Es imprescindible que la nación árabe e islámica reconsidere profundamente su dependencia de Occidente, especialmente del arrogante Occidente europeo y estadounidense. Los palestinos deben confiar en que Occidente, con toda su capacidad militar y destructiva, es débil y temeroso cuando los enfrenta o son enfrentados por ustedes. Ellos luchan en una tierra que no les pertenece y defienden creencias e ideologías obsoletas que el tiempo ha dejado atrás, convirtiéndose en algo ridículo y lamentable. Deben enfrentarlos con firmeza, confiando en Dios y en su Mensajero, Muhammad, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él. Con su resistencia ante sus brutales y bárbaros ataques. No olvidéis que Occidente, con todo su peso, fue derrotado en Somalia y Afganistán.
La comunidad islámica debe aprovechar la fuerza, los recursos y la riqueza que Al-lah le ha otorgado, así como su arsenal y equipo. Deben mantenerse firmes detrás de Palestina y su pueblo oprimido, que se enfrenta a un enemigo que ha perdido la conciencia, la sensibilidad y la empatía, y ha dado la espalda a la humanidad, la moral y todas las enseñanzas de los mensajeros y profetas. Deben creer en lo que dice Al-lah, el Altísimo: "No se desanimen ni se entristezcan, porque los creyentes serán los que obtendrán el éxito" (Corán 3:139).
Si desean conocer la verdadera naturaleza de su enemigo, reflexionen sobre las siguientes palabras de Al-lah: "Luego se endurecieron sus corazones como piedras, o más duros aún" (Corán 2:74).
Que Al-lah tenga misericordia de nuestros nobles mártires y que los salvajes reciban su merecido castigo.