Al-Azhar alza su voz con firmeza ante las graves repercusiones que acarrean los ataques dirigidos contra las instituciones internacionales que desempeñan un papel esencial en la preservación de la paz y la seguridad globales. En este contexto, subraya su profunda preocupación por las agresiones dirigidas contra la Corte Penal Internacional (CPI), una entidad que ha ejercido una labor fundamental al exponer las flagrantes violaciones cometidas durante la ofensiva en Gaza, adoptando medidas justas y necesarias para responsabilizar a los perpetradores.
Al-Azhar advierte, asimismo, sobre la peligrosa tendencia de amenazar con sanciones a la CPI e intentar obstaculizar su labor, lo que representa un intento directo de socavar la justicia internacional y privar a las víctimas de su legítimo derecho a una rendición de cuentas efectiva. Estas acciones no solo erosionan la confianza en las instituciones internacionales, sino que también fragilizan el orden mundial, cimentado en leyes, tratados y organismos que garantizan una convivencia pacífica entre las naciones.
El debilitamiento de estas estructuras, advierte Al-Azhar, abre las puertas a un escenario sombrío donde las relaciones internacionales ya no se rijan por el imperio de la ley, sino por la supremacía de la fuerza, la hegemonía del poder y el dominio de las armas, transformando el mundo en una selva donde los poderosos devoran los derechos de los débiles e indefensos.
Por tanto, Al-Azhar exige el cese inmediato de estas declaraciones y decisiones arbitrarias que buscan intimidar a las instituciones internacionales, así como el fin de las amenazas relacionadas con la suspensión de financiamiento, utilizadas como mecanismo de presión para manipular su independencia y forzarlas a adoptar posturas alejadas de la equidad y la justicia.
Del mismo modo, Al-Azhar insta a todos los Estados a respetar y acatar las resoluciones emitidas por estos organismos, garantizando su imparcialidad, independencia y protección frente a cualquier injerencia que pretenda desvirtuar su labor. Solo a través del respeto irrestricto a estas instituciones y a los principios de justicia universal será posible mantener un orden internacional basado en la dignidad, los derechos y la paz para toda la humanidad