La entidad sionista, que lanzó cuatro ataques contra el Paso fronterizo de Rafah desde el 7 de octubre, acusa descarada y falsamente a Egipto de obstruir la entrada de ayudas humanitarias en la Franja de Gaza. Entonces, se nos plantea esta pregunta: ¡¿quién asume la responsabilidad de tal crisis alimentaria y de combustible que ha azotado a la Franja de Gaza de hambre y propagación de enfermedades?!
No es sorprendente que el enemigo sionista recurra a las mentiras, como de costumbre, desde el establecimiento de su entidad, a fin de engañar a la opinión pública mundial y huir de la justicia que esperamos que se haga verdad tras años de apagón mediático y político deliberado por parte de Occidente frente a sus brutales crímenes contra el pueblo palestino. Por lo cual, la imputación infundada a Egipto de impedir la entrada de las ayudas humanitarias a la Franja de Gaza constituye otra mentira que se añade a las otras exhibidas por la entidad sionista ante la CIJ, con el objetivo de declararse inocente de tener una intención genocida, término que se ha repetido en las declaraciones continuas de sus líderes desde el 7 de octubre, e incluso mucho tiempo antes de esa fecha, durante más de 75 años.
El asesinato, la destrucción, el despojo de tierras y riquezas, aparte del robo de órganos humanos, son los métodos recurrentes de los líderes sionistas para enfrentar a la mayoría palestina que, a lo largo de todos estos años, no ha sido afectada por las oleadas migratorias de los judíos a sus tierras. Por tanto, cuando los líderes sionistas se han asegurado de su fracaso, recurren al genocidio flagrante en un intento de alterar la realidad geográfica que rodea su entidad mediante la expansión y la ampliación de sus fronteras, con el objetivo de alcanzar una seguridad falsa para sus colonos.
Cabe destacar que la desinformación mediática sionista, también conocida como "Zio-información", es uno de los términos acuñados por el Observatorio de Al-Azhar que se ha hecho cargo de, entre otras cosas, poner al descubierto los crímenes del enemigo sionista dentro de un marco definitorio apropiado. En este sentido, el Observatorio de Al-Azhar ha detectado intentos desesperados por parte de la entidad sionista por evadirse de la responsabilidad de las atrocidades que ha perpetrado desde el estallido de la guerra, manipulando los términos para difundir su falsa historia a expensas de distorsionar los hechos y atribuir acusaciones al pueblo palestino, con el fin de encontrar justificaciones para su continua agresión durante los últimos 100 días.