la Contranarrativa del Observataio de al-Azhar sobre el artículo titulado "Anhelando Su rostro" publicado en la revista de an-Nabaa, del grupo terrorista Daesh, número 467
Contranarrativa del Observataio de al-Azhar sobre el artículo titulado "Anhelando Su rostro" publicado en la revista de an-Nabaa, del grupo terrorista Daesh, número 467
Observatorio de al-Azhar contra el Extremismo: Una vez analizado el texto y sus puntos clave, se puede concluir que:
El editorial de este número, ilustrado con imágenes de líderes de ISIS eliminados, busca transmitir a sus seguidores un mensaje claro: la muerte de estos líderes es una victoria en la lucha entre el bien y el mal. Presentan a estos individuos como mártires elegidos por Dios para defender el Islam.
La razón detrás de este artículo, a mi juicio, podría ser la serie de fracasos y derrotas que ha sufrido la organización recientemente, especialmente en Irak, el Levante y Somalia. Ante esta situación, el grupo busca fortalecer la moral de sus seguidores, instándolos a la paciencia y recordándoles el sacrificio de sus líderes en la causa de la yihad.
Para ello, el texto tiende a simplificar el concepto de “yihad” con un lenguaje emocional que busca atraer a nuevos elementos al grupo terrorista y animarlos a involucrarse en sus (criminales) acciones, presentando lo que hacen como una lucha en el camino de Dios. Argumentan que ellos, a diferencia de otros, siguen el camino del Mensajero del Islam y sus compañeros, mientras que los demás luchan por sus propios intereses. Además, el texto se presenta en un marco estrecho que se centra en la lucha y la violencia. Sin embargo, esta simplificación ignora los aspectos humanos y legales dla yihad, promoviendo la idea de que la lucha es el único medio para defender la religión.
La yihad fue legislado en el Islam para prevenir el daño, y que la lucha contra el enemigo debe regirse por normas establecidas, incluyendo el no agredir a otros sin justificación y el no luchar por apoderarse de las riquezas ajenas. Si se llegara a dar un conflicto entre musulmanes y no musulmanes, se ordena a los musulmanes que no maten a ancianos, niños, mujeres o monjes en sus templos. Además, los hadices del Profeta del Islam estipulan que el combatiente no debe cortar árboles, quemar casas ni dañar a civiles no beligerantes; por el contrario, debe garantizar su seguridad y proteger sus bienes.
Es importante enfatizar que la palabra "yihad" y su concepto en el Islam no se limitan únicamente a la lucha. También abarcan la yihad del alma, la yihad del dinero, la yihad de la palabra y la yihad mayor, que implica resistir las pasiones, por ejemplo. Tanto el martirio como la yihad son ideales elevados para el musulmán, pero no se restringen a portar armas y combatir. La yihad mayor representa el esfuerzo del alma contra las pasiones, mientras que la yihad menor se refiere a la defensa de la religión y la patria. Además, la lucha debe ser legítima según la ley de Dios, y su objetivo debe ser la defensa de la verdad y el establecimiento de la justicia.
Además, el texto omite mencionar los requisitos necesarios para que la yihad sea legítima, como la defensa propia y de la tierra, la obtención del permiso de las autoridades competentes (que en este contexto se refiere al líder estatal o a cualquier autoridad gobernante) y el cumplimiento de las normas establecidas por el estado y las organizaciones internacionales.
El editorial asimismo afirma que ellos están librando una guerra feroz contra las fuerzas estadounidenses e iraníes en Irak y Siria, y cómo estas fuerzas temen que Irán se involucre en un conflicto con Israel, lo que permitiría a Dáesh recuperar su fuerza y expandirse nuevamente. Aseguran que los combatientes del Estado Islámico enfrentan a estas fuerzas con fe y determinación, intensificando sus actividades. Señalan que, a diferencia del pasado, cuando las posiciones de los combatientes del ISIS en el desierto de Siria (badiya) eran atacadas por Rusia, ahora son las fuerzas estadounidenses las que llevan a cabo estos ataques, con el objetivo de obstaculizar al grupo o desviarlo de su camino.
Aseguran que no han sido derrotados en Irak ni en Siria, y que los enfrentamientos que tienen lugar no son cubiertos de manera imparcial por los medios de comunicación. Argumentan que derivan su fuerza y determinación de las acciones de los compañeros del Profeta Muhammad, y que están viviendo una gran prueba que requiere firmeza y resistencia a las presiones externas. El texto concluye con un llamado a la paciencia y la piedad como la mejor manera de enfrentar los desafíos.
La narrativa se apoya en citas religiosas, versículos coránicos y eventos históricos que justifican la violencia, omitiendo aquellos que promueven la paz y la misericordia. Aunque la yihad es un concepto legítimo en el Islam, debe ser llevado a cabo dentro de un marco regulado y justificado. Este texto adopta una perspectiva unilateral al considerar enemigos a todos, incluso a los musulmanes que no comparten su ideología extremista.
Por otro lado, aunque la yihad es legítimo en el Islam, debe llevarse a cabo dentro de los límites establecidos. No obstante, este texto adopta una visión unilateral al considerar enemigos a todos, incluso a los musulmanes que no comparten las ideas de Dáesh, lo que refleja una ideología extremista que promueve la violencia indiscriminada. Por el contrario, la yihad en el Islam tiene restricciones y condiciones, y debe ser defensiva o estar justificada por la ley islámica. El texto puede interpretarse como un llamado a la violencia, envuelto en un lenguaje emotivo que atrae a los miembros del grupo extremista y a sus simpatizantes.
En conclusión, se podría decir que comprender la religión de manera correcta y adherirse a su moderación son el camino para lograr la paz y la armonía en la sociedad. Debemos trabajar todos juntos para difundir el bien y rechazar el extremismo y la violencia. En análisis anteriores de los artículos de ISIS, he denunciado sus opiniones extremistas y su enfoque selectivo de los versículos y hadices que apoyan su postura. He mencionado que es necesario situar estos versículos en su contexto lingüístico e histórico correcto, lo cual requiere un conocimiento más profundo de la religión, ya que la plaga de estas organizaciones extremistas es la ignorancia de sus miembros sobre la verdadera religión y su falta de comprensión del significado del idioma árabe, lo que los lleva a interpretar los textos de una manera que se alinea con su enfoque criminal y violento.