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Discurso de su Eminencia, el Gran Imán Prof. Dr. Ahmed Al-Tayyib, Sheij de al-Azhar y Presidente del Consejo de Sabios Musulmanes
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Discurso de su Eminencia, el Gran Imán Prof. Dr. Ahmed Al-Tayyib, Sheij de al-Azhar y Presidente del Consejo de Sabios Musulmanes

En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Compasivo

 

 

Discurso de su Eminencia, el Gran Imán Prof. Dr. Ahmed Al-Tayyib, Sheij de al-Azhar y Presidente del Consejo de Sabios Musulmanes

En:

“El Congreso Internacional de al-Azhar para Apoyar a Jerusalén”

Celebrado en el Centro de Conferencias de al-Azhar, Nasr City, El Cairo, el 29 de Rabi‘ al-Ajar y el 1 de Gumada al-Awal de 1439H., correspondientes a los 17 y 18 de enero de 2018

 

 

 

 

 

 

 

 

En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Compasivo

Las alabanzas son para Al-lah, y que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con nuestro señor Mensajero de Al-lah, su Familia, sus Compañeros y los seguidores de su guía.

Su Excelencia el Sr./ Mahmud Abbas, Presidente de la Autoridad Palestina,

Señores sentados en la mesa,

Altezas, Excelentísimos y Dignatarios señores,

Señoras y señores,

Los presentes respetables,

¡La paz y las bendiciones de Al-lah sean con ustedes! Bienvenidos a Egipto, su segundo país, y a al-Azhar Honrado. Les damos las gracias por su asistencia y participación en el presente congreso internacional general que atiende a “Apoyar a Jerusalén Honrado” y la Mezquita de al-Aqsa, la primera de las dos alquiblas, una de las tres Mezquitas Inviolables y el lugar al que llegó el Mensajero de Al-lah, Muhammad (PyB) en su Viaje Nocturno. Dicho congreso es celebrado bajo un auspicio honrado y encomiable del Sr. presidente/ Abdel-Fattah El-Sisi, presidente de la República Árabe de Egipto, quien presta mucha atención –junto con Egipto y su pueblo- a la cuestión de nuestra querida Palestina y, sobre todo, a las resultantes complicaciones recientes de las políticas injustas y resoluciones irresponsables. De ahí, tanto por él, como por todos los líderes responsables árabes y musulmanes y los honorables de todas partes del mundo, preocupados por Palestina, su pueblo, sus lugares sagrados y sus territorios, invocamos a Al-lah que les conceda éxito, fuerza, vigor y persistencia que no se someta sino a la verdad, justicia y al respaldo a los débiles.

Sr. Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, nos complace aclamarle; le apoyamos y le exhortamos a revestirse de mayor firmeza y persistencia.

Señoras y señores:

Desde abril de 1948, Al-Azhar Honrado viene celebrando congresos tras congresos sobre Palestina, la Mezquita de al-Aqsa y los lugares sagrados de Jerusalén. Conviene señalar que tales congresos han alcanzado la cantidad de once, entre 1948 y 1988, y a los cuales han asistido los más relevantes sabios y pensadores musulmanes y cristianos, de África, Asia y Europa. En ellos se han presentado investigaciones sumamente precisas, profundas y avanzadas en la averiguación, con un estado de ánimo de un desgraciado al que no le quedan más que pocas respiraciones que se parecen a las de un enfermo del pecho que ha perdido los medicamentos y cuya enfermedad se ha vuelto incurable. Estos congresos rechazaban la agresión sionista contra los lugares inviolables de los musulmanes y cristianos, así como la ocupación y luego el encendido de la Mezquita de al-Aqsa, la violación de su santidad representada en las obras de perforación, túneles y masacres cometidas en sus patios, la devastación de los monumentos cristianos, como iglesias, monasterios, asilos y tumbas en Jerusalén, Tiberíades, Jaffa, etc. Hoy al-Azhar invita al Congreso XII, treinta años después del último encuentro que giró en torno a la cuestión palestina y los lugares inviolables islámicos y cristianos. Dicho congreso, a pesar de su fecundidad inmensa de estas mentes ilustres y conciencias despiertas de Oriente y Occidente, no está previsto que añada ninguna novedad a lo que previamente fue dicho y escrito sobre nuestra cuestión y lo que entronca con sus dimensiones científicas, históricas y políticas. Sin embargo, a este congreso le basta dar de nuevo la voz de alarma, animar la voluntad y persistencia ya socavadas y unir a todos los árabes, musulmanes, cristianos y todos los prudentes y honorables para hacer frente a la absurdidad sionista bárbara en el siglo XXI, apoyada por políticas internacionales que se sienten aterrorizadas a sobrepasar lo esbozado por la entidad y políticas sionistas.

