Los refugiados en África como víctima de la ola mundial de subida de precios

  • | Wednesday, 25 May, 2022
Los refugiados en África como víctima de la ola mundial de subida de precios

     El mundo está sufriendo una gran crisis, especialmente tras la guerra entre Rusia y Ucrania, y el aumento de los conflictos globales en general, que tuvo un impacto negativo en la economía mundial, y provocó un gran aumento en los precios de muchos alimentos, especialmente en países que dependen principalmente de la importación de una gran proporción de los alimentos. Puesto que, los alimentos has experimentado un salto a la luz del gran nivel que alcanzó el precio del trigo, teniendo en cuenta que Ucrania y Rusia aportan un 30% de las exportaciones mundiales de trigo.
A su vez, el aumento de precios conduciría a mayores riesgos de la inseguridad alimentaria en los países más pobres, como es el caso de algunos países de África y el Oriente Medio. En este sentido, David Malpass, presidente del Banco Mundial, afirmó que este alza récord de precios ha empujado a la pobreza a cientos de millones de personas. Asimismo, las Naciones Unidas advirtieron, a principios de abril de 2022, que unos 50 países de África y el Medio Oriente enfrentan el espectro del hambre como resultado de la guerra.
Por su parte, el periódico "Financial Times" publicó un informe sobre las repercusiones de la guerra actual en la seguridad alimentaria en Oriente Medio y el Norte de África, donde Gilbert Hongbo, presidente del (FIDA) de las Naciones Unidas, explicó que el impacto del aumento de precios y la escasez de cultivos es evidente en Oriente Medio y África, y esto puede empeorar el hambre y la pobreza, con graves repercusiones para la estabilidad mundial. Asimismo, Farid Belhaj, vicepresidente del Banco Mundial para el Oriente Medio y África del Norte, señaló en el mismo informe que la amenaza de los variantes del Covid-19 todavía existe, pero la guerra en Ucrania ha duplicado los riesgos, especialmente para los pobres.
Con respecto a la situación de los refugiados ante esta crisis demoledora, resulta que ellos se encuentran como la población más vulnerables y los primeros en verse afectados por los efectos del aumento de los precios, en un momento en que los países y las sociedades aún sufren las repercusiones económicas provocadas por Coronavirus. En este contexto, ACNUR ha advertido que millones de familias desplazadas en África Oriental y otros países del Oriente Medio caerán en el hambre a medida que las raciones de alimentos disminuyeron debido a las presiones a las que se ven sometidas, y al aumento de  precio de los alimentos y combustible, como en Kenia, Sudán, Tanzania, Uganda, Libia, Siria, Líbano, y Yemen que representa el caso más trágico donde hay más de 16 millones de personas que sufren una grave escasez de alimentos. 
Según las estadísticas de las Naciones Unidas, el número de refugiados en África Oriental casi se ha triplicado, de 1,82 millones en 2012 a casi 5 millones en la actualidad. Y, lo que llama la atención es que este gran aumento en el número de refugiados no fue acompañado con un aumento en las ayudas, por el contrario, se han reducido las raciones de alimentos y los suministros médicos esenciales, especialmente después de las repercusiones negativas de la última ola mundial de subida de precios causada por la guerra. Lamentablemente, este aumento de precios y la escalada de los conflictos diseñan un futuro miserable para millones de refugiados y desplazados, o sea, este estado de inseguridad alimentaria provocará un grave desastre humanitario que puede a su vez crear un entorno propicio para la violencia y el odio, de modo que causaría una gran indignación, especialmente entre los jóvenes, y en consecuencia, caerían como presas fáciles en manos de los grupos terroristas.
Por otra parte, no podemos pasar por alto la situación de los refugiados y desplazados en los campamentos; se encuentran como primera víctima del recorte de las raciones de alimentos, incluso después de la interrupción de la asistencia de las Naciones Unidas debido a los altos precios, lo que agravó la situación desesperada de millones de personas que han sido obligados a abandonar sus hogares y cuentan con la ayuda para sobrevivir. Los campamentos conocidos como “campamentos de viudas” en Siria se destacan como uno de los escenarios de esta crisis humanitaria, donde viven cientos de mujeres con sus hijos y tienen un acceso muy limitado a la asistencia humanitaria. El informe de "World Vision" describe las difíciles condiciones de vida en estos campamentos, donde cerca del 88% de las mujeres sufren la falta de servicios básicos; atención médica, viviendas adecuadas y protección, de modo que la desesperación se ha apoderado de ellas. Sus hijos tienen un destino peor, puesto que los mayores de 11 años se ven obligados a abandonar los campamentos y cuidar de sí mismos afuera. Como resultado, se reclutan por los grupos terroristas o entran en el mundo del crimen, es su única opción para sobrevivir. En este sentido, Eleanor Monbiot, directora regional de "World Vision" para Oriente Medio y Europa del Este, subrayó que los niños son los que pagan el precio más alto de la guerra, siendo los más afectados por las privaciones económicas y las condiciones de vida de sus madres.
Por su parte, el Observatorio Al-Azhar contra el Extremismo, afirma que las guerras y los conflictos son una puerta para la devastación, la pobreza y la propagación de enfermedades, como resultado de las condiciones inhumanitarias que viven millones de refugiados y desplazados. Si no hayan guerras, millones de personas no se habrían visto obligadas a abandonar sus países de origen y encaminarse hacia un oscuro destino privado de seguridad, alimentos, salud, educación y todo lo que ayude a una persona a vivir con normalidad. Por lo tanto, el observatorio hace un llamado al mundo a no dar la espalda a los refugiados y, en particular, a los más vulnerables que tienen acceso muy limitado a oportunidades de subsistencia para sobrevivir.
Por otra parte, el observatorio recomienda aprovechar los refugiados, como una riqueza humana para mover la economía y su crecimiento, en vez de establecer campamentos para separarlos del mundo natural donde se supone vivir. Esta riqueza humana puede usarse mediante su integración y su capacitación en los distintos sectores de agricultura, industria, comercio, etc., además de otorgarla un conjunto de derechos que esfuerzan si integración para incorporarse al mercado laboral en el país receptor, convirtiéndose en elementos activos dentro de la sociedad. En resumen, esa integración al mercado laboral no beneficia solamente a los refugiados, sino que revitaliza la economía del país y amplía sus campos, y transforma a los refugiados de una carga económica en una oportunidad para desarrollar la economía.
En conclusión, el Observatorio destaca que esta responsabilidad recae en los gobiernos y todas las instituciones de la sociedad civil. Esto  requiere planear una estrategia clara y urgente para aliviar el sufrimiento de  los refugiados, concretamente después de la ola mundial de subida de precios causada por la guerra entre Rusia y Ucrania. Es una cuestión humanitaria que requiere la solidaridad de todos. Asimismo, el Observatorio subraya que las soluciones radicales que la comunidad internacional debe poner en marcha es esforzarse seriamente para poner fin a las guerras y los conflictos porque son la raíz de todas las crisis.
 

Print
Categories: Artículos
Tags:
Rate this article:
No rating

Please login or register to post comments.