Con el inicio de cada año, surgen nuevos y renovados desafíos ante la aceleración de los acontecimientos globales, algunos de los cuales requieren mayor análisis y comprensión para lograr soluciones adecuadas, mientras que otros requieren un enfrentamiento decisivo y medidas intensivas. Al comienzo de 2013 y en el marco del seguimiento de los desafíos vinculados con el terrorismo en España, han surgido varios retos de seguridad, de entre los cuales se destacan los tres siguientes: el primero se relaciona con la rehabilitación de los presos extremistas en las cárceles; el segundo trata la problemática de la integración de las mujeres y los niños retornados de Daésh a España; y el tercero se focaliza en los peligros del regreso de los españoles que se unieron voluntariamente a las grupos armados que lucharon contra Daésh en Siria e Irak. A este respecto, hemos elaborado tres informes donde profundizamos, en tres partes separadas, los desafíos arriba mencionados. La primera parte está dedicada a los desafíos vinculados con la rehabilitación de los presos extremistas.
La situación general de los detenidos por participar en delitos de terrorismos actividades y/o reclutamiento en beneficio de grupos terroristas como Daésh es muy lamentable, ya que los programas de rehabilitación que tenían como objetivo acabar con las ideologías extremistas de estos presos extremistas no dieron sus frutos deseados. En vez de ser vías para desradicalizar las ideologías extremistas y rehabilitar estos presos a fin de reintegrarles en la sociedad tras cumplir sus condenas, las prisiones se convirtieron en uno de los ámbitos donde se da un mayor índice de adoctrinamiento tras descubrir muchos casos de radicalización y terrorismo en el entorno de las prisiones; puesto que algunos presos extremistas pudieron adoctrinar a nuevos reclusos en las filas de los grupos terroristas, tomando las medidas que fuesen oportunas y necesarias al respecto.
A este respecto, el diario español "Noticias de Guipúzcoa" publicó, el 3 de enero de 2023, un informe que afirma que las vías de reclutamiento de nuevos elementos para las organizaciones extremistas han cambiado mucho en los últimos periodos. Antes, se utilizaban las mezquitas, controladas por individuos y grupos extremistas, para  reclutar a nuevos miembros. Sin embargo, esto se ha trasladado al Internet, siendo un vehículo muy útil para los contenidos radicales. De ahí que, el Observatorio de Al-Azhar Contra el Extremismo ha deducido que los grupos terroristas mantienen un permanente adaptación de sus planes de reclutamiento según lo que tienen a su disposición en cada momento. Por lo tanto, esto requiere un seguimiento continuo, así como un desarrollo de estrategias adecuadas para afrontar este fenómeno.
En este mismo contexto, un informe del Observatorio, publicado el 19 de septiembre de 2022, afirmó que gran parte de los españoles detenidos por delitos de terrorismo estaban implicados en células de reclutamiento y propagación de extremismo en las prisiones. A este respecto, el Observatorio Internacional de Estudios sobre el Terrorismo (OIET), señaló que (7) de las (22) campañas de seguridad realizadas por la policía española para localizar a los terroristas y extremistas, han sido dentro de las cárceles y que resultaron en (9) detenciones. Según Carlos Igualada, director del Observatorio, el extremismo dentro de las cárceles se ha convertido en un fenómeno común en toda Europa, ya que un tercio de los ataques terroristas registrados en Europa fueron cometidos por individuos que tienen vínculos con otros dentro de las cárceles.
Por otro lado, expertos españoles en asuntos de extremismo alertaron desde más de un año la expansión de las actividades de los grupos extremistas en la región del Sahel y el Magreb Islámico, lo que supone uno de los mayores desafíos para la seguridad de la región y Europa, especialmente España, siendo el único país que tiene fronteras terrestres con esa región. De ahí que, se deduce la inexistencia de un plan de rehabilitación real y efectivo que haga que los presos extremistas cambien su pensamiento. La región del Sahel también representa una amenaza de seguridad para todos los países de Europa, por lo que se hizo necesario elaborar planes, en distintos niveles, para minimizar el riesgo de los efectos de la propagación de las ideologías extremistas.
