El diario estadounidense, "Foreign Policy", indicó en su Informe titulado "El regreso del terrorismo a la escena internacional desde el continente africano" (6 de mayo de 2022), que algunas prácticas e ideas políticas, la pobreza, la política de marginación, y la debilidad de los gobiernos pueden ser las principales razones del regreso de las organizaciones terroristas nuevamente, y que dichas organizaciones podrían aprovechar estas políticas para atraer y reclutar al mayor número posible de jóvenes. Asimismo, podría ser una oportunidad para ellos en el momento actual, especialmente después de que la mayoría de los países levantaran las restricciones de precaución relacionadas con el brote de la epidemia del Coronavirus.  
Entre las transformaciones más destacadas que muestra el informe se encuentra la ocurrencia de más ataques terroristas y menos muertes; pues en 2021, alrededor de (7142) personas murieron en ataques terroristas, lo que representa una ligera disminución con respecto al año anterior, lo cual indica que el número de víctimas ha disminuido en un tercio desde su pico en 2015  Pero, por otro lado, ha habido una escalada en el ritmo de los ataques, que saltó un 17% para llegar a (5.226) operaciones terroristas en 2021, que es el número más alto registrado desde 2007, cuando el Índice Global de Terrorismo (GTI) comenzó a rastrear los ataques terroristas.
El informe también indicó que la razón principal del aumento de las operaciones terroristas es la violencia que existe en la región africana del Sahel y la inestabilidad en varios países como Afganistán y Myanmar. Los principales hallazgos del Índice de Terrorismo Global incluyeron la afirmación de que el África subsahariana se ha convertido en un semillero de terrorismo global, y esto ocurre en un momento en que la organización terrorista ISIS está tratando de expandirse en la región junto con la presencia de la organización terrorista Boko Haram, siendo Afganistán el país más expuesto al terrorismo en el mundo, y esto no significa en absoluto que los tradicionales focos y lugares de tensión como Oriente Medio o África Oriental se salven de atentados terroristas.
El informe también señaló que la propagación de la ideología extremista y el terrorismo está estrechamente relacionada con las condiciones sociales y económicas, ya que las organizaciones terroristas siempre explotan el sentimiento de privación y exclusión social entre muchos jóvenes para reclutar a tantos como sea posible. En este sentido, la organización terrorista ISIS siempre promete, por ejemplo, a la juventud europea descontenta con "nueva vida y oportunidades", y  Boko Haram proporciona enormes salarios en la región del Sahel para reclutar a tantos jóvenes como sea posible. 
El informe agregó que la brutalidad extremista, como vimos de la organización terrorista ISIS en Irak, se utiliza como método para presionar a los jóvenes reclutas, que temen las terribles consecuencias de tratar de dejar el país controlado por estas organizaciones terroristas, que siempre buscan “brindar un fuerte sentido de pertenencia a las personas privadas de sus derechos”. Por lo tanto, el levantamiento de las restricciones y medidas cautelares impuestas por la mayoría de los países después de tres años de agitación social y económica podría conducir a una escalada de la actividad terrorista en varios países, especialmente si se cumplen las condiciones básicas que conducen a la propagación del terrorismo y el extremismo. Ya que, años de inestabilidad económica y social han llevado a altas tasas de desempleo entre los jóvenes, y luego armando a la mayor parte de ellos con ideología extremista.
Con respecto a las organizaciones terroristas, el Índice de Terrorismo Global clasificó a ISIS como la más mortífera entre las organizaciones terroristas, destacando su expansión a través de sus organizaciones afiliadas en la región africana del Sahel, lo que convirtió a esa región en un foco para el resurgimiento de actividades terroristas. El informe destacó que la región del Sahel -que incluye a Burkina Faso, Camerún, Chad, Gambia, Guinea, Mauritania, Malí, Níger, Nigeria y Senegal- constituye una "preocupación crítica", ya que la tasa de mortalidad por terrorismo ha aumentado a más de (1000%) desde 2007, y aproximadamente la mitad de las muertes por terrorismo a nivel mundial el año pasado ocurrieron en el África subsahariana, particularmente en el Sahel.
La expansión de la actividad terrorista de ISIS fue la razón principal detrás de la escalada del terrorismo en muchos países del Sahel, ya que la cantidad de muertes causadas por el terrorismo en Níger se duplicó en 2020 a (588) muertes, y la proliferación de organizaciones leales a ISIS y organizaciones vinculadas a al-Qaeda transformó a África en el epicentro del terrorismo. El Índice clasifica a los países más afectados por el terrorismo según la cifra de ataques dentro del país, el número de víctimas y heridos en cada operación, y el alcance de la destrucción infligida a este país, siendo Afganistán, Irak y Somalia a la cabeza de la lista desde 2019, mientras que Pakistán cayó en 2021 del nivel ocho al diez, aunque puede cambiarse, dada la escalada de la actividad terrorista dentro de Pakistán después de la toma de control de Afganistán por parte de los talibanes.
Por su parte, el Observatorio de Al-Azhar contra el Extremismo considera que la eliminación de las organizaciones terroristas requiere una intensa cooperación entre todos los países y gobiernos, y la coordinación entre ellos para asediar las organizaciones terroristas y secar sus fuentes de financiación. Destacando al mismo tiempo la necesidad de desarrollar una clara estrategia africana para eliminar esta amenaza, de modo que el territorio del continente africano no se convierta en un caldo de cultivo para elementos terroristas que no dudarán en destruir la estabilidad de los países africanos.