El Gran Imán de Al-Azhar, Prof. Dr. Ahmed At-Tayeb, recibió este domingo en la sede de Al-Azhar a la señora Verónica Alcocer García, esposa del presidente de la República de Colombia. El Gran Imán dio una calurosa bienvenida a la primera dama y destacó su aprecio por la República de Colombia. También le pidió que transmitiera sus saludos al presidente Gustavo Petro, y elogió su postura firme al insistir en la necesidad de respetar la orden de la Corte Penal Internacional para ejecutar el mandato de arresto contra los criminales de guerra del régimen ocupante. Asimismo, valoró su constante llamamiento para detener el genocidio y las masacres que se están llevando a cabo en Gaza.
El Gran Imán señaló que Al-Azhar se dedica a difundir el mensaje del Islam, centrado en la promoción de la paz entre todos. Subrayó que el Islam establece el conocimiento mutuo, el encuentro y la misericordia como bases para las relaciones humanas, independientemente de las creencias, razas o colores. Explicó que Dios, en Su sabiduría, quiso que la diversidad fuese una ley universal y estableció los lazos de hermandad humana como principio rector en las relaciones, tanto entre creyentes como entre creyentes y no creyentes. Esta hermandad conlleva derechos y deberes que elevan la dignidad humana, incluso en tiempos de guerra.
El Gran Imán aclaró que la guerra en el Islam solo se permite como respuesta a la agresión y que lo que se ha conocido históricamente como guerras religiosas no fue impulsado por motivos puramente religiosos, sino por ideologías políticas que intentaron secuestrar y manipular la religión, como ocurre hoy en Gaza, donde se justifican crímenes atroces y genocidios bajo interpretaciones distorsionadas de textos religiosos de la Torá, utilizadas para alcanzar objetivos políticos de ocupación y despojo de los derechos de los palestinos.
El Gran Imán destacó las iniciativas de Al-Azhar para difundir una cultura de paz y hermandad dentro y fuera de Egipto. Entre estas, mencionó la creación de la Casa de la Familia Egipcia en colaboración con iglesias cristianas, con el fin de fortalecer los lazos entre musulmanes y cristianos. Esta iniciativa se extendió hasta alcanzar una apertura global con instituciones religiosas y culturales de todo el mundo, culminando en la firma del histórico Documento de la Fraternidad Humana en Abu Dabi junto con el papa Francisco, un proyecto en el que se invirtió un año de trabajo completo antes de su firma. Las Naciones Unidas declararon el 4 de febrero como el Día Internacional de la Fraternidad Humana en reconocimiento a este documento.
El Gran Imán subrayó que la principal causa del sufrimiento humano actual radica en una política que separa por completo el cuerpo del espíritu y los valores. Este enfoque global, que margina y politiza la religión en beneficio de intereses materiales, justifica la fabricación de armas y explosivos, y provoca guerras y conflictos devastadores.
Por su parte, la primera dama de Colombia expresó su gratitud por la reunión con el gran imán y le agradeció sus esfuerzos por promover la paz mundial. Reiteró su confianza en la capacidad de los líderes religiosos para lograr la paz mediante el diálogo y la cercanía. Coincidió con la visión del Gran Imán sobre los peligros de la industria armamentística, señalando que es la principal causa de las tragedias actuales. Asimismo, expresó su deseo de que esta industria se detenga para acabar con la pobreza, los conflictos, el odio y las guerras.
La primera dama de Colombia destacó la necesidad de observar el mundo con una perspectiva diferente a la de los políticos, reemplazando el odio por amor y las guerras por paz. También valoró la importancia del Documento de la Fraternidad Humana y destacó la urgencia de adoptar este modelo de cooperación entre líderes religiosos en el mundo actual.