Es bien sabido que el valor de la vida en aras de Allah es más grande que morir en aras de Él; por eso el valor de la vida en el Islam es muy sublime. El Islam vino para confirmar el principio de la construcción de la tierra, considerando la agresión contra el ser humano como si fuera una agresión contra toda la humanidad. El musulmán, en todos casos, es ordenado ajustar sus comportamientos basándose en un principio reflejado en la aleya coránica: “¡Creyentes! ¡Entrad todos en la Paz” (la Vaca:208).
Actualmente, las matanzas que se cometen por la identidad son un reflejo de los pensamientos radicales que se han penetrado en costumbres y conductas de los árabes en la era pre-islámica, que el mismo Profeta prohibió seguir.
La matanza por la identidad religiosa es el emblema que levantan los grupos productores de muerte con el fin de encender las llamas del sectarismo que derrama sangre por tan pertenecer a una identidad, a una raza, a una religión o a una secta distintas.