¿Podría Abdul Qadir Mumin, líder de ISIS en Somalia, convertirse en el máximo dirigente de la organización?

  • | Monday, 3 March, 2025
¿Podría Abdul Qadir Mumin, líder de ISIS en Somalia, convertirse en el máximo dirigente de la organización?

     Un informe de la ONU ha revelado que varios países creen haber identificado al líder de ISIS que dirige las operaciones globales de la organización. El informe del equipo de monitoreo de sanciones de la ONU, basado en información de inteligencia de los Estados miembros, afirma que existe una "casi confirmación" de que el "nuevo califa" de ISIS es Abdul Qadir Mumin, quien también dirige la rama de la organización en Somalia, y que podría ser responsable de dirigir las operaciones globales.

Informes de inteligencia de la ONU indican que Mumin fue ascendido al puesto de jefe de la Dirección General de Provincias de ISIS, lo que le otorgó el control de las ramas de la organización en África y un mayor alcance de influencia. Algunos Estados miembros lo consideran el líder de facto de la organización, o el nuevo "califa".

Este desarrollo se produce en un momento en que ISIS enfrenta una presión creciente en Irak y Siria, lo que ha llevado a la organización a redistribuir a sus principales responsables y trasladar algunas de sus operaciones a áreas más seguras para sus miembros y líderes, según el informe de la ONU.

Desde el asesinato de los dos líderes anteriores de ISIS, Abu Bakr al-Baghdadi en 2019 y su sucesor Abu al-Hasan al-Hashimi al-Qurashi en 2022, la organización ha adoptado una nueva política para proteger a sus líderes, ocultando sus identidades y reduciendo su visibilidad. Esto incluye la ocultación de la identidad del líder actual, conocido como "Abu Hafs al-Hashimi al-Qurashi".

El informe de la ONU refleja los rápidos cambios en la estructura de liderazgo de ISIS, en medio de los esfuerzos internacionales en curso para combatir el terrorismo y limitar su expansión global. También se reveló que ISIS en Somalia, liderado por Abdul Qadir Mumin, continúa expandiendo su influencia a pesar de los desafíos de seguridad y las divisiones internas que enfrenta. La organización está invirtiendo sus fondos en fortalecer sus capacidades militares, incluido el uso de drones y la realización de ataques suicidas, en un momento en que tiene dificultades para integrar a los combatientes extranjeros en sus jerarquías tribales.

En medio de la continua incertidumbre sobre la identidad del líder de ISIS, Edmund Fitton-Brown, exfuncionario de contraterrorismo de la ONU y asesor del Proyecto contra el Extremismo, afirmó: "El liderazgo de la organización está acostumbrado a mantener al califa fuera de la vista y a no permitir que se escuche su voz ni que se vean sus rasgos". Agregó: "El califa de ISIS puede ser conocido como Abu Hafs al-Hashimi al-Qurashi, pero nadie sabrá que es somalí, ni escuchará su acento africano ni verá sus rasgos". Se cree que Abdul Qadir Mumin, quien dirige la rama de la organización en Somalia, es la persona que ostenta este título.

La información de inteligencia indica que sobrevivió a un intento de asesinato en un ataque aéreo estadounidense en mayo de 2024. El informe de la ONU publicado en febrero de 2025 confirmó que este ataque llevó a Mumin a tomar medidas para reducir su exposición a la vigilancia, refugiándose en una red de cuevas y estructuras defensivas en las montañas "Golis" de Somalia, que se cree que ofrecen protección contra los ataques aéreos occidentales.

Sin embargo, estas medidas no impidieron que Estados Unidos llevara a cabo un nuevo ataque aéreo en febrero de 2025, dirigido contra un bastión de ISIS en la región de "Buur Dheere", que resultó en la muerte de uno de los principales líderes de operaciones externas y otros 13 miembros de la organización, según funcionarios estadounidenses.

En un contexto relacionado, el informe de la ONU señaló que la rama de ISIS en Somalia ha expandido sus actividades financieras al intensificar las operaciones de extorsión en las áreas bajo su control, donde invierte los ingresos en el desarrollo de sus capacidades de combate. Sin embargo, la organización enfrenta crecientes dificultades; sus filas experimentaron una ola de deserciones debido a desafíos culturales, la dificultad de integrar a los combatientes extranjeros en las jerarquías tribales locales y las duras condiciones de vida. Además, los esfuerzos internacionales han contribuido a interceptar a posibles combatientes extranjeros antes de que llegaran a Somalia, lo que ha ralentizado el crecimiento de la organización.

A pesar de estos desafíos, el informe advirtió que ISIS en Somalia sigue representando una amenaza creciente, especialmente a medida que continúa fortaleciendo su influencia y financiando sus actividades militares. Por su parte, el Observatorio de Al-Azhar considera que el informe de la ONU, que revela la posibilidad de que Abdul Qadir Mumin sea el califa de facto de ISIS, hace sonar las alarmas sobre el creciente estatus de la organización en el continente africano. Esta información, que está ganando "creciente confianza" entre las agencias de seguridad de varios países, refleja los cambios radicales que han ocurrido en la estructura de liderazgo dentro de ISIS.

Este desarrollo refleja un cambio estratégico en el posicionamiento de ISIS, ya que su centro de gravedad ya no está solo en el Medio Oriente, sino que su rama en África tiene una influencia creciente, lo que ha llevado a la redistribución de los centros de toma de decisiones para evitar los golpes mortales que apuntaron a sus líderes anteriores. Además, el fortalecimiento del papel de Abdul Qadir Mumin, quien goza de una amplia influencia dentro de la organización en África, podría ser un paso estratégico para ISIS para consolidar su presencia en el continente, donde prevalecen entornos inestables que pueden constituir un refugio seguro para la organización, especialmente con la expansión de sus actividades financieras a través de operaciones de extorsión e inversión en el desarrollo de sus armas, como drones y ataques suicidas.

Sin embargo, la organización enfrenta al mismo tiempo desafíos internos crecientes que pueden obstaculizar su expansión, siendo los más destacados las divisiones resultantes de la dificultad para integrar a los combatientes extranjeros, además de las deserciones que surgieron debido a las diferencias culturales y las duras condiciones de vida, así como la presión internacional que ha reducido el flujo de nuevos reclutas. A pesar de estos obstáculos, ISIS en Somalia sigue representando una amenaza creciente, especialmente por su capacidad para obtener financiación e invertirla en el desarrollo de nuevas estrategias de combate.

Si las expectativas sobre la asunción de Abdul Qadir Mumin del liderazgo global de ISIS resultan ser ciertas, podríamos presenciar un cambio en las prioridades de la organización, con un mayor enfoque en África como escenario principal de sus operaciones. Sin embargo, la continuación de los ataques aéreos estadounidenses, junto con el aumento de las divisiones internas, podría debilitar su capacidad para controlar y administrar sus ramas de manera efectiva, lo que coloca a la organización ante una situación compleja entre el intento de expandirse a nuevas áreas y la presión de seguridad que amenaza su supervivencia.

En vista de estos datos, parece que ISIS está tratando de reformar su estrategia, pero se enfrenta a una realidad compleja que pone en duda su continuidad con la misma fuerza que tenía antes. Esto requiere una mayor vigilancia de seguridad para evitar el flujo de refuerzos necesarios para la organización, ya sea en forma de dinero, armas o personal. El Observatorio también hace un llamado a los países africanos y a quienes apoyan los esfuerzos de la guerra contra el terrorismo para aprovechar esta oportunidad para presionar a la organización y secar sus fuentes de financiación, con el objetivo de eliminar sus planes de expansión y control.

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