La institución de Al-Azhar hace un llamamiento a los pueblos árabes e islámicos a boicotear todos los productos holandeses y suecos, y a tomar una actitud firme y unificada en apoyo del Sagrado Corán, y como una respuesta adecuada a los gobiernos de estos dos países que ofendieron a mil quinientos millones de musulmanes, y apoyaron este tipo de crímenes despreciables y salvajes bajo el lema de "libertad de expresión". En realidad, lo que hacen es digno de ser llamado “dictadura del caos”, “falta de respecto”, y “dominación sobre pueblos sublimes, vinculados a Al-lah y a Sus enseñanzas”.
Estos desviados, que provocan de vez en cuando a los musulmanes trasgrediendo sus símbolos sagrados, no se darán cuenta del valor de esta religión, de la que no saben nada, solo cuando estén cara a cara con las necesidades materiales o sufran una crisis económica. Puesto que, ellos no entienden sino los conceptos materialistas y consumistas, y no santifican otra cosa más que las leyes de la abundancia, la producción y el consumo. Al-lah, Todopoderoso, dice: “Conocen solo lo superficial de esta vida terrenal, mientras que viven despreocupados de la eterna” (Corán 30: 7).