En el último año, Europa ha experimentado un repunte en las actividades relacionadas con el terrorismo yihadista. España, en particular, ha alcanzado cifras récord en detenciones de presuntos extremistas, lo que ha encendido las alarmas en los cuerpos de seguridad y en la sociedad en general. Este informe recoge los datos más relevantes sobre este fenómeno, basándose en fuentes periodísticas recientes, y ofrece un análisis detallado sobre su impacto y posibles implicaciones.
Incremento de las acciones yihadistas en Europa
Según los informes publicados, las acciones terroristas vinculadas al yihadismo se duplicaron en Europa durante el año 2024. Se reportaron un número creciente de ataques perpetrados por "lobos solitarios", principalmente mediante apuñalamientos y otros métodos de agresión de bajo perfil. En los últimos seis años, casi 90 atentados en el continente han sido llevados a cabo por individuos radicalizados sin conexión directa con grupos organizados. Este aumento significativo se vincula con ataques dirigidos a objetivos sionistas y a la comunidad judía en el contexto de la guerra de Gaza. El informe destaca la "instrumentalización de la causa palestina" por parte de grupos yihadistas como Al Qaeda y, especialmente, el ISIS, lo que ha incentivado algunos de los atentados en Europa Occidental durante el último año.
A nivel global, aunque el número de acciones terroristas disminuyó un 22% respecto a 2023, el número de víctimas mortales aumentó considerablemente debido a la elevada letalidad, especialmente en África. En particular, Burkina Faso concentró en 2024 la mitad de los diez atentados más letales, como el ocurrido en agosto que dejó 310 víctimas mortales por una emboscada del grupo terrorista JNIM.
España: un nuevo máximo en detenciones por terrorismo
El año 2024 marcó un récord en detenciones de presuntos yihadistas en España. Un total de 81 personas fueron arrestadas por presuntos vínculos con el yihadismo, la cifra más alta en los últimos 20 años. Además, en los primeros tres meses de 2025, la Policía Nacional y la Guardia Civil han detenido a casi la mitad del número total de sospechosos que se detuvieron en todo el año anterior, lo que evidencia una intensificación de la actividad policial. En lo que va de 2025, más de 30 personas han sido detenidas bajo cargos de yihadismo, incluyendo un caso reciente en Córdoba. Este patrón sugiere que la amenaza sigue activa y en crecimiento.
Preocupación por la radicalización de menores
Un dato especialmente alarmante es el creciente número de menores implicados en casos de radicalización. En 2024, casi 20 de los detenidos por delitos relacionados con el terrorismo yihadista eran menores de edad. Tal fenómeno supone un desafío considerable para las autoridades, que deben abordar no solo la contención de la amenaza, sino también la prevención de la radicalización desde edades tempranas.
Cataluña: epicentro de la radicalización
Cataluña ha sido señalada como uno de los focos principales de radicalización en España. El partido VOX ha denunciado lo que describe como un "estallido islámico" en la región, interponiendo querellas contra algunos líderes religiosos. Este discurso ha avivado el debate sobre la integración de las comunidades musulmanas y la lucha contra el extremismo en un contexto de tensiones sociopolíticas.
El Observatorio de Al Azhar contra el Extremismo ha analizado con preocupación el incremento de las actividades yihadistas en Europa y España. Desde su experiencia en la monitorización del discurso extremista y en la promoción del pensamiento islámico moderado, el Observatorio subraya la necesidad de un enfoque integral que combine medidas de seguridad con estrategias educativas y sociales para combatir la radicalización. El Observatorio advierte que la marginación y la exclusión social pueden ser factores determinantes en la radicalización de jóvenes, especialmente menores, quienes, al carecer de oportunidades y referentes positivos, pueden verse atraídos por ideologías extremistas. En este sentido, hace un llamado a las instituciones europeas y españolas para que refuercen programas de inclusión y concienciación que permitan prevenir la radicalización desde su raíz. Además, el Observatorio de Al Azhar alerta sobre el peligro de la islamofobia y la generalización en el tratamiento del problema. La criminalización de comunidades enteras puede generar un clima de tensión que, lejos de solucionar el problema, contribuye a alimentar la narrativa del extremismo. Por ello, insta a los medios de comunicación y a los actores políticos a evitar discursos polarizantes y a fomentar el diálogo interreligioso y la integración. Finalmente, el Observatorio reafirma su compromiso en la lucha contra el extremismo y su disposición a cooperar con las instituciones internacionales en la promoción de un Islam basado en la paz, la tolerancia y el respeto mutuo, elementos clave para erradicar el terrorismo desde su raíz.