A pesar de lo que se ha difundido en varios periódicos y sitios web internacionales sobre la eliminación completa del grupo terrorista ISIS y la recuperación de las amplias áreas que estaban bajo su control en Siria e Irak, el Informe Número 32 del Equipo de Apoyo Analítico y Monitoreo de Sanciones de las Naciones Unidas, encargado de supervisar a los grupos ISIS y Al Qaeda y sus afiliados, muestra que el peligro del terrorismo sigue siendo considerable en esas áreas y en otros lugares en diferentes grados, debido a la capacidad de las organizaciones terroristas para resurgir en ciertas circunstancias.
El informe también señala que los grandes grupos que permanecen en los campamentos del noreste de Siria son un factor contribuyente en ese peligro, y destaca la persistencia del riesgo durante muchos años, dado el gran número de residentes en los campamentos que son iraquíes o sirios. Además, se mencionan las regiones costeras y el Congo, especialmente con el aumento de la violencia en esas áreas.
El informe revela la preocupación de los Estados miembros por la explotación de las organizaciones terroristas en la actual situación de inestabilidad en Sudán y las repercusiones que esto puede tener en las zonas de conflicto en África.
Este informe coincide con las operaciones militares contra el grupo terrorista ISIS en Siria e Irak, que han tenido éxito en eliminar a figuras clave como "Ali Jasim Salman Mohammad al-Jubouri", jefe de la Administración General de Provincias del grupo (el 24 de febrero pasado), y "Bilal as-Sudani", responsable de financiar y expandir la influencia de ISIS en África y más allá (el 25 de enero pasado).
En este sentido, el Observatorio de Al-Azhar para la Lucha contra el Extremismo señala que a pesar de que el grupo terrorista ISIS se ha convertido en algo virtual sin presencia geográfica, su peligro no ha sido completamente eliminado. Por lo tanto, insta a la cooperación internacional para neutralizar a sus elementos y evitar su infiltración en áreas de conflicto y disturbios, ya sea en África, como los países del Sahel, o en Asia, donde persisten las tensiones de seguridad en Afganistán y Pakistán, especialmente en las zonas fronterizas entre ambos países, que son terreno fértil para la presencia de estos elementos terroristas.