Al contemplar el mecanismo y el motor central del extremismo, nos quedaremos confundidos frente a esa chispa que enciende ese motor. Ahora bien ¿Acaso ese extremismo es producto de motivos externos que afectan al individuo, o de trastornos psicológicos? Indagando esta cuestión, nos daremos cuenta de que el extremismo, con sus diversas formas, tiene sus propios motivos. Ya que ninguna persona se convierte en extremista de la noche a la mañana, sino que es una persona que permanece recta hasta que estos motivos conjuntamente o separados le afecten gradualmente, de una forma u otra, y su impacto varía de un lugar a otro, según el entorno propicio que abraza a dicha persona que probablemente caería en las garras del extremismo. Pues así, quizá el motivo del extremismo del individuo sea el entorno en el que vive.
Pero ahora es muy claro que las sociedades están plagadas de muchos comportamientos anormales que afectan directa o indirectamente la formación de los jóvenes que representan el futuro de los países. En este sentido, la desviación de la naturaleza del ser humano es uno de dichos comportamientos que amenaza la estabilidad de la humanidad entera. Pues el ser humano es creado a partir del amor y conducido a querer el bien y evitar el mal, mientras que  la desviación y la corrupción se deben a causas externas. 
Además, la realidad social contemporánea se caracteriza por la desintegración y la confrontación, donde se encuentra varias entidades, tales como las redes sociales, plataformas de medios de comunicación, arte, deportes, entre otras, que pueden actuar espontánea o sistemáticamente para influir negativamente en los jóvenes mediante la difusión de valores falsos y la presentación del criminal, que comete actos que contradicen la naturaleza del ser humano, como si fuera un héroe. De ahí que, se puede notar claramente algunas obras que establecen el terrorismo supuestamente suave en aras de distorsionar el instinto normal de los jóvenes. De tal forma, la desviación se convierte, día a día, ‎ en un modelo a seguir en la mente de los jóvenes.
Desafortunadamente, son muchos los juegos y materiales producidos sistemáticamente por los poderes blandos para destruir el sentido común de los jóvenes, cuyo contenido busca normalizar algunas conductas inmorales, especialmente la homosexualidad, con el fin de destruir el sistema de valores morales y sociales de la familia, desfigurar la identidad de sus miembros y alterar la seguridad y estabilidad de las sociedades. Por ejemplo, la famosa The Walt Disney Company tiene la intención de normalizar este comportamiento inhumano a través de producir películas de dibujos animados que violan los valores religiosos, humanos y sociales. El funcionario de contenido de entretenimiento de Disney confirmó que existe la intención de convertir el 50% de los personajes de dibujos animados que aparecen en películas y series a finales de 2022 en personajes homosexuales como una muestra de apoyo a la comunidad LGBT. Además, existen otros juegos y disfraces para niños que pretenden normalizar este fenómeno sobre los colores de la bandera LGBT, como el famoso juego de las Burbujas, entre otros.
Así que, como hay efectos positivos de dichos dibujos animados tales como aquellos comportamientos que pueden construir hábitos y habilidades en el niño brindándole muchas enseñanzas y experiencias sólidas, hay otros negativos especialmente aquellos que tienden a exportar o enaltecer la violencia y destruir por completo los valores positivos que el niño ha adquirido a través de su familia o escuela.
Pues así, cuando las películas de dibujos animados carecen de la moral virtuosa y valores nobles, y establecen la rebeldía contra la identidad y los valores sociales sanos, afectará, por consiguiente, la identidad, la salud mental y el comportamiento del niño, convirtiéndole en una caza furtiva para la violencia y el extremismo.
De ahí que resalta la importancia del papel desempeñado por la familia en la formación de los individuos. Pues la familia representa el primer bloque de construcción de la sociedad y la primera cuna para la formación de una personalidad recta desde el punto de vista psicológico, conductual y social. La ausencia de modelos a seguir, convierte a los miembros de la sociedad en presa fácil para las organizaciones extremistas y terroristas.
Por su parte, el Observatorio de Al-Azhar contra el Extremismo llama a todas las instituciones y organismos a trabajar en la inmunización de los niños de la ideología extremista en la etapa preescolar; porque es el primer lugar en la vida de cualquier niño para conocer el mundo externo. Entonces, hay que aprovechar esa etapa para sembrar las semillas de tolerancia y aceptación del otro, concretamente en la etapa del subconsciente del niño. También, se debe fortalecer el papel sensibilizador del arte en la lucha contra el extremismo, escribiendo textos que afinen la conciencia del hombre, contribuyan a concienciar a los jóvenes inculcando en sus mentes el patriotismo y el sentido de pertenencia en sus corazones. Además de profundizar y propagar la cultura de paz y diálogo, erradicar la violencia, el terrorismo y el salvajismo, y combatir la ideología extremista.