Con motivo de la entrada del bendito mes de peregrinación (Dhu ul-Híyyah), vemos la necesidad de recordar uno de los acontecimientos más importantes en este mes sagrado, nos referimos al “Sermón de Despedida” que el Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dio en su peregrinación a La Meca.  Poco antes de su muerte, el Profeta pronunció durante su peregrinación este Sermón, en el cual resumió unos conceptos fundamentales en el Islam. Este Sermón no sólo era un recordatorio a sus seguidores, sino también se trata de un argumento que aclara para toda la humanidad, musulmanes y no musulmanes, que el Islam se ha preocupado por preservar los derechos humanos.  Se trata de una declaración al mundo entero que el Islam preserva los derechos humanos sin exageración o negligencia.
Entre los derechos humanos más importantes mencionados en el Sermón se destaca la preservación del alma y el honor. Con respecto a este derecho, cabe señalar que el derecho a la vida es uno de los objetivos supremos del Islam. Al-lah, Glorificado sea, dice en Su Libro Sagrado: “{¡Oh, Muhammad!}: Diles: …no matarán a nadie que Dios prohibió matar, salvo que sea con justo derecho”. (Corán, 6: 151). En este sentido, el Profeta Muhammad afirmó en su Sermón que el derecho a la  vida es un objetivo sagrado; “Vuestras (vidas) son tan sagradas como lo es este día de hoy, y este mes, en esta vuestra ciudad (Makkah)”. Esto implica que matar a un creyente representa uno de los pecados más graves. Debido a su gran preocupación por la protección de la vida, el Islam amenaza con el castigo más severo a aquellos que consideran permisible matar. Por lo tanto, Al-lah, Todopoderoso, legisló la retribución y pena de muerte para el asesino intencional como venganza de su acto y purificación para la sociedad: “{En [la aplicación de] la retribución legal está [la preservación de] la vida, ¡oh, dotados de intelecto!, para que alcancen la piedad}” (Corán 2:179).
 Por otra parte, el derecho del hombre a preservar su honor vino a explicar el derecho de la esposa. El Islam se diferencia del resto de religiones monoteístas por sus regulaciones relativas a la mujer. Al-lah, dice en el Corán sagrado: “…Tratad bien a vuestras mujeres en la convivencia…” (Corán 4:19). Y en su Sermón de Despedida, el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “¡Temed a Dios con respecto a las mujeres! Los tomaste por la seguridad de Dios, y legalizaste sus partes íntimas por la palabra de Dios”.  Estos textos, además de otros en contextos parecidos, son una clara obligación para que los hombres traten bien a sus mujeres. Esto implica aceptarla y admirarla por lo que es, y valorar sus valores, intereses y necesidades, así como ser justo en lo que respecta a tiempo y dinero, honrar su consentimiento cuando se trata de afecto e intimidad, mostrarla que es importante, etc.  
En resumen, este sermón es un testigo de que el Islam promueve la tolerancia y paz, y prohíbe profundamente todo tipo de violencia contra la humanidad, además de la clara prohibición del maltrato a la mujer en sus diferentes formas. Por lo tanto, hemos de advertir que hay que entender los conceptos del Islam en su totalidad sin sacarlos de su contexto, tanto interno como externo.