El partido "Vox", que representa actualmente la punta de lanza de los partidos de extrema derecha en España, busca desde hace tiempo ganar la confianza del votante español y obtener un mayor número de escaños parlamentarios que le permitirán formar un nuevo gobierno o, al menos, participar en una coalición que lo llevaría a tomar las riendas del poder. Desde sus inicios, Vox se echó a difundir un discurso que incita al odio y la violencia contra los inmigrantes cada vez que tenga la oportunidad, en particular contra los musulmanes a quienes considera los nuevos invasores de Europa, de modo que las políticas que mantiene siempre se caracterizan por la hostilidad y la exclusión del otro con el pretexto de defender la identidad nacional, cultural y religiosa de España, ignorando, de este modo los grandes beneficios que estos inmigrantes han aportado y aportan al país.
A este respecto, cabría señalar que el avance de este partido en el parlamento representará una gran amenaza para los inmigrantes, el grupo social más vulnerable, de modo que tendrá una voz influyente en la promulgación de leyes que regularán la vida de la sociedad española, además de poner en práctica sus políticas, encabezadas por la restricción a los inmigrantes musulmanes.
Afortunadamente, las últimas estadísticas y encuestas publicadas en el periódico "ABC" en julio de 2022, indican que el PP lograría el 36% de estimación de voto, con 155 y 159 diputados.  Seguidamente, el PSOE obtendría 94-98 escaños y el 24,3% del voto emitido. Vox registra un marcado hundimiento en paralelo a un fuerte ascenso de Unidas Podemos, puesto que Vox alcanzaría los 37-39 diputados, una presencia mucho menos de lo esperado, ya que se esperaba que obtuviera 100 escaños.
En este sentido, el líder de Vox, Santiago Abascal, ha recalculado en una entrevista en esRadio, el 15 de julio de 2022, su optimismo tras las elecciones andaluzas del 19-J, en las que su formación obtuvo un resultado mucho menor del esperado y asumió que una hipotética victoria en las próximas elecciones generales es aún una situación «alejada» de la realidad. Lo hace apenas tres meses después de pronunciar su discurso más ambicioso ante su Asamblea General, donde se fijó el objetivo, nada menos, de rebasar los cien escaños en el Congreso. Sin embargo, sus esperanzas se desvanecieron después de los resultados de las elecciones andaluzas; aunque obtuvo dos escaños más que en las elecciones de 2018, el resultado se interpretó como un fiasco por dos motivos: primero, porque desde el partido esperaban al menos duplicar su anterior marca; y segundo, porque confiaban en que el PP los necesitase para superar la mayoría absoluta y, en ese escenario, iban a exigir entrar en el Gobierno autonómico, como hicieron ya en febrero en Castilla y León. 
Además, Abascal reconoció en la radio que no habían sabido convencer al electorado andaluz, y que pese a la ralentización sufrida en Andalucía, reclamó a sus afiliados y simpatizantes que no se pongan «nerviosos» y recordó que hace solo tres años y medio su formación tan solo tenía «seis empleados». Ahora, está presente en la mayor parte de los parlamentos regionales y cuenta con 52 diputados en la Cámara Baja; la tercera mayor fuerza política solo por detrás del PSOE y del PP.
Por su parte, el Observatorio de Al-Azhar Contra el Extremismo cree que las probables expectativas de fracaso del partido “Vox” en las próximas elecciones generales muestran hasta qué punto el votante español es consciente de la amenaza que supone la ideología de la extrema derecha para la progreso estabilidad de la sociedad, y que sus políticas de exclusión son grandes obstáculos para el progreso y el desarrollo del país, dado que esto requiere mayores esfuerzos, libertades y respeto al diversidad social, cultural y religiosa de las sociedades.
Al mismo tiempo, el Observatorio aclara que los tropiezos de los partidos de extrema derecha en general y su fracaso en lograr sus objetivos electorales, como ocurrió en las elecciones francesas con la líder de la extrema derecha, "Marine Le Pen", representan una de las grandes ventajas para los musulmanes y los inmigrantes en particular; donde no se les quitarán sus derechos impuestos y garantizados por la constitución y la ley, aparte de no promulgar nuevas leyes y legislaciones que provocarían una ruptura en el tejido social y un estado de discordia y división entre los individuos de la sociedad.
Por otra parte, el observatorio concluye que el indicador del auge de la extrema derecha en Europa en general, y en España en particular, a corto plazo, está reduciéndose gradualmente debido, probablemente, a las deficiencias políticas, económicas, sociales y legislativas que solo producen la violencia, rechazan al otro y afianzan el odio, tal como se evidencia en muchas propuestas legislativas y sociales de los afiliados y simpatizantes de estos partidos.
Finalmente, el Observatorio vuelve a insistir en la importancia de intensificar la participación activa de los musulmanes que tienen derecho en votar en las elecciones españolas, así como en todos los actos y eventos dentro de España, haciendo hincapié en su integración y convivencia pacífica, y apoyando las iniciativas gubernamentales y no gubernamentales para concienciar a la sociedad sobre el peligro de la propagación del discurso del odio y la ideología de extrema derecha, y su impacto negativo en la cohesión de la sociedad y su progreso en todos los campos.