Ciberterrorismo, retos y oportunidades: La experiencia española como modelo

  • | Thursday, 4 August, 2022
Ciberterrorismo, retos y oportunidades: La experiencia española como modelo

     No hay duda de que uno de los desafíos contemporáneos más serios que enfrentan los individuos, las sociedades y los gobiernos es el rápido desarrollo digital, que comenzó con la aparición de Internet en 1969, y luego dio un gran salto con el nuevo milenio, lo que convirtió al mundo virtual en una realidad de todas las actividades humanas. Este desarrollo tiene aspectos tanto positivos como negativos, dependiendo del propósito de cada uno. 
El problema del terrorismo cibernético o digital ha destacado en la actualidad, convirtiéndose en uno de los mecanismos de actuación más peligrosos de las organizaciones terroristas en los últimos años. Según las estadísticas del Ministerio del Interior de España en 2017, el reclutamiento electrónico de elementos extremistas ha alcanzado cerca del (80%) desde 2014; Es decir, simultáneamente con la aparición de la “Daesh” en Siria e Iraq, lo que a su vez indica el declive de los mecanismos de reclutamiento directo a través de la convivencia e interacción directa con los miembros que ejecutan los planes de reclutamiento.
Los retos de la ciberseguridad 
Los retos a los que se enfrentan las agencias de ciberseguridad, según el Boletín de las Naciones Unidas contra el Terrorismo, se resumen en cuatro puntos principales:
1. Ataques electrónicos contra infraestructuras críticas y equipos corporativos.
 2. La difusión de contenidos terroristas en línea.
 3. Las comunicaciones terroristas a través de Internet.
 4. Financiamiento del terrorismo digital o cibernético. 
Muchos países del mundo se apresuraron a tomar medidas de precaución para hacer frente a este tipo de terrorismo. Por ejemplo, EE. UU. decidió establecer el Comité de Protección de Infraestructuras Extremadamente Peligrosas en 1996, que aísla y protege sistemas importantes de la comunicación externa y utiliza los mejores programas para fortificar las contraseñas, la protección y la criptografía. 
En una investigación titulada: "Internet, la nueva era del delito: ciberdelito, ciberterrorismo, legislación y ciberseguridad", Vicente Pons Gamón indica que los "ciberdelincuentes avanzaron a pasos agigantados desarrollando técnicas y métodos para vulnerar unos sistemas de seguridad, aún inmaduros, tomando ventaja sobre las autoridades y su escasa preparación para abordar este nuevo problema. 
Gamón indica, según Agnese Carlini, que este fenómeno es tan revolucionario que en unos pocos años se produce un enorme incremento en el número de usuarios de internet, “en 1993 se estimaba que había 14 millones y en julio de 2014 rondaban los 2900 millones”. Al mismo tiempo, señala que, en la actualidad, todos los ciudadanos y las sociedades que conforman, tienen una dependencia casi total de los sistemas informáticos para todos los procesos económicos y sociales, que además están íntimamente relacionados. Este rápido y acelerado crecimiento de las tecnologías de información abrió espacios para el delito, poniendo un arma de gran calibre en manos de los delincuentes y terroristas.
Entre las características del ciberdelito podemos referirnos a:
 1. La facilidad de cometerlo.
 2. De bajo costo o sin costo alguno. 
3. Puede cometerse en jurisdicción alejada del lugar de la ejecución.
 4. Aprovechar los resquicios legales y recurrir a los llamados “refugios electrónicos” para engañar, ocultar la identidad del infractor y mantenerlo a salvo de cualquier acción defensiva que pueda frustrar su plan.  ‎
Gamón indica también los delitos tipificados como ciberdelincuencia, entre los cuales: el fraude, el robo, el chantaje, la falsificación y la malversación de caudales públicos. Con las últimas modificaciones legislativas, se han introducido otros delitos que emplean las tecnologías de la información y la comunicación, tales como el acoso electrónico contra la libertad de personas, el descubrimiento y revelación de secretos, la interferencia ilegal de información o datos, los delitos contra la propiedad intelectual y los abusos con fines sexuales a través de internet u otros medios de telecomunicación a menores. 
Porcentaje de tipos penales relacionados con la cibercriminalidad en España (2015)
Además, el Estado español modificó sus estructuras, en varios ministerios, para dar respuesta a las ciberamenazas y ciberterrorismo, por ejemplo se creó el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) 2 , la Oficina Nacional de Seguridad (ONS), el Centro Criptológico Nacional (CCN), el Mando Conjunto de Ciberdefensa, el Centro Nacional para la protección de las Infraestructuras Críticas (CNPIC), o unidades especializadas dentro de los cuerpos de seguridad como el Grupo de Delitos Telemáticos y Grupo de Ciberterrorismo de la Guardia Civil.
El Observatorio de Al-Azhar contra el Extremismo afirma que la unificación de esfuerzos desempeña un papel importante en el enfrentamiento de estas actividades terroristas maliciosas, que requieren más sistemas de defensa cibernética en una red global unificada. También vale la pena señalar que el mundo ahora necesita más expertos y profesionales en el manejo del ciberespacio para enfrentar los riesgos existentes. Las prioridades científicas ya no son las mismas que antes, sino que deben reorganizarse según las circunstancias y exigencias de la época. Por lo tanto, el Observatorio insta a los jóvenes a armarse por estas habilidades en las que se confiará plenamente en un futuro próximo para hacer frente a las fuerzas del mal y la oscuridad, y deben darse cuenta de que el mundo tiene una necesidad imperiosa de recursos económicos, humanos y tecnológicos efectivos para hacer frente a todos estos peligros. 
 

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