La Unidad de Lenguas africanas siguió durante el mes de junio de 2022 con gran interés y preocupación las actividades de organizaciones terroristas cuyo número alcanzó (24) operaciones (entre explosiones y asesinatos), que resultaron en la muerte de al menos 336 personas y otras 13 heridas, una cifra relativamente menor que la del mes de mayo pasado, que llegó a (43) operaciones, que causaron la muerte de (508) personas, (111) heridas y (155) secuestros. El descenso del número de operaciones se debe a los avances logrados en materia de seguridad y a los planes eficaces que han implementado las fuerzas gubernamentales frente a estas organizaciones extremistas.
La región de África Oriental y el Cuerno de África, donde actúan el movimiento somalí “Ash-Shabab” y la organización “Ansar As-Sunna”, fue testigo este mes de dos atentados sucesivos reivindicados por el movimiento “Ash-Shabaab”, contra una Patrulla de la policía de Kenia, que resultó en muertos y heridos de las fuerzas atacadas, sin saber el número exacto de bajas o heridos. En Somalia, las fuerzas gubernamentales estaban preparadas para repeler cualquier intento del movimiento "Ash-Shabab", y tomaron la iniciativa de infligir dolorosos golpes contra el movimiento terrorista, ya que llevaron a cabo operaciones militares que condujeron a la neutralización de más de 247 de los terroristas del movimiento y el arresto de otros 4.
En cuanto al Sahel africano, el terrorismo ejerce una presión cada vez mayor sobre los países de la región, lo que puede exacerbar las tensiones locales y alimentar las debilidades en el desarrollo social y económico, las capacidades estatales y, en algunos casos, las fuerzas de seguridad y defensa. Fue objeto de varios ataques terroristas este mes, algunos de los cuales llevaban el sello distintivo del grupo Nusrat al-islam wal-muslmin "Apoyo al Islam y a los musulmanes", y otros ataques llevaban los sellos distintivos de "ISIS en el Gran Sahara" y "Ansar al-Islam". La región del Sahel presenció este mes (9) operaciones terroristas, de las cuales “Burkina Faso” tuvo (6) operaciones, en las que murieron (119) personas, y Malí fue objeto de otras (3) operaciones que resultaron en la muerte de (11) individuos y la lesión de otros (13).
Así, la región del Sahel obtuvo la mayor parte del total de las operaciones terroristas llevadas a cabo por las organizaciones terroristas en el continente, equivalente al (5,37%), y esto se debe al debilitamiento de los esfuerzos antiterroristas conjuntos en África Occidental en general y en el Sahel africano en particular debido a las turbulentas condiciones políticas entre los países de la región, la última de las cuales fue la salida de Malí del grupo "G5". Por lo tanto, se ha vuelto necesario unir filas y desarrollar una nueva estrategia para enfrentar la creciente expansión de organizaciones terroristas violentas.
En cuanto a África Occidental, fue objeto de (6) operaciones terroristas, todas ellas estacionadas en "Nigeria", que causaron la muerte de (115) personas.
Respecto a los países de África Central, fueron testigos de (7) operaciones, que resultaron en la muerte de (91) personas, todas ellas en la República Democrática del Congo.
Este indicador del número de operaciones terroristas para este mes pone de relieve que los esfuerzos para combatir el terrorismo estaban en pleno apogeo en algunas regiones, como África Oriental y el Cuerno de África, y no eran tan satisfactorias en otras zonas, como la del Sahel.
Por su parte, el Observatorio de Al-Azhar advierte y subraya reiteradamente de la creciente amenaza de las organizaciones terroristas en África; puesto que estos grupos tienen la capacidad de intensificar su actividad terrorista en cualquier momento, y también tienen la habilidad de cambiar sus tácticas, lo que sin duda les ayuda a realizar más operaciones cualitativas y atentados suicidas, que han aumentado significativamente en los últimos tiempos. Dichos grupos se aprovechan de la debilidad de la seguridad de los países africanos, así como de la longitud de la franja fronteriza entre esos países y la fragilidad del control de seguridad sobre la misma.