El gobierno federal de Somalia anunció el martes por la noche que sus fuerzas de seguridad en la ciudad de "Harartiri" en la región de Mudug han arrestado a un menor llamado "Osman Mahmud Bari" bajo cargos de espionaje a favor del movimiento terrorista Al-Shabaab.

El Ministro del Interior del gobierno somalí, Ahmed Maalim Fiqi, dijo en una publicación en su página de Facebook que el movimiento había asignado al joven de 17 años la tarea de descubrir las vulnerabilidades de seguridad y las rutas fáciles que se podrían utilizar para contrabandear explosivos hacia la ciudad, señalando que el uso de niños demuestra el fracaso del movimiento en todas sus tácticas.

Por su parte, el Observatorio de Al-Azhar considera que el recurso de las organizaciones terroristas a reclutar o explotar a niños es un asesinato de su inocencia y una destrucción de su futuro, que es fundamentalmente el futuro de las naciones. Los convierten de elementos que se espera que contribuyan a la construcción de un futuro prometedor en bombas de tiempo y marionetas de demolición, que estas organizaciones dirigen como deseen. Esto requiere una confrontación decisiva por parte de las comunidades a nivel oficial y popular, cada uno en su campo, a nivel familiar, educativo, mediático y otros.

El observatorio también señala que el reclutamiento de niños no es una nueva tendencia para las organizaciones terroristas, especialmente las que están extendidas en el continente africano, ya sea a través de la vigilancia, el uso de explosivos, el transporte de mensajes u otras formas. Las organizaciones terroristas no se han contentado con perturbar las mentes y difundir sus ideas venenosas en las mentes de los jóvenes, sino que ahora explotan las mentes y los cuerpos para llevar a cabo sus planes criminales, que solo han traído ruina y destrucción al país