misericordia de Al-lah eres compasivo con ellos. Si hubieras sido rudo y de corazón duro se habrían alejado de ti; perdónalos, pide perdón por ellos, y consulta con ellos los asuntos públicos. Pero cuando hayas tomado una decisión encomiéndate a Al-lah, porque Al-lah ama a los que se encomiendan a Él”. (Corán, 3:159).