Tras años de retroceso del grupo "Dáesh" y la pérdida de control sobre la mayoría de las áreas donde proclamó su "Estado" en Siria e Irak, han resurgido los temores sobre la posibilidad de que vuelva a ocupar un lugar destacado. El aumento de las tensiones regionales y la persistente crisis siria mantienen la amenaza del grupo presente, generando preguntas sobre su capacidad para recuperar influencia.
Una amenaza a la seguridad: El riesgo de fugas masivas
Ante la toma de Damasco por las fuerzas de Hayat Tahrir al-Sham, he alertado sobre la posibilidad de una fuga masiva de miembros de Dáesh de las cárceles sirias. Paralelamente, funcionarios estadounidenses expresaron una creciente preocupación por la situación de los detenidos de Dáesh en cárceles controladas por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), advirtiendo sobre el riesgo de una evasión en masa. Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Irak, Fuad Husein, señaló que el grupo terrorista está reorganizando sus filas, aprovechando el colapso del ejército sirio y el acceso a arsenales de armas abandonados. 
El campo de Al-Hol: Una "bomba de tiempo"
El campo de Al-Hol, en el norte de Siria, constituye una grave amenaza para la seguridad. Alberga a familias de combatientes de Dáesh que viven en condiciones propicias para la radicalización de nuevas generaciones, lo que ha llevado a los expertos a denominarlo una 'universidad del terrorismo'.
"Dáesh" no ha sido derrotado del todo
A pesar de los golpes militares que han debilitado al grupo, sus células durmientes siguen activas en regiones como el desierto sirio. Los asesinatos y ataques intermitentes demuestran que el grupo aún tiene capacidad para llevar a cabo operaciones significativas. Además, el vacío de seguridad y la falta de servicios básicos en zonas como Deir ez-Zor y Raqqa facilitan que el grupo encuentre apoyo local.
Competencia entre potencias internacionales: Un obstáculo para las soluciones
La competencia entre potencias internacionales, especialmente entre Rusia, Estados Unidos e Irán, exacerba la crisis siria y obstaculiza significativamente los esfuerzos para erradicar el extremismo. La falta de coordinación entre estos actores agrava el desafío de contener al grupo terrorista Dáesh.
La necesidad de una estrategia integral
Expertos del Observatorio de Al-Azhar coinciden en que para enfrentar la amenaza del resurgimiento de Dáesh se requiere una estrategia integral que combine seguridad y desarrollo. Abordar las raíces socioeconómicas del extremismo, como la pobreza y la marginalización, es fundamental. Asimismo, es esencial promover la estabilidad política en Siria y fomentar la cooperación internacional para prevenir la explotación del caos por parte de grupos extremistas.
A pesar de los éxitos militares contra Dáesh, la persistente inestabilidad en Siria representa una amenaza latente. La comunidad internacional debe actuar con celeridad y determinación para evitar una nueva escalada del conflicto y garantizar que las lecciones aprendidas no caigan en el olvido.