El mundo sigue analizando e investigando las matanzas de miles de civiles en Irak y Siria perpetradas por Daésh, así los crímenes cometidos contra el rico y diverso patrimonio cultural en la Mesopotamia por parte de esta banda terrorista. Tesoros arqueológicos en Mosul, Nimrud, Hatra y Dur Sharrukin, entre otros, que forman parte del acervo cultural de toda la humanidad, han sufrido la vesania totalitaria del ISIS, que creyó que estaba haciendo un beneficio a la Humanidad al liberarla de esas culturas. En realidad es una especie de desinfección cultural que suele preceder a los procesos de limpieza étnica.  
A este aspecto, Daésh lleva destruyendo desde 2014 miles de sitios históricos en esta parte del mundo. Esta premeditada destrucción ha tenido como objetivos diversos lugares de culto y antiguos artefactos históricos. Concretamente, en la cumbre china-árabe que tuvo lugar en Riad desde el 7 al 10 de diciembre, Ahmad Fakkak Al-Badrani, ministro de Cultura iraquí, anunció en su discurso que ya los lugares de culto y monumentos históricos destruidos a manos de Daésh han superado 5000 sitios, desde que este grupo declaró  su "supuesto califato" en 2014. 
En este sentido, Al-Badrani aclaró que Daésh destruyó 108 mezquitas, 15 mausoleos, 19 iglesias, 37 escuelas y campamentos, 13 mercados, y 431 casas culturales, además de museos y otros monumentos históricos.
Cabe destacar que Mosul y Palmira han sido las ciudades más golpeadas, sus vecinos han visto como su historia se destruía bajo el yugo del grupo terrorista. Entre otros muchos ataques destructivos destaca la agresión contra la mezquita "Al-Nuri", conocida por tener un minarete inclinado único, y de especial carga simbólica para los musulmanes de la zona. 
Esto indica que este grupo terrorista busca destruir toda la civilización huma, con todos sus componentes; su brutalidad no se limitó al derramamiento de sangre y al asesinato de mujeres, niños y ancianos, sino que fue más allá para destruir el patrimonio humano y borrar todos los aspectos de la civilización que representa el pasado, el presente y el futuro del ser humano. En este contexto, el Observatorio de Azahar Contra el Extremismo, elogia todos los esfuerzos realizados por las distintas organizaciones internacionales preocupadas por la protección del patrimonio humano, que se representan en la implementación de un conjunto de iniciativas destinadas a restaurar los monumentos históricos que fueron destruidos por esta brutal organización en la Mesopotamia.