El Observatorio de Al-Azhar emite un comunicado sobre el fenómeno de «cantar el Corán» y advierte de una oleada de abusos contra el Corán y el Islam.
El Observatorio de Al-Azhar advierte del peligro que supone el fenómeno de «cantar el Corán» y pide la promulgación de leyes que regulen el uso de la inteligencia artificial en el tratamiento de los textos religiosos y sagrados.
En los últimos días, el Observatorio de Al-Azhar contra el Extremismo ha seguido la circulación en redes sociales de supuestas «canciones coránicas» que han adoptado una forma extrema de tratar las aleyas del Sagrado Corán componiendo y cantando con música occidental, y afirmando falsamente que buscan la «innovación» en la presentación de las «historias coránicas», y que se promueven a través de cuentas anónimas que utilizan técnicas de inteligencia artificial.
El Observatorio de Al-Azhar afirma que el Corán es la palabra de Al-lah y Su milagro eterno, y que está prohibido leerlo acompañado de música en cualquiera de sus formas, subrayando que interpretar el significado de cantar en el hadiz auténtico del Profeta (P y B): «No hay nadie entre nosotros que no cante el Corán», como realmente “cantar”, es una mentira y un fraude contra el Profeta y una violación de todos los comentaristas del hadiz y de todos los diccionarios. Asimismo, el verbo mencionado en el hadiz significa «mejorar la voz y hacerla más fuerte», es decir, el significado de «tahbir» que mencionó Abu Musa al-Ash'ari cuando el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) alabó su voz describiéndola como uno de los salmos de la familia de Dawud. Algunos comentaristas han dicho que cantar en el hadiz significa limitarse al Corán en cuestiones de fe, es decir, prescindir de todo lo demás.
El Observatorio de al-Azhar Contra el Extremismo advierte de la ola de abuso del Sagrado Corán y del islam, y de desprecio hacia las religiones, que comenzó con campañas sistemáticas de quema y desgarro del Corán, y con intentos de tergiversar algunos de sus versículos. Asimismo, subraya que la aparición de este tipo de abuso del Corán, al componerlo con el pretexto de hacerlo más fácil de memorizar, resulta extraña. Se trata de un desprecio total por la melodía, el ritmo y el timbre originales del Sagrado Corán, y todas las formas de recitarlo, un desprecio por la característica de recibir el Corán de boca en boca y un ataque a una gran herencia de lectura del Corán con voces dulces de varios países, especialmente Egipto.
El Observatorio hace un llamamiento a la estimada autoridad legislativa de Egipto para que aborde este fenómeno mediante leyes que hagan frente al desprecio de las religiones y para que tome la iniciativa de promulgar leyes que regulen el uso de la inteligencia artificial en el tratamiento de los textos religiosos y los santuarios, con el fin de evitar daños y corrupción desconocidos. Además, sirve de ejemplo para que la experiencia legislativa egipcia a este respecto se reproduzca en otros países.