El jefe El terrorismo yihadista en España ha experimentado una evolución en los últimos años. Si bien en el pasado se identificaban principalmente a grupos terroristas organizados, la situación actual muestra que su amenaza se ha desplazado hacia otro perfil: los denominados lobos solitarios radicalizados en internet.
En España, los primeros atentados de los terroristas yihadistas se remontan a marzo de 2004, cuando una célula terrorista vinculada a Al Qaeda llevó a cabo una serie de atentados en los trenes de cercanías de Madrid que dejaron a 191 muertos y más de 2,000 heridos. Desde entonces, el país ha mantenido un nivel de alerta antiterrorista alto, con el objetivo de prevenir futuros atentados.
A pesar de los esfuerzos del gobierno y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, el terrorismo yihadista sigue siendo una amenaza real en España. Según datos del Ministerio del Interior, en el año 2022 se llevaron a cabo 27 operaciones antiterroristas que se saldaron con 46 detenciones. Además, en la Audiencia Nacional hay actualmente más de 70 causas abiertas por terrorismo yihadista. Esto se debe a la existencia de unas nuevas formas de terrorismo que se ha visto favorecidas por la rápida expansión de internet y la facilidad para acceder a información en línea, nos referimos a los lobos solitarios. Son individuos que actúan de manera autónoma, sin estar necesariamente vinculados a una organización terrorista, y que utilizan internet para radicalizarse y planificar sus ataques.
Estos individuos suelen ser difícilmente detectables por las fuerzas de seguridad. Además, su radicalización se produce principalmente en línea, lo que dificulta aún más su detección. En su intervención con “Rtve”, en 16 de abril de 2023, el experto en asuntos de terrorismo, Óscar Sainz de la Maza, reflexiona sobre cómo ha cambiado el proceso de radicalización, señalando: “Antes te tenías que ir a los campos de entrenamiento de Siria, ahora toda la radicalización es online”. A este respecto, habla del concepto “terrorismo youtuber”: personas captadas a través de la propaganda del Daesh a las que “les dicen que atenten con lo que tengan a mano y que graben un vídeo y les prometen que cuando mueran les convertirán en celebrities de la yihad”. Según él, hay muchos más intentos de atentados de los que creemos “porque la sociedad solo se entera de aquellos que tienen éxito”. Y señala que los “puntos calientes” del terrorismo yihadista están en el levante y en el sur del país.
La lucha contra el este tipo de terrorismo en España se enfrenta, por tanto, a un nuevo desafío. En lugar de grupos organizados y jerarquizados, se trata ahora de identificar a individuos radicalizados en la red, que actúan de manera autónoma y que pueden llevar a cabo ataques sin necesidad de contar con una estructura organizativa.
La radicalización en línea es una preocupación creciente, de modo que requiere de enfoques multidisciplinarios y estrategias que las autoridades pueden considerar para abordar la radicalización en línea y prevenir posibles ataques terroristas. Además, es importante abordar las causas subyacentes de la radicalización en línea, como la exclusión social, la discriminación y la falta de oportunidades económicas y educativas. En realidad, las labores de inteligencia son clave ante este desafío. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cualquier medida adoptada debe respetar los derechos humanos y las libertades civiles, incluido el derecho a la privacidad y la libertad de expresión.