A este mismo respecto, creo a ciencia cierta ―al igual que los filósofos― que toda ocupación es efímera, aunque en la actualidad parezca imposible. Pero los tiempos cambian y es bien conocido y confirmado el final de los agresores y opresores, por mucho que dure su injusticia. Consulten pues la historia de Roma en Oriente y pregunten a los persas sobre su historia que tuvo lugar al este de la Península Árabe, a las Cruzadas que se establecieron en Palestina durante doscientos años, a los países que se enorgullecen por la puesta permanente del sol sobre sus colonias, y a la colonización europea cuando retiró sus tropas para abandonar Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto, Gran Siria, Iraq, la India, Indonesia, Somalia, etc. Pregúntenles a todos ellos para saber de nuevo que el desvanecimiento es el final de los agresores, así como, según Ibn Jaldun, toda fuerza autoritaria termina en la degradación. En este tenor, el poeta árabe confirma que “salen de la matriz de las noches extremos plenamente inesperados”. Es de mencionar que ésta es una verdad universal y ley divina, así como dudar de ellas se trata de un desdén a la ciencia, a la mente, y la responsabilidad del pensamiento.

Sin embargo, dicha verdad está unida con otra más importante, la cual sirve para su surgimiento. Por supuesto me refiero al armamento de la fuerza que intimida y humilla la agresión y la obliga a poner las cosas en su lugar y pensar a fondo antes de perpetrar actos de violencia, tiranía, desprecio y autoritarismo. A pesar de ello, Al-lah sabe que nosotros somos predicadores de paz, la cual se basa en la justicia, el respeto y el cumplimiento con los derechos incuestionables. Es una paz que no acepta la humillación, el servilismo, ni admite la agresión contra cualquier átomo de los territorios inviolables. Es una paz apoyada por la fuerza de la ciencia, la enseñanza, la economía, el control de los mercados, el armamento que nos posibilita recuperar lo violado y responder a cualquier intento que aspire a causar daño a su pueblo y tierra.

En realidad, la voluntad divina ha decretado que, en la actualidad, viva entre nosotros un enemigo entrometido que parte solamente del concepto de la fuerza; pero no tendremos excusa ante Al-lah y la historia, porque lo hemos rodeado débiles, humillados y serviles, a pesar de que tenemos al alcance todos los factores de poder y sus fuentes materiales y humanas.

A título personal, yo creo que la entidad sionista no es la que nos derrotó en las guerras de 1948 y 1967, entre otras batallas y escaramuzas. Por el contrario, fuimos derrotados por nosotros mismos y por nuestros errores, nuestra estimación equivocada de los peligros y nuestros comportamientos irresponsables en los tiempos cruciales. Cabe indicar que cualquier comunidad dividida en filiaciones, identidades y tendencias no se atreve a hacerle frente a una entidad que combata con una creencia firme y bajo una bandera única, y mucho menos tener victoria sobre ella o humillarla. En este contexto, Al-lah el Grandísimo dice: «y no disputéis, porque entonces os acobardaríais y perderíais vuestro ímpetu» (Sura 8, Los Botines de Guerra: 46)

Señores presentes:

Soy completamente consciente de que quizá estas palabras mías no revelen algo nuevo, pero siguen emitiéndose a efectos de las penas y dolores. Además, su influjo no es nada más impactante que los discursos que han llegado a nuestros oídos a lo largo de setenta años pronunciados por los poderosos políticos, científicos, intelectuales e informativos. Estos discursos no han servido de nada en cambiar la realidad ni detener el deseo ardiente de destrozar y usurpar ni siquiera en expresar el sentimiento de la sangre derramada, los sacrificios, las penas y los sufrimientos de los encarcelados o presos políticos de Palestina, cuyo pueblo, jóvenes, mujeres y niños han enfrentado todo eso durante su resistencia inflexible, paciencia inagotable y ánimo en el que no cabe debilidad ni flojera.

