Fosas comunes para los paramédicos: Crímenes de guerra de la entidad sionista en Gaza entre bombardeos deliberados y violaciones del derecho internacional

  • | Wednesday, 2 April, 2025
Fosas comunes para los paramédicos: Crímenes de guerra de la entidad sionista en Gaza entre bombardeos deliberados y violaciones del derecho internacional

     Con la continuidad de la agresión sionista contra la Franja de Gaza, cada día salen a la luz crímenes de guerra atroces que violan los principios más básicos de los derechos humanos y del derecho internacional. La entidad sionista, que falsamente proclama su adhesión a estándares éticos, sigue perpetrando masacres sistemáticas contra civiles y trabajadores humanitarios, incluidos paramédicos, bomberos y trabajadores de socorro. En este informe, exponemos algunos de estos crímenes, que incluyen el bombardeo de ambulancias, el asesinato del personal médico y el entierro de las víctimas en fosas comunes, lo que evidencia una política de limpieza étnica sistemática contra el pueblo palestino.

1. Ataques deliberados contra paramédicos y personal sanitario: un crimen de guerra a sangre fría

Según informes de Naciones Unidas y organizaciones de derechos humanos, la entidad sionista ha atacado intencionadamente a equipos de ambulancias y defensa civil en sus operaciones militares en Gaza. El 31 de marzo de 2025, el propio ejército sionista admitió haber bombardeado ambulancias en Gaza, alegando, sin pruebas, que eran utilizadas con fines militares.

Sin embargo, informes internacionales, incluido un reporte en español de CNN, revelaron que las víctimas eran civiles y trabajadores humanitarios, cuyos cuerpos fueron hallados en fosas comunes. La Cruz Roja también confirmó que varios miembros de su personal médico fueron asesinados y enterrados ilegalmente, lo que constituye una flagrante violación de los Convenios de Ginebra, que prohíben atacar al personal médico.

En un relato impactante, el canal español La Sexta informó, basándose en testimonios de testigos oculares, que las fuerzas de ocupación ejecutaron a ocho trabajadores sanitarios en Rafah y enterraron sus cuerpos en una fosa común. Es más, un portavoz de la ONU calificó este acto de “crimen atroz”, añadiendo: “Vinieron a salvar vidas y acabaron en fosas comunes”.

2. Destrucción de infraestructuras esenciales: una guerra contra los medios de subsistencia

Los crímenes sionistas no se limitan al asesinato directo, sino que se extienden a la destrucción sistemática de los medios de vida en Gaza. Según el portal Resumen Latinoamericano, las fuerzas de ocupación han destruido de manera deliberada suministros de alimentos, medicamentos y materiales de ayuda, empujando a la población al borde de la hambruna.

Además, han bombardeado hospitales y centros médicos, provocando el colapso total del sistema de salud. Los informes indican que más del 70 % de la población de Gaza depende de la ayuda humanitaria para sobrevivir, pero la ocupación impide su llegada intencionadamente. Esto constituye una violación clara del derecho internacional humanitario, que exige la protección de los civiles en tiempos de conflicto.

Los Convenios de Ginebra de 1949 establecen claramente:

- La protección de civiles y personal sanitario y humanitario (Artículo 3 común a los cuatro convenios).

- La prohibición de ataques indiscriminados que no diferencien entre objetivos militares y civiles (Protocolo Adicional I).

- La obligación de tratar a los heridos y muertos con dignidad y evitar la profanación de sus cuerpos (Convenio de Ginebra I).

A pesar de ello, la entidad sionista viola sistemáticamente estos principios mediante:

- El ataque intencionado a ambulancias y equipos médicos.

- La obstrucción de la ayuda humanitaria, lo que constituye un crimen de guerra según el Artículo 8 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.

- El entierro de víctimas en fosas comunes sin identificación, contraviniendo el derecho internacional, que exige la identificación y devolución de los cuerpos a sus familias.

3. La complicidad internacional y la falta de rendición de cuentas

A pesar de todas estas pruebas documentadas, las potencias occidentales, encabezadas por Estados Unidos, siguen brindando apoyo político y militar a la entidad sionista, lo que la alienta a continuar con sus crímenes. La ONU, aunque ha emitido repetidas condenas, no ha tomado ninguna medida concreta para detener la agresión ni para llevar a los responsables ante la justicia.

Los crímenes de la ocupación en Gaza son una nueva fase del genocidio sistemático contra el pueblo palestino. El asesinato de paramédicos, la destrucción de hospitales, la privación de alimentos y medicinas, y el entierro de víctimas en fosas comunes forman parte de una estrategia deliberada de sometimiento y desplazamiento forzado.

Sin embargo, la historia ha demostrado que los crímenes no quedan impunes y que la justicia, aunque tarde, siempre llega. Por ello, la comunidad internacional debe asumir su responsabilidad, presionar para que los líderes de la ocupación sean juzgados ante la Corte Penal Internacional y cesar todo apoyo militar y político al régimen sionista.

A las sociedades libres del mundo les corresponde denunciar estos crímenes y apoyar la resistencia legítima del pueblo palestino hasta alcanzar la libertad y la justicia.

Tales crímenes han revelado el verdadero rostro de la ocupación, que nunca ha respetado las leyes internacionales, escudándose en el apoyo estadounidense y la pasividad mundial. Por ello, el silencio ya no es una opción: es complicidad con la ocupación en sus atrocidades. La Corte Penal Internacional debe actuar de inmediato para juzgar a los líderes sionistas por genocidio, y la comunidad internacional debe imponer sanciones contundentes para detener esta agresión despiadada.

Por otro lado, los pueblos del mundo tienen una responsabilidad histórica de exponer estos crímenes y boicotear a la entidad ocupante por todos los medios posibles. No se puede dejar al pueblo palestino solo frente a la maquinaria de muerte sionista. Gaza no es solo una ciudad bombardeada: es el símbolo de la lucha entre la justicia y la opresión. Y como ha ocurrido con todos los regímenes coloniales del pasado, la ocupación sionista también llegará a su fin. Su existencia es una mancha en la frente de la historia de la humanidad, y su destino es el mismo que el de todas las ocupaciones: la desaparición. 

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