Discurso del Gran Imán de al-Azhar en el Encuentro de los Jóvenes Cristianos-Musulmanes

  • | Tuesday, 23 August, 2016
Discurso del Gran Imán de al-Azhar en el Encuentro de los Jóvenes Cristianos-Musulmanes

“Mensaje de paz a los jóvenes del mundo cristiano y musulmán”

 

En el nombre de Allah el Misericordioso el Compasivo

Les doy a todos vosotros la bienvenida en la tierra de Egipto, en la recepción de al-Azhar. Es un placer para al-Azhar, y para mí personalmente, ver a jóvenes prometedores, tanto cristianos como musulmanes, de Occidente y de Oriente, que se han encontrado aquí en la Jefatura de al-Azhar para discutir la cuestión más grave que preocupa a todo el mundo, dicha cuestión es la paz mundial y la convivencia entre Occidente y Oriente.
Vuestra reunión es un buen fruto de los esfuerzos comunes llevados a cabo entre el Centro de Diálogo de al-Azhar y las grandes instituciones eclesiásticas encabezadas por el Consejo Mundial de Iglesias.
Lo primero que al-Azhar quiere afirmar en su mensaje a todo el mundo -a través de este encuentro histórico- es que las religiones celestiales concluidas por el Islam afirman el hecho de deber honrar y respetar al hombre, y prohíben derramar la sangre de los inocentes, atacarlos o aterrorizarlos. El Islam considera este tipo de actos como gran crimen y una subversión en la tierra; y la verdadera religión islámica ordena hacer frente a ello para salvar a la sociedad de sus resultados devastadoras.
Las relaciones entre los pueblos reflejados en los claros textos coránicos son relaciones de conocimiento común, de colaboración, de hermandad e intercambio de intereses por el bien de la vida del ser humano y con el fin de desarrollar la tierra. En la filosofía del Islam, no cabe lugar para conflictos ni para la dominación económica, cultural ni militar entre las naciones y los pueblos; pues la lógica del Corán y del Islam se basa en la afirmación de una realidad vista y palpable: que Allah, enaltecido sea, creó a la gente y les hizo diferentes en sus doctrinas, religiones, colores y lenguas e incluso en sus huellas digitales; y que es imposible combinar a toda la gente en una sola doctrina, religión o cultura. Cualquier intento de hacerlo tendrá fracaso miserable; porque este intento va en contra de la voluntad de Allah respecto a sus criaturas.
El Islam, a pesar de que es la última religión celestial, es complementario e integral de los mensaje de Allah en la tierra. La misma religión islámica reconoce las religiones anteriores reveladas a Abraham, Moisés y Jesús; y reconoce las páginas de Abraham, la Biblia de Moisés y el Evangelio de Jesús, sin ninguna distinción. El Islam exhorta a sus seguidores tener buenas relaciones con los seguidores de Moisés y Jesús, hasta el punto de  permitirles casarse con mujeres cristianas o judías. También el Islam ordena tener relaciones de piedad, amor y misericordia con ellos. El Corán declara que Allah puso piedad y misericordia en las corazones de los seguidores de Jesús continuas hasta el día del Juicio Final.
El llamamiento a Allah en el Islam está determinado por la sabiduría y por el diálogo pacífico que no hace daño al otro ni a su creencia. El Islam se niega, respecto a difundir la fe, de usar armas, de coacción y de cualquier tipo de opresión, incluso la seducción por dinero o prestigio. Allah dice en el Corán: {No hay coacción en la religión} y {Así pues el que quiera creer, que crea; y el que quiere negarse de creer, que no crea}.
Además, el papel del Profeta en el Islam ـــsegún el Coránـــ es guiar al camino de Allah, y no es dominar ni obligar a la gente; sino que llama a la religión de Allah y distingue entre el camino recto y el de la desviación. Allah dice: {Al Mensajero sólo le incumbe transmitir con claridad{; {No tienes potestad sobre ellos{ y {¿Acaso puedes tú obligar a los hombres a que sean creyentes?{
Para el musulmán, la gente le sea un hermano en la religión o sea en la humanidad. El verdadero musulmán ـــsegún lo señalado por el profetaـــ  es aquel que evita hacer cualquier daño a cualquier persona, sea por su lengua o por su mano. Además, el Islam prohíbe dañar, en particular, a los cristianos y a los judíos, hasta el punto de que el musulmán que les haga daño será adversario al Profeta en el Día del Juicio Final; y que Allah y su Mensajero le reniegan en este mundo y en la otra vida.

¡Jóvenes musulmanes! ¡Jóvenes cristianos! Me confío fuertemente en vosotros y tengo mucha esperanza respecto a vuestra inocente naturaleza, la pureza de vuestros almas y vuestras mentes, vuestra liberación de las antiguas tradiciones que obstaculizaron a buena parte de nuestra generación a cumplir el deber de difusión de la cultura de paz en el mundo, con el fin de recuperar la esperanza en que vosotros podréis establecer los principios de la hermandad humana y extinguir los fuegos de guerras que cada día causan la muerte de millones de víctimas sin cometer ningún crimen, de modo que los pobres, los míseros, los enfermos, los niños y las mujeres se obligan a pagar un precio muy caro de sus almas y de su sangre en guerras impuestas sobre ellos con decisiones inútiles que no reconocen el derecho de la vida para los pobres y los débiles.
¡Estimados musulmanes!  Debéis luchar contra las ideologías destructivas, que llaman a la lucha, a la violencia y al odio. Tengo una confianza ilimitada en vuestra juventud, en vuestro entusiasmo impetuoso y en vuestra conciencia brillante para que os convirtierais en mensajeros de paz, de misericordia y de colaboración entre los pueblos, y que vuestra primera cuestión sea cómo hacer un nuevo mundo en que no habrá lugar para sangre, pobreza, enfermedad ni ignorancia. Al-Azhar está totalmente dispuesto a apoyaros con todo esfuerzo y energía; ya que este es su mensaje, y todos vosotros sois los hijos que van a llevar y transmitir dicho mensaje.  

Muchas gracias.
¡La paz de Allah sea con vosotros!

 

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