Es cierto, podría decirse algo similar sobre mi discurso o sobre este congreso. Sin embargo, no creo que ustedes discrepen con mi convicción de que el congreso de hoy defiere mucho de los anteriores; porque se celebra en circunstancias con implicaciones parecidas a las oscuras nubes que adviertan el advenimiento de diluvios torrenciales e impetuosos. Ciertamente, ya acaba de comenzar la cuenta atrás para fragmentar y desmenuzar la zona de Oriente Medio, nombrando a la entidad sionista como un guardián gobernador y obedecido por toda la zona árabe. Y ésta debería seguir sus mandatos sin discutir ni contradecir. En verdad, al fijarnos en las confabulaciones que se traman contra nosotros sobre las costas del Atlántico, las entradas del Mar Rojo, las costas del Mediterráneo y sus prolongaciones en Yemen, Iraq y Siria son dignas de darnos a entender la futura ocurrencia de un asunto importante y peligroso. Asimismo, pronunciar discursos y alzar eslóganes ya no convienen con la gravedad de las conspiraciones que están tramando en nuestra contra. De hecho, si nos empeñamos en enfrentarlas de la misma manera que solíamos emplear a lo largo de siete décadas atrás, nos maldecirán las próximas generaciones y se avergonzarán de nosotros nuestros descendientes. Si tuviera una esperanza para cumplir como resultado de esta reunión, consistiría en que este congreso revele resultados prácticos y novedosos en los que se inviertan las energías y se organicen los esfuerzos por muy pocos e insignificantes que sean. El primer y más importante factor al respecto reside en restaurar la conciencia del caso palestino en general y el caso de Jerusalén (Al-Quds) en particular. La amarga realidad estriba en que los planes curriculares de nuestras asignaturas educativas en todas las fases de enseñanza son incapaces de formular ningún tipo de conciencia de esta cuestión en el intelecto y la convicción de billones de los jóvenes árabes y musulmanes, puesto que no existe ni un plan de estudio especificado para  definir la importancia de esta cuestión, su historia pasada y presente ni su influjo en el futuro de nuestros jóvenes quien  asumirá la defensa de Palestina mientras casi no sabe nada significativo  de su historia, en  comparación con los jóvenes pertenecientes a las colonizaciones a los que se les puso a su disposición materiales curriculares, asignaturas escolares y plegarias que sirven para formular su subconsciencia hostil y nutrirles de racionalismo y odio hacia todo lo que sea  árabe y musulmán. Este aspecto ausente de nuestros planes curriculares, lo es también de los medios informativos en nuestro mundo árabe e islámico, ya que el tratamiento del caso palestino y de Al-Quds no pasa de consistir en un comunicado de entre las noticias o un informe débil de entre los informes de los corresponsales de prensa que no tardan en desaparecer su impacto tan pronto como al terminar la noticia y pasar a otra cuestión.

La segunda sugerencia tiene que ver con la decisión injusta del presidente estadounidense que ha rechazo más de ciento veintiocho países, y además, fue negada por todos los pueblos pacifistas de la tierra. Esta decisión debería ser afrontada por un nuevo proceso intelectual árabe e islámico que gira en torno a confirmar el panarabismo de al-Quds, la inviolabilidad de las santidades islámicas y cristianas y su pertenencia a sus auténticos dueños. Además, esta confirmación debería convertirse en una cultura, tanto a nivel regional como mundial, para lo cual habrían de movilizarse los esfuerzos de los medios informativos del mundo árabe e islámico.

Deberíamos dejar de ser vacilantes e indecisos al tratar la cuestión de Al-Quds desde la perspectiva religiosa, sea islámica o cristiana.

La maravilla de las maravillas a este respecto consiste en que la dimensión religiosa queda marginada al abordar los detalles de esta cuestión, mientras que todos los pasos de la entidad sionista se consideran de matiz puramente religioso, pues los israelíes mismos no lo ocultan ni lo consideran un factor vergonzoso que debe esfumarse. ¡Qué pretextos tiene esta entidad como para apoderarse por la fuerza de un territorio que no lo acepta y lo maldicen los antepasados de sus autóctonos! Ciertamente, esta entidad no tiene entre las manos sino la ilusión por textos y mitos religiosos que justifican la agresión y dan por lícito asesinar a la gente, violar su honra y usurpar sus bienes. Es más, la contemporánea cristiandad sionista que apoyan y defiende a esta entidad y le garantiza cumplir todos sus intereses no tiene en las manos sino falsas y engañosas interpretaciones religiosas que las rechazan terminantemente los papas de la Iglesia, los eruditos del cristianismo, los monjes y obispos.

Mi sugerencia que  presento a ustedes para estudiar y, luego, decidir lo que queráis reside en dedicar este año, 2018, como el año de al-Quds Honrado, pues habrá de definir la cuestión palestina, apoyar a los palestinos, espiritual y económicamente; y poner en marcha unas continuas actividades culturales e informativas sostenidas por las organizaciones oficiales como la Liga Árabe, la Organización de la Cooperación Islámica, las instituciones religiosas, las universidades árabes e islámicas, las organizaciones de la sociedad civil, etc.

Finalmente, termino mi discurso, que temo que se haya alargado bastante, incitando a la comunidad a apoyarse en sus propias fuerzas, recuperar su confianza en Al-lah y en sí misma y no dejarse llevar por las promesas de aquellos que nos han mostrado su expresa hostilidad, sobrepasando todos los límites. Al-lah ―Enaltecido sea― dice a este respecto: «Y no os inclinéis hacia el lado de los que son injustos, pues en ese caso el Fuego os alcanzaría y no tendríais fuera de Al-lah a quien os protegiera ni seréis auxiliados después» (Sura 11, Hud: 113).

Gracias por su amable atención

Que la paz, la misericordia y las bendiciones de Al-lah sean con ustedes.

Ahmad Al-Tayyib

Gran Imán de Al-Azhar

Expedido en la Jefatura de al-Azhar el 16 de enero de 2018, correspondiente al 28 de Rabi‘ al-Ajir de 1439H..

 

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