Con el inicio de cada año surgen nuevos y renovados desafíos ante la aceleración de los acontecimientos globales, algunos de los cuales requieren mayor análisis y comprensión para lograr soluciones adecuadas, mientras que otros exigen un enfrentamiento decisivo y medidas intensivas. Siguiendo el tratamiento de los desafíos de seguridad que afronta España con el comienzo de 2023, este informe trata la tercera, y última, parte vinculada con la gravedad del retorno de voluntarios unidos a organizaciones armadas contra Daesh en Siria e Irak.
En primer lugar, es digno señalar que el conflicto en Siria e Irak atrajo a voluntarios de varios países europeos; algunos se unieron a las filas de los combatientes del ISIS, mientras que otros, al contrario, optaron por luchar contra esta organización terrorista. Este fenómeno lleva muchos años siendo motivo de controversia y preocupación para los Servicios de Inteligencia y las Unidades antiterroristas no sólo en España sino también en otros países afectados, especialmente en lo que se refiere a los "retornados" que planean actos violentos en España. A este respecto, convendría aclarar que las preocupaciones y riesgos no se limitan sólo al regreso de los combatientes que se incorporaron a las filas del ISIS, o de sus familias a España, sino también se extienden al regreso de los voluntarios que lucharon contra este grupo terrorista.
Indudablemente, estos voluntarios adquirieron habilidades militares y de combate durante su lucha en las filas de aquellas organizaciones armadas opuestas al Daesh, además de las creencias radicales de algunos de ellos, que les han impulsado a participar en esta guerra, y es posible que su regreso represente un peligro para los musulmanes en España, sean españoles, inmigrantes, o refugiados. Se puede clasificar estos voluntarios en dos grupos: uno que ha participado en los combates debido a su creencia en defender a la humanidad del peligro del terrorismo, y el segundo que se ha unido a la lucha como reacción de su odio y repulsa del Islam y los musulmanes. Los elementos de este último grupo pertenecen a la extrema derecha, aunque no lo declaran explícitamente. Por lo tanto, el conflicto sirio ha sido un caldo de cultivo ideal tanto para organizaciones terroristas como Al Qaeda y Daesh, como para la extrema derecha y sus seguidores.
Prueba de ello, un grupo de militares veteranos estadounidenses, además de varios occidentales, se han unido a la milicia cristiana en Irak “Dwekh Nawsha”, que fue fundada por el Movimiento Democrático Asirio en la Meseta de Nínive en 2014, con el motivo de proteger a los cristianos y apoyar a los kurdos en su lucha contra los terroristas. El número de los combatientes de “Dwekh Nawsha” que participaron en la batalla de Mosul (2016-2017) se estimó en más de (200) combatientes.
Para más detalles sobre la gravedad del retorno de los combatientes que han luchado contra Daesh, el diario español "El Confidencial Digital" arrojó luz, el 22 de enero de 2023, sobre un reciente estudio académico que trata la gravedad del regreso de los españoles que están combatiendo en Ucrania contra Rusia y los que han viajado a Oriente Medio, refiriéndose a los españoles que han luchado en Siria contra el Daesh. Concretamente, el número de diciembre de 2022 de la Revista de Investigación del Centro Universitario de la Guardia Civil, en la Academia de Oficiales de Aranjuez (Madrid), incluyó una selección de las mejores investigaciones que realizaron los alumnos de máster. Uno de los artículos seleccionados lleva por título “Fenomenologías atípicas vinculadas al Estado Islámico. Análisis de los combatientes antiyihadistas y las llamadas mujeres del califato”.
La clave del artículo no se limitó a utilizar información pública, de noticias de medios de comunicación, o de anteriores artículos de investigación sobre el fenómeno de las personas que viajan voluntariamente a una zona en conflicto para luchar en defensa de sus ideologías o creencias. El autor, Óscar López Serrano, revela que consultó “entrevistas concedidas por estos individuos a medios informativos o publicaciones de los mismos en páginas web específicas o redes sociales en las que los combatientes manifiestan sus experiencias en zona de conflicto”.
Por otra parte, el estudio indicó que es bien conocido que el regreso de quienes se unieron a las filas del ISIS en Siria e Irak constituye una amenaza para la seguridad de todos los países de Europa, debido a que estas personas pueden formar células terroristas en cualquier momento, o actuar como "lobos solitarios", y cometer un ataque en nombre de la religión y el yihad. Sin embargo, los tribunales y las fuerzas de seguridad trata el fenómeno de los voluntarios que han ido a luchar contra Daesh, o quienes han participado en la guerra de Ucrania contra Rusia de manera diferente. El Gobierno español no ve que los combatientes españoles integrados en las milicias kurdas constituyan un peligro tras su regreso". Es más, “se ha podido inferir de la investigación de los perfiles de estos individuos, el sentimiento de impunidad ante la Ley, pues son conocedores de que no se abrirá ningún procedimiento judicial contra ellos”.
Por supuesto, no es lógico pasar por alto la relación existente entre la personalidad  de los combatientes que se unieron a las filas de Daesh y los antiyihadistas. Ambos representan un riesgo que merece ser investigado y vigilado por las fuerzas de seguridad, porque son personas con creencias y convicciones radicales que se desarrollaron después de su llegada a las zonas de conflicto. Es probable que transformen sus conocimientos y experiencias que han adquirido en el uso de armas y explosivos a terceros, además de su capacidad de influir en sectores extremistas que aspiran a imponer sus ideas con violencia en sus países de origen. En realidad, casi todos los voluntarios españoles que se han unido a las fuerzas kurdas son de ideologías radicales, y están dispuestos a luchar por sus convicciones. Algunos son de extrema derecha y se presentaron como un "cruzado" que defiende a los cristianos, yazidíes y kurdos de las masacres de Daesh. Cabe señalar que, a pesar de la escasez de posibilidades de que se produzcan ataques terroristas a manos de los retornados de las filas de los combatientes antiterroristas en Siria e Irak, este fenómeno es muy similar al regreso de los terroristas unidos a las filas de Daesh: existe una convergencia de factores, lo que supone una amenaza potencial para la seguridad de toda la sociedad hispana.
Consecuencia de ello, el Observatorio de Al-Azhar contra el Extremismo cree que las autoridades competentes deben tener cuidado con estos repatriados, y tener en consideración las mismas cautelas y medidas que han tomado con los repatriados del Daesh. Asimismo, deben destinar centros médicos y psicológicos para atender las afectaciones psicológicas, familiares y sociales que puedan sufrir estos repatriados, así como la necesidad de consolidar la cooperación internacional a nivel de instituciones gubernamentales y no gubernamentales respecto a esta cuestión.