En respuesta a las declaraciones de la ex embajadora sionista en Egipto, Amira Oren, en las que ataca al Gran Imán de Al-Azhar...
El Observatorio de AlAzhar afirma que:
- El Gran Imán de Al-Azhar se ha encargado de difundir la paz y consolidar sus principios en un momento en que se intensifican los discursos de odio y los llamamientos a la guerra.

La pretensión de sufrir injusticia en la habitual retórica de la Entidad Sionista en cada ocasión en que muestra su verdadero rostro sangriento, se ha vuelto inútil ante los atroces crímenes que perpetra a diario contra palestinos y libaneses.
- Cuanto más se le aprieta la soga al ocupante de Palestina, más se intensifican sus acusaciones contra personas honorables.
El #Observatorio_de_Al_Azhar contra el Extremismo hizo seguimiento de lo publicado por el canal hebreo «24 news», el martes 26 de noviembre, sobre la creciente hostilidad egipcia hacia la Entidad Sionista en los medios de comunicación y en las redes sociales, citando a la ex embajadora de la entidad sionista en Egipto, Amira Oren, quien dijo que la hostilidad de la institución sunita más importante del mundo -refiriéndose a la institución de Al-Azhar- hacia Israel no tiene precedentes y es extremadamente dura y tensa. Señalando, además, que dicha hostilidad está impregnada de antisemitismo.
En respuesta a la declaración de Oren, el Observatorio de Al-Azhar subraya que la pretensión de sufrir injusticia en la habitual retórica de la Entidad Sionista cada vez que muestra su verdadero rostro sangriento, como en el caso de la agresión contra la Franja de Gaza y el Líbano, en la que las víctimas superaron los 150.000 mártires, heridos y desaparecidos; ha perdido todo valor ante los atroces crímenes cometidos a diario contra los palestinos y libaneses.
Es más, el Observatorio cerciora que cuanto más se le aprieta la soga al ocupante de la tierra de Palestina, más se intensifican sus acusaciones contra personas honorables. Sobre todo, cuando hay un consenso internacional sin precedentes sobre la condena de los responsables sionistas, encabezados por Netanyahu, por haber cometido crímenes de guerra y otros contra la humanidad, incluso algunos países aliados han anunciado la ejecución de la orden de detención en cuanto los dirigentes del grupo terrorista lleguen a sus territorios.
Asimismo, el Observatorio confirma que el Gran Imán de Al-Azhar defiende la palabra de la verdad y la justicia que reclaman el Islam y todas las religiones para hacer frente a las fuerzas terroristas despojadas de todo sentido de moralidad y humanidad, que han cometido diversos crímenes brutales, como el bombardeo de hospitales, la destrucción de mezquitas e iglesias, y el asesinato de niños, mujeres, reporteros de prensa y ciudadanos inocentes e indefensos.
Cabe destacar que el aliento de Al-Azhar a las voces libres del mundo que piden poner fin a las masacres contra los débiles y vulnerables en Gaza y Líbano no es más que un apoyo al derecho no respetado desde hace muchos años por los sionistas que han buscado la corrupción y el derramamiento de sangre, utilizando algunos de sus textos religiosos extremistas como paraguas para proteger y justificar sus crímenes terroristas que han dejado su impacto en todos los palestinos de Gaza y Cisjordania, unas veces por los vehículos de sus fuerzas terroristas apoyadas por Occidente, y otras por sus colonos, todos ellos son igualmente culpables. 
Por último, conviene señalar que el apoyo de Al-Azhar al evidente derecho palestino constituye un apoyo a la humanidad, que está sufriendo hoy en día grandes desafíos que empujan a la humanidad al abismo debido a las nuevas guerras que no se limitan a la confrontación directa con las armas sino que también incluyen las guerras económicas y tecnológicas que destruyen las sociedades y amenazan su continuidad y estabilidad. Igualmente, Al-Azhar es muy consciente de los conceptos de verdad, justicia y coexistencia, los cuales esta embajadora sionista pretende que combaten a su pueblo deliberadamente, haciendo caso omiso de la gravedad de los crímenes brutales que están cometiendo contra la humanidad.
Insistimos, además, en que el sionismo es una enfermedad nefasta, y que la hostilidad al sionismo no es azharí, sino una tendencia humana universal que trasciende las diferentes razas, culturas, religiones y países para plantar cara a la injusticia y la tiranía.