Desde su aparición, la organización terrorista Dáesh ha adoptado el takfir como un principio constante en su ideología, dirigiendo sus esfuerzos a excomulgar a los Estados y las sociedades musulmanas, basándose en interpretaciones erróneas y tergiversadas de los textos religiosos del Corán, la Sunna y el razonamiento jurídico islámico. El Observatorio de Al-Azhar contra el Extremismo ha enfrentado esta ideología refutándola tanto racional como textualmente, demostrando su contradicción con los principios fundamentales del islam y sus objetivos supremos.
En este editorial del número 484 del periódico An-Naba, titulado "El camino de la gloria", la organización parte de la idea del orgullo y el honor en la fe y la unicidad de Allah para derivar en la excomunión de las sociedades, acusándolas de hipocresía, perversidad e incredulidad, entre otros calificativos. Se trata de una idea en la que la organización ha sobrepasado por completo los límites de la ley islámica y la razón. Así, afirman:
"Ninguna persona sensata podría imaginar jamás que se busque la gloria lejos de la presencia de Allah Todopoderoso, abandonando el umbral de la servidumbre a Él y postrándose ante los tiranos, deambulando por sus asambleas y palacios, tal como hacen hoy en día muchas entidades y partidos apóstatas, que corren tras el espejismo de los beneficios y las migajas de los cargos, bajo el amparo del 'orden internacional' infiel." (Periódico An-Nabaa, número 484).
Este artículo tiene como objetivo formular un análisis general y una visión crítica de las opiniones de la organización expresadas en su editorial del número mencionado.
Primero: Las bases racionales para refutar la idea del takfir de Dáesh sobre las sociedades
1. La contradicción del takfir con la razón y la lógica
Declarar a las sociedades en su conjunto como incrédulas contradice la naturaleza humana sana y la razón correcta. ¿Cómo podría toda una nación —e incluso todas las naciones— estar unida en la falsedad, cuando Allah, Glorificado y Exaltado sea, ha prometido preservar esta religión? El takfir de las sociedades conduce al caos religioso y social, abre la puerta a la corrupción y al derramamiento de sangre, lo que contradice uno de los principales objetivos de la sharía: la preservación de la vida, la razón y la religión.
2. El takfir colectivo contradice el principio de responsabilidad individual
Desde un punto de vista racional y lógico, no es correcto generalizar los juicios sobre los individuos basándose en las acciones de un gobierno o una autoridad. El Corán enfatiza la responsabilidad individual del ser humano: "Que nadie cargará con pecados ajenos." (El Corán, 53: 38). ¿Cómo, entonces, puede acusarse a toda una nación de incredulidad por políticas adoptadas por sus gobernantes? Esto constituye un error lógico que contradice los principios fundamentales de la justicia y la equidad.
3. Golpear a las sociedades islámicas y servir a los enemigos del islam
El método del takfir promovido por Dáesh solo ha provocado la fragmentación de las sociedades islámicas y el derramamiento de sangre de los musulmanes, lo que, en última instancia, beneficia a las fuerzas hostiles al islam. En lugar de dirigir sus esfuerzos hacia la construcción y la reforma, estos grupos se dedican a avivar conflictos y guerras internas, lo que lleva al colapso de los Estados islámicos en lugar de su establecimiento y prosperidad.
Segundo: Las pruebas textuales sobre la invalidez del takfir absoluto de las sociedades y los Estados
1. Los textos del Corán que prohíben el takfir
El Corán advierte contra la precipitación en declarar la incredulidad y afirma que la base en el musulmán es la fe, no la incredulidad. Allah, Altísimo sea, dice:
"¡Oh, creyentes! Cuando salgan a combatir por la causa de Allah, sean prudentes y no digan a quien os saluda con la paz: ‘Tú no eres creyente’." (El Corán: 4: 94).
Entonces, ¿cómo puede Dáesh justificar la excomunión de sociedades y Estados enteros sin ninguna verificación, cuando el Corán prohíbe incluso declarar incrédulo a una sola persona que manifieste el islam?
