“Aún seguimos esperando un verdadero esfuerzo mediático —constante, intenso, comprometido— para hacer frente a ese engendro bastardo llamado islamofobia.”
— Fragmento del discurso del Gran Imán de al-Azhar en la 23.ª Cumbre Árabe de Medios, Dubái

Esa supuesta “fobia” no es más que un espejismo, una fantasía enfermiza que ha sido manipulada hasta convertirse en un espantajo mediático, diseñado para difamar al islam y rebajar sus principios, que se fundan —con claridad luminosa— en la paz, la justicia y la convivencia armoniosa.
- Y ello, a pesar del testimonio histórico, ético y legal de una religión que reconoce los derechos del ser humano, del animal, de la planta e incluso del mundo inerte, de una forma sin parangón en tradición alguna.
- ¿Dónde están los medios justos? ¿Dónde las voces que desenmascaren este discurso de odio?
- Hoy, más que nunca, urge un relato alternativo, digno, verdadero, que le devuelva al islam su rostro auténtico y humanista.
- La islamofobia no es un hecho. Es una construcción. Es hora de deconstruirla.