Al cabo de ocho meses del estallido de la guerra de exterminio masivo perpetrada por la ocupación sionista en la Franja de Gaza, han despuntado en el horizonte planes a largo plazo para cambiar la geografía de la Franja asediada. En este sentido, las imágenes por satélite y los testimonios de personas sobre el terreno han mostrado que el ejército de ocupación sionista está asolando edificios a lo largo y ancho del sector oriental de la Franja de Gaza. Con tal proceder, la entidad sionista se esmera en establecer una zona tampón de un kilómetro de ancho entre las zonas pobladas de Gaza y los territorios ocupados, que cubrirá aproximadamente el 16 % del territorio de la Franja de Gaza. Esto, a su vez, acarreará la deportación permanente de miles de ciudadanos palestinos, además de infligir daños ingentes al sector agrícola —de por sí limitado— que lastran sobremanera la superficie cultivable.
Esta no es la única vía que sigue la entidad sionista para cambiar la geografía de Gaza, pues el corredor militarizado de “Netzarim” —construido y liderado por las fuerzas sionistas antes de la aplicación del plan de «retirada» de Gaza en 2005— se ha ensanchado hasta convertirse en una carretera de unos 6,5 kilómetros de longitud, que atraviesa la Franja de Gaza y separa la parte norte del centro y del sur de la misma. A todo esto se une también la construcción intensiva y masiva de unidades de asentamiento, torres de comunicación y otras infraestructuras que permitirán al ejército sionista facilitar el reasentamiento en la Franja de Gaza, controlar el movimiento de civiles hacia el norte y el sur, e impedir el regreso de los desplazados al norte de la Franja, aparte de allanar el camino al avance de vehículos militares hacia el norte y el sur de la Franja.
Al hilo de lo mencionado, el Observatorio de Al-Azhar Contra el Extremismo advierte de las aciagas consecuencias de estas acciones, cuyos objetivos enfocados a la continuación de la guerra de genocidio, el reasentamiento de la Franja de Gaza, y la deportación de los palestinos y la expoliación de sus tierras. Asimismo, renueva su llamamiento a la comunidad internacional para que intervenga urgentemente en pro de suspender estas medidas con pasos reales y prácticos para frenar la tiranía sionista sin precedentes.