Los cobardes ataques perpetrados contra indefensos desplazados, quienes encontraban refugio en una escuela, los ataques viles en la carretera costera a otros desplazados, así como la trágica masacre acontecida en el hospital de Al-Shifa en Gaza, sumado al exterminio de convoyes de heridos y la destrucción de ambulancias, todo ello pone en grave riesgo la justa causa de Palestina.
Esta situación demanda que los musulmanes, cristianos y judíos despierten su conciencia y se armen de valentía para proclamar la verdad. Es necesario que desplieguen todos los esfuerzos posibles para auxiliar a los palestinos y repeler esta brutal y bárbara agresión, que azota sin piedad a sus hijos, mujeres, ancianos y jóvenes.
Ante el desalentador fracaso de aquellos cercanos y lejanos en cumplir con su deber religioso, humanitario y moral, no nos queda otra alternativa más que revivir la fervorosa súplica del Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, en el día de Badr, en una circunstancia tan similar a la presente: "Oh, Al-lah, ellos están descalzos, así que guíalos. Oh, Al-lah, ellos están desnudos, vístelos. Oh, Al-lah, ellos padecen hambre, entonces sacia su aflicción". Y así, Al-lah les otorgó la victoria.