El jefe"¿Fue el asesinato de los líderes del ISIS, a pesar del disfraz en el que vivían, un motivo para que las organizaciones adoptaran una nueva política de ocultamiento de la identidad de los líderes? ¿Es esto lo que hizo al-Qaeda, del que no se conoce un líder después de al-Zawahiri hasta el momento? ¿Quién es el nuevo líder? ¿Será Saif Al-Adl, de quien solo se conocen algunas fotos que pueden no reflejar su forma actual? ¿O hay una nueva estrategia para ocultar a los líderes, adoptada por estas organizaciones? Y si es así, ¿por qué ocultan a sus líderes aunque anuncian sus derrotas?
Todas estas interrogantes se dirigen hacia las condiciones actuales de las organizaciones terroristas globales, entre las que se destacan ISIS y Al-Qaeda en particular, después de que los asesinatos de sus líderes realizados por EE.UU., la mayoría de los cuales se concentraron en el pasado año 2022, fueran denominados "cosecha de cabezas". A principios de 2023, se llevaron a cabo operaciones de fuerzas especiales y ataques con drones.
Estas organizaciones buscan mejorar su imagen a través de continuas falacias y, en ocasiones, pueden recurrir a desmentir las informaciones recibidas sobre sus derrotas y el asesinato de sus líderes, lo que indica un incomprensible desorden estratégico. El 18 de marzo de 2023, el diario español “La Razón” se refirió al semanario número (382) de ISIS, en el que atacaba al Pentágono estadounidense por publicar cifras (no precisadas) sobre la lucha contra el terrorismo. La revista afirmó que las estadísticas y balances que el Pentágono trata de hacer y anunciar regularmente sobre el combate a este tipo de terrorismo son irreales, y que estas fuerzas se niegan a admitir el fracaso de su guerra contra ISIS. La organización también insinuó que no se olvida de que dos de sus líderes murieron en las operaciones de las fuerzas especiales americanas.
ISIS también criticó a los medios de comunicación, explicando que hay muchos reportajes en los medios de los enemigos que aluden a la cosecha semanal de soldados "yihadistas", que considera irregular, es decir, que decrece y aumenta dependiendo de las circunstancias. Sin embargo, la organización afirmó que el concepto de “yihad” es difícil de entender para aquellos que lo calculan “en números”, porque el “yihad” es “adoración, fe y una promesa divina”, y no se trata de un proceso matemático estadístico.
Aunque ISIS adopta un método descentralizado, el juramento de lealtad al nuevo califa en todas las regiones y países en los que se concentra la organización confirma el compromiso de quienes se unen para luchar por el objetivo de un califato unificado. Quizás el nuevo líder "Abu al-Hussein al-Qurashi" fue el primer ejemplo de esta nueva estrategia, como también es el caso de al-Qaeda, ya que nadie podría estar seguro de que Saif Al-Adl es el verdadero nuevo líder de al Qaeda.
En la mayoría de los casos, el anuncio de un nuevo califa no representa un avance real para ninguna organización terrorista, como lo demuestran los acontecimientos posteriores al asesinato de Bin Laden y luego al-Zawahiri en el caso de al-Qaeda, y el asesinato de muchos líderes del ISIS, incluidos Abu Bakr al-Baghdadi, Abu Ibrahim al-Qurashi y Abu al-Hassan al-Qurashi. Porque está claro que el objetivo del anuncio del nuevo líder es el énfasis en continuar tratando de lograr los objetivos de estas organizaciones, lo que en realidad contribuye a que continúe el reclutamiento y la polarización de sus filas y sus fuentes de financiación.
Es claro que las organizaciones terroristas son muy conscientes del peligro de dejar vacante el puesto de liderazgo, lo que explica su actual confusión en cuanto a la disponibilidad de información sobre sus nuevos líderes, ya que se encuentran entre el martillo de asesinatos y cosechar cabezas y el yunque de la apatía militar y la baja moral de sus miembros, no sólo en sus principales áreas de concentración, sino en todas las regiones y países a los que extienden sus brazos.
En conclusión, creemos que estas organizaciones están en camino a cambios fundamentales en sus estrategias militares y administrativas después de las derrotas que han sufrido en los últimos años, al darse cuenta de la ferocidad de la guerra contra ellos a nivel regional e internacional. Esto puede contribuir a cambiar el mapa del terrorismo global en la próxima etapa.