Quizá el plan que la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, va a formar parte de las medidas tranquilizadoras al respecto. La Secretaria General está dando los últimos retoques al que será el nuevo programa de la desradicalización en las prisiones españolas. Se trata de una versión mejorada y actualizada del plan anterior, que ha sido cancelado tras los malos resultados cosechados desde su implantación en 2016, y que previsiblemente verá la luz el próximo mes de febrero, según fuentes penitenciarias. 
En este sentido, la administración penitenciaria decidió retirar el programa que se impulsó a finales de 2022. Desde su aplicación, apenas había tenido éxito entre los reclusos que cumplían condena por delitos relacionados con el terrorismo basado en religión. La Secretaría General busca, a través del nuevo programa, rehabilitar a estos presos, eliminar la ideología extremista y evitar su propagación, ya sea dentro o fuera de las cárceles después de haber cumplido sus condenas. Cabe señalar que hasta septiembre de 2022, solo cuatro presos estaban sujetos a este plan opcional, lo que representa el 4% del total de presos de 98.
En los últimos seis años, solo se han apuntado a estos talleres de reinserción 52 internos. Respecto a los detenidos por delitos de terrorismo en el mismo periodo de tiempo en operaciones desarrolladas por las fuerzas de seguridad (350), esa cifra solo supone un 14% del total de arrestados. Los primeros años en los que se puso en marcha esta iniciativa, 2016 y 2017, fueron que los tuvieron más éxito entre la población reclusa, con una horquilla de entre 14 y 15 presos inscritos. Es digno mencionar que el plan anterior, de 2016, tuvo en consideración el aspecto psicológico en el proceso de rehabilitación. Para conseguir ese fin establecía tres fases que sumaban 19 pasos. Entre ellos estaba «el autoconocimiento personal», «la modificación y cambio personal», «un análisis profundo de su historia» o «el relato de la vivencia religiosa». Según fuentes de la administración penitenciaria, “el plan anterior fue desastroso, y por lo tanto no tuvo éxito. Por su parte, Raquel Alonso, presidenta de la Asociación contra el radicalismo extremista y ayuda a víctimas indirectas (Creavi), subrayó que no existen herramientas en España que puedan llevar a cabo esta difícil tarea.
Este escenario llevó a la administración penitenciaria a reconsiderar el diseño de este programa a principios de 2022, teniendo como objetivo alejar gradualmente al preso de la violencia sin intervenir en sus ideas religiosas, es decir, corregir sus conceptos erróneos. Por lo tanto, la Secretaría General decidió revisar el programa, mediante la participación de expertos especializados en el sector penitenciario, para desarrollar una metodología a fin de refutar la ideología yihadista y motivar a los presos a participar en el programa de rehabilitación.
A través de su seguimiento, el Observatorio advierte sobre la importancia de intensificar los programas de rehabilitación dentro de las cárceles para garantizar su eficacia en acabar con la ideología extremista, contando con especialistas e imanes moderados, así como aislar estos presos de los presos de delitos comunes para evitar la propagación de esta ideología extremista, que siempre tiene consecuencias nefastas.
Y como plan proactivo integral, se pueden tomar varias medidas para secar las fuentes de esta ideología extremista, empezando por tratar la crisis de los refugiados e inmigrantes que residen en España, acabando con todo tipo de discriminación contra ellos, ya que la discriminación podría facilitar el proceso del reclutamiento de los mismos en las filas de los grupos terroristas. Y, a parte de los programas de rehabilitación de extremistas dentro de las cárceles, es imprescindible facilitar los procedimientos de la construcción de lugares de culto y contar con imanes calificados y acreditados de instituciones de referencia moderada, a fin de difundir las enseñanzas tolerantes del Islam, aquellas enseñanzas que renuncien a la violencia y al extremismo y fomenten la cooperación, la tolerancia y la convivencia humana, de manera que se extiendan la seguridad y la estabilidad en las sociedades.