Las agencias de noticias locales de Nigeria informaron que hombres armados llevaron a cabo una explosión y abrieron fuego dentro de la iglesia católica St. Francis en el suroeste del país, mientras los fieles se reunían allí el día de Pentecostés, matando a casi 50 personas, incluidos niños.
Este ataque no es el primero de este tipo. A principios de este año, los terroristas de ISIS incendiaron una iglesia local en la aldea nigeriana de Welthia, y quemaron varios automóviles y propiedades de ciudadanos cristianos, coincidiendo con el lanzamiento de una campaña de propaganda de una de las organizaciones terroristas, instando a sus miembros a centrar los ataques contra los cristianos del mundo, con motivo de las fiestas navideñas y la llegada del Año Nuevo.
El Observatorio de Al-Azhar cree que este ataque se produce en medio de una escalada de violencia y un aumento de secuestros en el país. Los ataques de bandas armadas y organizaciones extremistas están aumentando, mientras el país se prepara para celebrar las elecciones generales el próximo año.
Cabe señalar que el pueblo nigeriano es un pueblo creyente por su naturaleza y no acepta que se subestimen sus sentimientos religiosos, incluidos los musulmanes y los cristianos. Por lo tanto, las organizaciones terroristas allí desempeñan un papel sospechoso y se esfuerzan por dinamitar la identidad religiosa del pueblo nigeriano y propagar el caos entre la población.
Al mismo tiempo, el Observatorio Al-Azhar denuncia los recientes ataques a las iglesias en Nigeria y lugares de culto en general, calificándolos de acciones bárbaras y brutales, subrayando que los mensajes divinos criminalizan toda forma de violencia cometida por estos terroristas que falsamente lo hacen en nombre de la religión. El Observatorio subraya, asimismo, la necesidad de tomar las precauciones necesarias y aumentar las contramedidas de seguridad por parte de las autoridades para reducir este peligro.