2. La advertencia de la Sunna contra el takfir
La Sunna contiene severas advertencias contra el uso indiscriminado del takfir. El Profeta ﷺ dijo: “Quien diga a su hermano ¡،oh, incrédulo!, uno de ellos merecerá esa descripción. Si no fue como lo dijo, regresará hacia él.” Un hadiz auténtico.
¿Cómo puede una organización desviada atribuirse la autoridad para excomulgar Estados y sociedades, cuando ni siquiera el Profeta ﷺ lo hizo?
3. El consenso jurídico sobre la gravedad del takfir
Los eruditos de la umma (la comunidad musulmana) han coincidido a lo largo de los siglos en que el takfir es un asunto extremadamente grave que no debe tomarse a la ligera y que la base en el musulmán es el islam, a menos que exista una prueba concluyente de su incredulidad. El imam An-Nawawi dijo: "No se juzga a un musulmán como incrédulo a menos que cometa un acto que no admita ninguna interpretación posible."
Entonces, ¿cómo puede Dáesh fundamentar su ideología en interpretaciones corruptas y con ellas declarar incrédulas a naciones enteras?
4. El concepto de Estado en el islam y el rechazo del takfir
El islam es una religión de orden y justicia; no llama a la destrucción de los Estados ni al derrocamiento de los gobiernos bajo el pretexto del takfir. Al contrario, promueve la reforma y exhorta a obedecer a los gobernantes en lo que no implique desobediencia a Allah. Allah, Altísimo sea, dice: "¡Oh, creyentes! Obedezcan a Allah, obedezcan al Mensajero y a aquellos de vosotros que tengan autoridad y conocimiento." (An-Nisá, 59).
Las proclamas de Dáesh conducen al caos y al derramamiento de sangre, lo que contradice los propósitos del islam y su mensaje, que vino como guía para la humanidad, para la construcción de la civilización y para el establecimiento de la paz y la serenidad entre las sociedades.
Tercero: El impacto del pensamiento takfirí de Dáesh en la umma islámica
1. La fragmentación de la unidad musulmana
La propagación del pensamiento de Dáesh ha llevado a la desunión dentro de la comunidad islámica, desviando la lucha legítima contra los verdaderos enemigos hacia el asesinato de musulmanes y la permisividad en el derramamiento de su sangre. Esto ha debilitado a la umma, sumiéndola en el abismo de la discordia y fragmentando su unidad, generando división en la opinión y la toma de decisiones entre sus miembros.
2. La distorsión de la imagen del islam a nivel mundial
Es innegable que estas circunstancias y estas ideologías han sido explotadas por los medios occidentales para difundir una imagen distorsionada del islam, demonizando a los musulmanes tanto a nivel individual como comunitario. Esto ha reforzado las oleadas de islamofobia y el racismo extremo, lo que ha llevado a la persecución de musulmanes en diversas partes del mundo, un hecho que observamos de manera palpable en numerosos países.
3. La corrupción de la mente de los jóvenes
A través de su propaganda engañosa, Dáesh ha logrado manipular y atraer a algunos jóvenes, aprovechándose de su desconocimiento de los verdaderos principios del islam y engañándolos con consignas ilusorias y frases ostentosos que juegan con su entusiasmo y apelan a su deseo de heroísmo y fama.
El Observatorio de Al-Azhar enfrenta este fenómeno mediante la difusión de un conocimiento religioso auténtico y la refutación de este pensamiento desviado desde los principios genuinos de la religión.
Conclusión
En conclusión, el pensamiento takfirí adoptado por Dáesh contradice por completo los valores misericordiosos del islam y carece de cualquier fundamento legítimo sólido. El Observatorio de Al-Azhar contra el Extremismo ha proporcionado una refutación integral de estas ideas, basándose en pruebas tanto racionales como textuales.
Es un deber de los musulmanes, en particular de los eruditos y predicadores, enfrentar esta ideología destructiva mediante la difusión del conocimiento, la corrección de conceptos erróneos, el fortalecimiento de la unidad islámica y la promoción de la educación y el pensamiento crítico. Así, se evitará que los jóvenes de la umma caigan en la trampa de esta organización desviada y terminen perdiéndose cuando en realidad buscaban la rectitud y la guía.